Las próximas semanas serán de negociación y cabildeo; hasta septiembre habrá ‘humo blanco’
* La baraja de candidatos está conformada por 16 generales y 16 almirantes
DECISIÓN PENSADA Y REFLEXIONADA.- El Ejército y la Marina van a ser corresponsables del éxito o del fracaso de la estrategia de seguridad que implementará Claudia Sheinbaum Pardo a partir del próximo 1° de octubre. Los cuatro pilares indiscutibles de la seguridad y el combate al crimen organizado en este país son las secretarías de Gobernación (SEGOB), de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), de la Defensa Nacional (SEDENA) y de Marina. Por esa razón, después de que la semana pasada la virtual presidenta electa dio a conocer que Rosa Icela Rodríguez y Omar García Harfuch se harán cargo de las dos primeras dependencias mencionadas, respectivamente, nos sorprendió un poco el anuncio que hizo ayer lunes por la tarde ayer, pues decidió implementar un pequeño cambio a su “jueves de gabinete”, pues para su cuarta entrega, que será pasado mañana, Sheinbaum Pardo adelantó que este 11 de julio anunciará a quienes serán los encargados de las secretarías de Cultura, de Turismo, del Trabajo y Previsión Social y también de la coordinación de la Oficina de la Presidencia. Se trata de cuatro carteras relevantes y estratégicas. Pero “la nota” fue el anuncio de que hasta septiembre próximo sabremos quienes encabezarán a la SEDENA y a la Marina, un claro indicativo de que para elegir a los responsables de estas dos importantísimas dependencias se tomará su tiempo y se lo va a pensar no sólo dos, tres o cuatro… sino muchísimas veces.
LECTURA ATINGENTE.- La decisión de elegir a sus colaboradores compete única y exclusivamente a la presidenta electa. Sin embargo, se entiende que varias de las posiciones de su gabinete (por la sensibilidad y peso específico de las mismas) requerirán de un intenso y profundo cabildeo con sus asesores, consejeros y, por supuesto, con el presidente saliente, sobre todo si consideramos la intención de ir sobre la línea de la “continuidad con cambio” o el “segundo piso” de la 4ª. Transformación que ha sido una constante tanto en la retórica de López Obrador como de Sheinbaum Pardo. Por lo tanto, la lógica y el sentido común indican que las fuerzas armadas (el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional) seguirán jugando un papel preponderante para el próximo sexenio. Así las cosas, se espera que para las próximas semanas haya mucho debate, cabildeo, reflexión, negociación y discusión para elegir a los perfiles idóneos en estas dos secretarías. Hay mucho en juego, por lo que la futura presidenta (la primera mujer en la historia de México en calzarse la banda presidencial) no se puede tomar a la ligera estos dos nombramientos. Hay millones de mexicanos que anhelan que a partir del próximo 1° de octubre haya cambios tangibles y concretos en las calles, en las carreteras, en los puertos, en las aduanas, en las fronteras… ¡en todos lados! Así que la coadyuvancia será clave.
ACABAR CON LA CRISIS.- En marinos y soldados recaerán muchísimas responsabilidades para que México pueda revertir la tremenda crisis de inseguridad y violencia en la que estamos sumidos desde hace muchísimo tiempo. Los futuros titulares de SEDENA y Marina deberán tener muchísima afinidad con Palacio Nacional, Bucareli y la SSPC, porque de su presencia y desempeño dependen muchas de las mejoras que le urgen al país. Por eso, la expectativa de los cuatro nombramientos de pasado mañana es secundaria. La prioridad para la próxima administración deberá ser frenar el baño de sangre y esto no se logrará con un curita o un torniquete, sino con una amputación.
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