Las elecciones presidenciales del 3 de noviembre en Estados Unidos cobran importancia global por ser el país más poderoso del mundo, pero también porque se trata de Trump
El voto popular no es suficiente para ganar.
La aplicación de una vacuna masiva contra la Covid-19 todavía puede salvar los intereses electorales de la 4T, pero no llegará a tiempo para echar una mano al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien en 75 días busca ser reelecto.
Ahora, eso no significa que el republicano se pueda dar por derrotado. Ya había sucedido con la derrota de Al Gore frente a George Bush Jr. El voto popular no fue suficiente para ganar las elecciones presidenciales en un sistema de colegios electorales.
Y para los que habían olvidado ese episodio de finales del siglo pasado, ahí estuvo el proceso electoral del propio Trump frente a Hillary Clinton, en el que la demócrata también ganó la mayoría del voto de los estadounidenses. Pero, otra vez, los decisivos votos colegiados de Florida fueron para el republicano.
Las elecciones presidenciales del 3 de noviembre en Estados Unidos cobran importancia global por ser el país más poderoso del mundo, pero también porque se trata de Trump, quien ha implementado un estilo de gobernar que ha tenido impactos globales.
Así que, los estadounidenses votan, pero el mundo apuesta. Y los deseos apuntan más a sacar a este personaje de la Casa Blanca, que a desear que se quede otros cuatro años más “en la oficina”.
Las encuestas, esas que tanto fallaron en la elección de hace cuatro años, dan ventaja al virtual candidato demócrata, Joe Biden. Pero todavía no por el amplio margen que se requeriría para garantizar que la voluntad individual del voto empataría inevitablemente con la obtención de los colegios electorales necesarios.
La más reciente encuesta de CNN y SSRS, ya con Kamala Harris incorporada como candidata a la vicepresidencia, mantiene a Biden con 53% de las preferencias, frente a 46% de Trump. No es poca la diferencia, pero el margen de error es de cuatro puntos y en los estados más importantes, la diferencia es mucho menor.
La encuesta, también de las últimas horas, de ABC News y The Washington Post da 12 puntos de ventaja a Biden, 53%, contra 41% para Trump. Y el promedio de las encuestas más serias, estimado por Real Clear Politics, le dan un promedio de siete puntos al demócrata sobre el republicano.
Ciertamente, Trump no tendrá a tiempo una vacuna para mandar a los niños a la escuela y garantizar estadios y centros comerciales llenos que reactiven la economía. Pero todavía tiene bajo la manga muchas medidas fiscales que pueden generar una sensación temporal de alivio frente a las crisis de salud y económica. Y tiene twitter y hay quien dice que tiene a los rusos. En fin, Trump usará todo lo que tenga a su alcance para ganar.
La ventaja en las encuestas para Biden todavía no es contundente, eso deja un respiro a Trump que en estos dos meses y fracción dará su resto para hacer, como siempre, lo que quiere.
No es todavía una apuesta clara, es un sistema electoral complejo, Biden suele ser jabonoso en sus declaraciones y Trump es un peligroso populista herido. Nada está escrito.