Las más recientes encuestas, de Gallup, marcan un nivel de aprobación del 35% a Trump, contra casi 70% de desaprobación, similar a las encuestas de Reuters/Ipsos que le dan 38% contra 60% de desaprobación, como los sondeos del New York Times
En 2026, Estados Unidos llega a 250 años de su creación, con el gran desafío que nunca imaginaron los Padres Fundadores de ésta, la más grande democracia del mundo, ahora en peligro.
A diferencia de todos sus antecesores, el primer presidente en la historia, convicto criminalmente, con 34 cargos, varias consignaciones y juicios pendientes, que ha logrado borrar, parece imponer más su interés personal, a la Constitución y el interés nacional, mientras multiplica su fortuna y obtiene un poder casi absoluto, que la Suprema Corte de Justicia parece se dispone a aumentar, autorizando sus despidos masivos de burócratas.
Actuando contra la tradicional alianza estratégicas de Estados Unidos con países europeos, para derrotar a la Alemania Nazi y el fascismo, promover y defender la democracia y respeto a los derechos humanos, civiles y laborales en el mundo, este mandatario abrazó a Rusia, enemigo tradicional de esta superpotencia, apoyando el “cese al fuego,”de Moscú, que implica la rendición de Ucrania e ilegal despojo de su territorio, en lo que, de acuerdo al presidente francés Emmanuel Macrón, “podría ser una traición de Estados Unidos” a Kiev.
Algo similar a lo ocurrido con la sangrienta “demolición” de Gaza, del genocida y criminal de guerra prófugo Benjamin Netanyahu, que pisoteó el reconocimiento internacional unánime de la ONU, al Estado Palestino, a cambio de la oportunidad de enriquecerse, invirtiendo en “La Riviera,” que Israel planea construir sobre territorio regado con la sangre de casi 100 mil palestinos, para despojarlos también de su territorio, a los que continúa asesinando, mofándose de la comunidad internacional.
Aunque el presidente y la Casa Blanca lo niegan, argumentando supuesta “independencia” de sus empresas, “manejadas” por sus hijos, el grupo Trump obtiene ventajosas concesiones en el mundo, en el esfuerzo de multiplicar sus clubes de golf, hoteles y condominios en Arabia Saudita, Jordania, Qatar, India, Rumania, Vietnam, Indonesia, Escocia, Dubai, Filipinas, Corea del Sur, Turquía y Uruguay.
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Sólo una faceta en la agenda, del ambicioso mandatario narcisista, autoritario, caprichoso, deshonesto y corrupto; con un borrascoso pasado, íntimamente ligado durante casi 2 décadas, a Jeffrey Epstein, el conocido pederasta que pasó a ser, de simple maestro de matemáticas, a multimillonario depredador sexual, violador, explotador y traficante de miles de menores de edad, de quien el presidente lucha infructuosamente de distanciarse, haciendo lo imposible, por impedir que el inmenso archivo de fotos, videos, emails y abrumadora e irrefutable evidencia que liga a él y su esposa, con el creador de lo que parece fue, una inmensa maquinaria de chantaje político, supuestamente concebida por el Mossad, la agencia de inteligencia israelí, para el que trabajaba Robert Maxwell, padre de Gishlaine Maxwell, novia de Epstein.
Lejos de cumplir sus promesas de campaña y trabajar para reducir costos de los alimentos y combustibles, generar empleos, detener la inflación y conjurar la inflación, que aumentó los costos de las Cena de Acción de Gracias y la Navidad, que niega con falsedades, afirmando que “los precios se han reducido y la economía crece,” lo que todo mundo sabe es mentira, Trump y su partido tienen ahora un nivel de aprobación del 30%, el más bajo en solo 10 meses de gestión.
Y es que el presidente está inmerso en que se cumplan caprichos sus personales, como la construcción de un gigantesco salón de fiestas en casi 30,000 metros cuadrados, con capacidad para mil personas, con una inversión de 350 millones de dólares, tras demoler, sin consultar a nadie, la histórica Ala Este de la Casa Blanca, donde también cambio el Jardín de las Rosas, creado por la exPrimera Dama Ellen Wilson in 1913, en patio de concreto.
