Te indemnizaron con 1’206,000 pesos, ya descontados los impuestos. ¿Por qué te liquidaron si renunciaste? Preguntó Joaquín López Dóriga en su noticiero radiofónico del pasado martes a Enrique Ochoa Reza, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional. El jerarca tricolor respondió: “Lo que me dieron fue un finiquito de mi relación laboral al … Continued
Te indemnizaron con 1’206,000 pesos, ya descontados los impuestos. ¿Por qué te liquidaron si renunciaste? Preguntó Joaquín López Dóriga en su noticiero radiofónico del pasado martes a Enrique Ochoa Reza, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional.
El jerarca tricolor respondió: “Lo que me dieron fue un finiquito de mi relación laboral al separarme como Director de la Comisión Federal de Electricidad. Pero qué bueno que me preguntas esto”. (Mi experiencia de radioescucha me dicta que cuando un entrevistado agradece una pregunta o le expresa al entrevistador: qué buena pregunta me acabas de hacer; es porque ésta no es fácil de contestar).
Joaquín, viejo lobo del mar periodístico, deja hablar a su entrevistado: “Yo había dejado la Comisión Federal de Electricidad muchas semanas atrás, se había iniciado mi proceso de separación pero obviamente yo no soy ni quien calcula ni quien establece el procedimiento de cálculo de los beneficios que tengo por ley y por manual de operación dentro de CFE. Yo soy un sujeto pasivo en ese cálculo (sic calculador); entonces me di a la tarea de revisar puntualmente el caso porque si había un error el primer interesado en aclararlo pues soy yo (sobre todo si lo calculado es menor a lo que calculé). Porque soy un sujeto pasivo (pero económicamente activo) en esa construcción. Pues bien, revisándolo, pues todo está conforme a derecho: es una normatividad que tiene más de 15 años en vigor, ha funcionado para los mandos superiores (¡y de qué forma!) en la Comisión Federal de Electricidad, incluyendo a cuatro ex directores generales. No tuve ningún beneficio particular” —únicamente el millón dos cientos mil pesos, agrega el redactor—. Un paréntesis para informar lo siguiente: los funcionarios públicos de la categoría del que está siendo entrevistado no se rigen por la Ley Federal del Trabajo como el resto de los mortales. Ellos crean sus propias maneras de regirse a su entera conveniencia, tienen algo que se llama: “Manual de Percepciones de los Servidores Públicos de las Dependencias y Entidades de la Administración Pública”. Me cae que revisé varias copias del Manual de título más grande que la moral de los personajes que se rigen por él y no encontré el tema “liquidación por renuncia”. Lo que sí encontré (en www.sopitas.com/672550-liquidacion-cobro-millonaria-enrique-ochoa-reza-cfe/) es el dato de que existe un documento llamado “Manual de Trabajo de Servidores Públicos de Mando de la CFE”, en cuyo artículo 33 se lee: “En casos de separación voluntaria por cualquier causa, la Comisión Federal de Electricidad otorgará una compensación al funcionario sólo después de que éste haya cumplido tres años de servicio”.
Ochoa Reza sólo trabajó dos años y 155 días. Le faltaron siete meses para que su liquidación haya sido conforme a la normatividad expresada en el Manual. Él mencionó a cuatro de sus antecesores que también cobraron finiquito: Francisco Rojas Gutiérrez (66 días); Jaime González Aguadé (cinco meses 29 días); Antonio Vivanco Casamadrid (casi un año) y Alfredo Elías Ayub, el único que superó los tres años. Fue director de CFE dos sexenios. En su gestión fue creado el Manual del que hice referencia.
Pero sigamos con la entrevista de López Dóriga con Ochoa Reza, quien afirmó: “Te digo, todo está muy curioso, me dicen que en política no hay coincidencias, Joaquín. Justo el día anterior a que la justicia partidaria (aquí me imagino a la Dama de la Justicia, vestida de prostituta) tomara la histórica decisión de suspender los derechos de Javier Duarte (además de histórica, escasa).Y bueno pues nos intentaron presionar, pero no cedemos ante las presiones, dimos la cara, salí a conferencia de prensa en Guadalajara, que es donde yo estaba haciendo gira de trabajo; saqué un video en redes sociales explicando con toda puntualidad nuestra posición, he atendido a todos los medios de comunicación que amablemente como tú me han abierto el espacio porque el que nada debe, nada teme” (ya dijo).
“Aquí estoy para dar con toda puntualidad (sic) que ese procedimiento se llevó conforme a derecho, que es legal (legal sí es, pero, ¿es ético?) y que todos los elementos están a la consideración del público”. Aquí intervino el sagaz conductor del noticiero para proponerle al invitado: ¿Oye y si dieras un golpe de mesa y dijeras: saben qué, esto es lo que recibí, hay duda? Ahí va de regreso o ahí va para esa fundación. Seguro estoy de que sólo de pensar la sugerencia de Joaquín a Ochoa Reza le sudaron las manos u otra parte más redonda del cuerpo. Contestó: “Pues mira yo he donado a fundaciones (¿cuáles y cuánto?) a lo largo de toda mi vida y lo seguiré haciendo”. López Dóriga insistió: Pero de una vez y ya te zafas de esto. Pues, perdóname, Joaquín, pero es como darles un poco la razón (lo caido, caido) y no hay duda, lo que están tratando de hacer es generar un problema donde no existe”. Distinguido licenciado Ochoa Reza, si no existe ningún problema, ¿para qué le da tanta importancia?
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