Se dice que la historia la escriben los vencedores. En realidad, la interpretan los que están, momentáneamente, en el poder
Y, según Mateo, díjole Jesús a sus discípulos que no juzgaran a los demás porque con el mismo juicio que lo hicieren serían ellos juzgados.
Más que un precepto de humildad este mensaje central del sermón de la montaña es uno de justo equilibrio y sana razón. De cierta manera, es uno de los conceptos que el cristianismo, y para el caso el mismo Islam, aportó a la esencia del derecho romano que con toda su evolución es el que sustenta la mayoría de los regímenes más o menos democráticos de hoy en día.
De cierto os digo que la señora presidente Sheinbaum no ha leído la Biblia o interpreta su lectura de acuerdo con los dogmas del segundo piso de su transformación: de otra suerte, no sería promotora entusiasta de la destrucción de uno de los básicos instrumentos que la ley mexicana proporciona hasta ahora a los ciudadanos de a pie frente a los abusos de un estado prepotente e injusto como el que ella encabeza, el juicio de amparo.
Lo de la vara con la que mides serás medido, se traduce en la práctica política exterior de México en la no intervención y el respeto al derecho ajeno como garante de la paz, que es un muy discutible principio juarista que todo régimen saca cada 21 de marzo. Pero que la señora Claudia somete -en cuestión de dos minutos- a las interpretaciones más controvertidas.
Vamos a ver: el comité noruego decidió otorgar el premio Nobel de la Paz a la señora Corina Machado, de Venezuela. El mismo día en que el Congreso del Perú decidió destituir a la presidente de ese país, Dina Boularte, por unanimidad, considerando que no tiene el perfil moral para gobernar, por corrupta. Corina Machado es la líder indiscutida de la oposición al régimen dictatorial e ilegítimo de Nicolás Maduro, que violó el proceso electoral en el que perdió legalmente el poder. La señora Boularte llegó a la presidencia de Perú luego del fallido intento de golpe de Estado de Pedro Castillo, su antecesor, sujeto hoy a juicio en Lima.
Será él sereno, pero la presidente de México tiene dos varas para medir paños similares.
La distinción a una luchadora social, como ella, mujer, como ella, que procura como dice ella que lo hace por los suyos, lo mejor para sus paisanos, y anda escondida para que Maduro no la mande apresar, sólo le mereció a la mexicana una mención a la soberanía, la no intervención y no más juicio, ni felicitación ni expresión de contento. Más aún, a propósito de la situación en Perú, la señora Sheinbaum volvió a invocar el juicio del papá de Andy, que consideró siempre la destitución de Castillo como un golpe de Estado y una vez más insistió en su re instauración. Doble vara.
Se dice que la historia la escriben los vencedores. En realidad, la interpretan los que están, momentáneamente, en el poder.
Ayer fue 12 de Octubre, el día de la raza, que me enseñaron en la primaria. En las escaleras de la asamblea legislativa de la Ciudad de México, su alcaldesa Clara Brugada, se sometió a una limpia con yerbas y mitotes de sahumerios y humos de copal antes de rendir su informe de labores a un año de ejercicio. Esto, mientras en la radio yo escuchaba a un merolico de fin de semana negando el descubrimiento de América y el surgimiento de un mestizaje que nos dio lengua, cultura, raza, orgullo y consistencia. Él preferiría, como la señora Sheinbaum, que siguiéramos con los sacrificios humanos en el templo mayor.
Con la vara que mides….
PILÓN: PARA LA MAÑANERA DEL PUEBLO (porque no dejan entrar sin tapabocas): Las tragedias naturales sirven para poner a prueba a los gobernantes y a sus gobernados. Los sismos de 1985 fueron la tumba de Miguel de Lamadrid y pusieron la primera piedra de la transformación que hoy vivimos.
Igualmente dieron prueba de la entereza, solidaridad y madurez de los mexicanos de la capital, quienes en lugar de lanzarse al pillaje se pusieron a ejercer el poder popular en las funciones de salvamento, orden y solidaridad, cuando no había autoridad alguna.
Las catastróficas inundaciones en Veracruz, Hidalgo y otras partes de México son más graves de lo que se ven en la tele. Pero son al mismo tiempo una prueba de la idiotez que fue la decisión del papá de Andy de acabar con el Fonden. En abono a doña Claudia hay que reconocer que -a diferencia de su padrino, que nunca pisó el lodo de la destrucción del Otis en Acapulco- ella salió a visitar a los damnificados el fin de semana.
En su defensa apasionada del papá de Andy, la señora presidente afirma que el organismo del Fonden desapareció, pero que los fondos para los desastres ahí están. Y que si no alcanzan, se echará mano de otros dineros.
No, pos así, sí.
Minuto a minuto