James McCreery II, el arquitecto asignado inicialmente para el proyecto, propuso que el salón se construyera en menor superficie, para no romper la armonía del conjunto de la sede del poder ejecutivo de Estados Unidos, lo que rechazó el presidente, quien encargó el proyecto ahora al arquitecto judío Shalom Baranes.
Otra de sus obsesiones era recibir un Premio Nobel de la Paz, otorgado este año a Corina Machado, de Venezuela.
Con el argumento de que Trump “salvó la vida de millones de personas, “mediando” en 8 conflictos,” Gianni Infantino, presidente de FIFA, entregó el Premio y medalla ,en una cena de esa organización sobre el programa de la Copa Mundial 2026, en el Centro Kennedy, institución de la que el presidente despidió a todo el comité directivo, para asumir la presidencia, dejando entrever que lo podría nombrar Centro Trump-Kennedy para las Artes.
Aunque no vino del Comité Nobel, que hace un completo análisis de los candidatos, Trump recibió el “Premio de la Paz,” que codiciaba, de su fan y amigo “Gianni Boy”, presidente de FIFA, quien, al margen del tema deportivo e ignorando estatutos de esa organización, que prohiben el partidismo político, no tuvo empacho en crear el “premio,” diseñado especialmente, para hacer realidad el sueño del presidente estadounidense, aún a pesar de fuertes críticas que ahora enfrenta.
Fanáticos republicanos en el Congreso, que han propuesto que gobierne un tercer período, también le transmitieron la idea de construir el “Arco de Trump,” al pié del Key Bridge, que comunica a Arlington con Washington y otras medidas similares, mientras languidecen las esperanzas de quienes votaron por él, en que mejore la economía, mientras aumentan escíndalos de sus colaboradores.
Como Pete Heghseth, Secretario de Defensa, por el indiscriminado bombardeo de lanchas presuntamente traficando drogas, sin presentar evidencias de cargamentos ni del destino al que viajaban y en algunos casos, repitiendo el ataque contra sobrevivientes, en lo que legisladores y expertos consideran crimen de guerra.
De la Secretaria de Seguridad Interna Kristi Noem, señalada por la concesión de contratos por 220 millones de dólares a Strategy Group, misteriosa empresa registrada en Delaware, contratada durante su campaña para la gubernatura de Dakota del Sur y cuyo CEO es Ben Yoho, esposo de Tricia Mc Laughlin, Vocera del Departamento de Seguridad Interna, que maneja un presupuesto de 150 mil millones de dólares.
O de Kash Pattel, Director del FBI, quien habría usado el avión matrícula N708JH, de esa agencia federal, para viajar de Virginia a Pensilvania, para asistir a un concierto de su novia Alexis Wilkins, el 25 de Octubre, quien actuaría en un evento de Lucha Libre y a quien habría comisionado un equipo de seguridad del FBI para protegerla y luego viajo con ella a Nashville, Tennessee, de acuerdo a reportes.
Las más recientes encuestas, de Gallup, marcan un nivel de aprobación del 35% a Trump, contra casi 70% de desaprobación, similar a las encuestas de Reuters/Ipsos que le dan 38% contra 60% de desaprobación, como los sondeos del New York Times, aumentando el temor de un aplastante triunfo demócrata en las elecciones intermedias de 2026, que ha llevado a la deserción de decenas de legisladores republicanos, que no quieren ser parte de una minoría.
Un total de 47 legisladores anunciaron que no buscaran su reelección; 27 son Republicanos y 20 son demócratas buscando posiciones mas altas, como gubernaturas o escaños en el Senado, donde personalidades como Mitch Mc Connell, de Kentucky se retiran, igual que Tom Tillis, de Carolina del Norte, Joni Ernst, de Iowa y otros, aunque también demócratas como Rick Durbin, de Illinois, Tina Smith, de Minnessotta y Jeanne Shaheed, de New Hampshire.
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