Morena ya se está relamiendo los bigotes por hacerse de esas dos entidades porque, de conseguirlas, prácticamente estaría firmando su triunfo electoral en 2024
* El líder nacional morenista no se puede equivocar en Coahuila y el Edomex
* No hay dinero para las escuelas de tiempo completo, pero sí hay para hacer fiestas
* La SEGOB brilló por su ausencia en el entierro de los padres jesuitas
ARENAS MOVEDIZAS.- Como todos sabemos, el año próximo estarán en juego los dos últimos bastiones políticos del Partido Revolucionario Institucional (PRI): Coahuila y el Estado de México. Y, como todos sabemos también, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ya se está relamiendo los bigotes por hacerse de esas dos entidades porque, de conseguirlas, prácticamente estaría firmando su triunfo electoral para las elecciones de 2024. Sin embargo, el dirigente nacional morenista, Mario Delgado Carrillo, deberá ser sumamente cuidadoso en cada uno de sus movimientos de cara a estos dos procesos, sobre todo en la elección coahuilense, porque en forma por demás anticipada ya está dejando asomar su apoyo hacia un personaje que no es muy bien visto al interior del partido guinda: Luis Fernando Salazar Fernández, fuertemente vinculado con el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa y con el todavía gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca. Se trata de un político que estuvo ligado por 22 años al Partido Acción Nacional (PAN) y aunque recientemente le ha entregado buenas cuentas a Morena -operó muy eficientemente en Quintana Roo para que Mara Lezama Espinosa triunfara en la más reciente elección a gobernador- todavía hay muchos morenistas que no lo ven con muy buenos ojos. Además, si alguien piensa que Ricardo Mejía Berdeja, actual número dos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), se va a quedar con los brazos cruzados ante lo que ya muchos suponen como una imposición de parte de Mario Delgado, está muy equivocado. Mejía Berdeja ha estado muy activo en todo lo que va de este año, placeándose por todo Coahuila y granjeándose la simpatía del principal morenista del país, el Presidente Andrés López Obrador. Ciertamente, hasta el día de hoy Mario tiene saldo a favor con su partido. Haiga sido como haiga ha sido se las ha ingeniado para, poco a poco, teñir de guinda el territorio nacional. Pero en Coahuila no se puede dar el lujo de un resbalón, porque podría pagarlo muy caro.
¿CON QUÉ OJOS, DIVINO TUERTO?- A ver, a ver, a ver, a ver… ¿cómo está eso de que en la Secretaría de Educación Pública (SEP) están buscando los servicios de conductores, grupos musicales, cantantes y comediantes para amenizar eventos masivos para agasajar al magisterio? ¿No se supone que la instrucción presidencial es conducirse bajo los preceptos de la “austeridad republicana” y la “pobreza franciscana”? Pues eso digánselo a doña Delfina Gómez Álvarez, quien está más que convencida de que ya es hora de empezar a pavimentar su camino rumbo a la candidatura morenista para la gubernatura del Estado de México y que si antes le funcionó agarrar de caja chica los salarios de los trabajadores del ayuntamiento de Texcoco, pues ahora teniendo a su disposición las arcas de la SEP con más ganas se puede despachar con la cuchara grande. Y es que no se puede entender de otra forma el estudio de mercado “Servicios Integrales para la organización y desarrollo de eventos institucionales 2022” recientemente dado a conocer por la SEP, por medio del portal Compranet, y a través del cual busca las cotizaciones de luminarias como Gloria Trevi, Los Ángeles Azules, Franco Escamilla, el payaso “Chuponcito”, Lucero, la banda Matute, Annette Michel, Pandora, Carlos Rivera y un kilométrico etcétera para que amenicen un total de nueve eventos que se realizarán en lo que resta de este 2022, tras la posposición de los festejos del Día del Niño, el Día del Maestro y el Día de la Madre Trabajadora. O sea, no hay lana para las escuelas de tiempo completo y tampoco para la capacitación de los maestros, pero si hay para echar la casa por la ventana con frivolidades.
SINERGIAS PARA EL DESARROLLO.- Ayer lunes fueron enterrados en Cerocahui, Chihuahua los dos sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, asesinados hace una semana junto con el guía de turistas Pedro Palma, quien fue sepultado el jueves pasado. Llamó poderosamente la atención que en este sepelio brilló por su ausencia Rabindranath Salazar Solorio, subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), quien se supone, por cortesía, empatía y protocolo, debió estar presente. Pero no. El funcionario prefiere evitar circunstancias que lo distraigan de su objetivo primordial: Ser el próximo gobernador de Morenos. Eso no debería sorprendernos si tomamos en cuenta que su jefe, Adán Augusto López Hernández, titular de SEGOB, también anda del tingo al tango promoviéndose como una de las “corcholatas” obradoristas en lugar de ocuparse de los temás que involucran directamente a la dependencia que encabeza. Ahora sí, como decía el ex presidente Vicente Fox: “¿Y yo por qué?”, ¿verdad?
DE ÚLTIMA HORA.- Al cierre de esta colaboración se presentó una balacera en el centro de salud “Francisco I. Madero” en Puebla, justo en el centro de vacunación contra COVID para niños. Hay tres lesionados por disparo de arma de fuego. ¿Qué procede con los agresores: Les envíamos abrazos o los acusamos con sus mamás?
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