Los servicios de inteligencia de Estados Unidos están muy preocupados por esa arma de destrucción masiva que porta su presidente en la mano y que tantos disparos letales ha propinado. Dicen que el iPhone de Donald Trump solo tiene una aplicación descargada. Por supuesto se trata de Twitter, pero con esa tiene el mundo. También … Continued
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos están muy preocupados por esa arma de destrucción masiva que porta su presidente en la mano y que tantos disparos letales ha propinado.
Dicen que el iPhone de Donald Trump solo tiene una aplicación descargada. Por supuesto se trata de Twitter, pero con esa tiene el mundo.
También sabemos que a Trump le ha dado por compartir con jefes de Estado y algunas otras figuras mundiales su número personal del móvil para que le marquen directamente sin tener que cruzar por los canales diplomáticos y políticos necesarios.
Hasta Enrique Peña Nieto tiene el número personal de Trump, pero el único que ha cometido la osadía, la imprudencia, de marcar directo a este personaje es Justin Trudeau, primer ministro de Canadá.
Pero no hay duda de que la más letal de las armas personales de Trump es la fuerza de sus tuitazos. En México, sabemos de los efectos negativos de sus exabruptos en 140 caracteres. Ha tirado el peso y el ánimo de los mexicanos, aunque después sus funcionarios o hasta él mismo salgan a desmentir su post.
Por eso es que el tuit nocturno de Trump del otro día se ha convertido en uno de los más populares, pero también uno de los más precisos que ha posteado el mandatario.
Escribió esto en inglés: “Despite the constant negative press covfefe”, algo así como: “A pesar de la constante covfefe de prensa negativa”. Faltaría ahí un sustantivo como “cobertura” para darle sentido. Pero nadie sabe si eso pretendió escribir. Por eso es que la incertidumbre, la vaguedad y ambigüedad de covfefe se convierte en la mejor definición hasta ahora expresada por Trump.
Hoy ya sabemos que el gobierno de Donald Trump busca que la relación con México sea covfefe. Tenemos claridad de que buscará covfefe con Corea del Norte. Los vínculos entre Rusia y la campaña de Donald Trump derivarán en covfefe.
La incertidumbre es algo más que un dedazo de media noche en Twitter, es una herramienta negociadora del presidente de Estados Unidos y en el caso de México busca usar ese titubeo como un mecanismo para doblar a los negociadores de nuestro país en la futura mesa renegociadora del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Lo que deben ya tener claro los expertos negociadores estadounidenses del acuerdo comercial es que México tiene una postura clara y que no somos realmente el eslabón débil de la ecuación comercial norteamericana.
Si los estadounidenses quieren convertir el covfefe de Trump en un verbo negociador con México, podríamos recurrir a la espléndida descripción que hizo Octavio Paz en el Laberinto de la Soledad de “la chingada” donde cabe absolutamente cualquier acepción.
Podemos tener un nuevo acuerdo comercial chingón, que se negocie en chinga y si no nos parecen los términos, los podemos mandar a la chingada.
Con tantos frentes abiertos por Trump, a través de su cuenta de Twitter, bien le vendría al gobierno de Trump tener como aliados a sus vecinos. Por lo tanto, lo que más le conviene es darle una traducción positiva y favorable a su covfefe en su definición de su relación con México.