Que ni Godoy ni Zaldívar le hicieran ver lo insensato de acusar a Lichtman es patético, escandaloso y preocupante, porque la indefensión de Claudia es la indefensión del Estado mexicano…
Aunque no sea su función a cargo de Política y Gobierno, el ex ministro Arturo Zaldívar debió prevenir a la presidenta Claudia Sheinbaum de lo que tampoco hizo la Consejería Jurídica del Poder Ejecutivo, que levantó ya una ridícula demanda en México “por difamación” contra Jeffrey Lichtman, abogado de Ovidio Guzmán.
Bien que no la presentara personalmente, sino a través de su representación, que encabeza Ernestina Godoy, pero es una acción totalmente insensata. Equivale a que un ingenuo demandara en México a un taxista de París o Roma por algún insulto.
“Vamos a presentar una demanda por difamación, aquí en México”, anticipó antier la mandataria. “No en relación a mi persona, porque no vale la pena entrar a eso, sino en relación a lo que dijo sobre el caso Cienfuegos…”.
Ayer informó:
“Por cierto, ya se puso la demanda, ¿eh?, la Consejería Jurídica…”.
—¿Se tiene en cuenta que el ex presidente López Obrador se había planteado demandar al abogado de García Luna? Él mismo había mencionado que era un poco complicado, porque tienen protección en Estados Unidos. ¿Han tomado en cuenta este asunto?
—Sí. Lo demandamos aquí en México.
—¿Y cuáles serían las medidas que están esperando de resarcimiento, de sanción, que ofrezca disculpas?
—Ya que lo explique la consejera…
Lichtman la acusó públicamente de ser el “brazo de relaciones públicas de una organización narcotraficante”, y afirmó: “La idea de que México haya participado en un acuerdo como este (con Ovidio) es absurda. Este (México) es un país que permitió que el general Cienfuegos, que fue acusado aquí, regresara para luego ser liberado. ¿Creen que Estados Unidos los va a incluir en un acuerdo judicial? Por supuesto que no”.
Sheinbaum no está obligada a dominar las leyes, pero sí quien presidió la Suprema Corte de Justicia y sobre todo su Consejería Jurídica.
¿Zaldívar y Godoy ignoran que los delitos de injurias, difamación y calumnia fueron derogados en 2007, como consta en los artículos 348 a 359 del Código Penal Federal?
Claro, apenas han transcurrido ¡18 años!, ¿verdad? Parece ser muy pronto para que los abogados de la Presidenta lo supieran y por esto no la previnieron sobre lo conveniente de no escalar el enfrentamiento.
La demanda contra Lichtman es un enorme, bochornoso error.
(Muchos, por cierto, han sido los abogados que han opinado sobre el levantamiento de la estéril demanda, pero ninguno ha dicho que el delito de difamación ya no existe y la única manera de litigarlo, pero como “daño moral”, es por la vía civil.
Fue durante el calderonato que se despenalizó, entre otras razones por la sistemática exigencia de la “izquierda” que hoy encarna la presidenta Sheinbaum, a quien debieron advertirle que la declaración del abogado de Ovidio no se cometió en México, sino en Nueva York, donde en todo caso debió demandársele.
Que ni Godoy ni Zaldívar le hicieran ver lo insensato de acusar a Lichtman es patético, escandaloso y preocupante, porque la indefensión de Claudia es la indefensión del Estado mexicano…