México es el proveedor del 90% del jitomate que se consume en EU, de aplicarse la cuota señalada, los estadounidenses –a los que de cariño les decimos gringos- sufrirán un aumento en el precio del preciado vegetal del 11.54%
Estaban los tomatitos/ muy contentitos/ cuando llegó el verdugo/ con aranceles/pinche viejo tarugo/ por tus desdenes/ te mentamos la madre/ con un quejido bien fuerte.
La paráfrasis del conocido jingle publicitario, cuyo autor, si no estoy mal informado, es nada menos que el destacado escritor Fernando del Paso (1935-2018), en su faceta alimentaria de publicista, me sirve para introducir el tema del nuevo balazo en el pie que Donald Trump intenta disparar a los consumidores de salsa cátsup, que en Estados Unidos son millones, pues la utilizan, principalmente, para aderezar dos de sus calóricas comidas favoritas: hamburguesas y hot dogs, al anunciar aranceles compensatorios del 20.91% al jitomate –tomate- mexicano a partir del 14 de julio, según los planes que el señor anaranjado trae contra el fruto colorado.
Además de cátsup, las hamburguesas llevan rebanadas de esta hortaliza con la que también se elaboran sabrosas y nutritivas ensaladas, así como las salsas que acompañan la pasta estilo italiano y otras especialidades culinarias, igualmente bebidas como el Bloody Mary.
A través del Departamento de Comercio, el gobierno de Estados Unidos comunicó la imposición del mencionado arancel a las importaciones de tomate mexicano, tras retirarse de un acuerdo, firmado en el 2019, que hipócrita y mentirosamente afirma no protegió a los productores estadounidenses.
Según la nota de Roberto Morales, publicada en El Economista, el pasado martes, el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) hizo saber: “El tomate mexicano ha sido clave para ofrecer precios accesibles y disponibilidad durante todo el año al consumidor estadounidense, gracias a su calidad, sabor y competitividad”. El grupo expresó su preocupación ante lo anunciado por el Departamento de Comercio, al considerar que la medida unilateral distorsiona el comercio agrícola internacional.
México es el proveedor del 90% del jitomate que se consume en EU, de aplicarse la cuota señalada, los estadounidenses –a los que de cariño les decimos gringos- sufrirán un aumento en el precio del preciado vegetal del 11.54%.
Según la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida, la industria del jitomate genera en México 500 mil empleos directos y un millón de indirectos anualmente. El Consejo Nacional Agropecuario explicó que la cadena agroexportadora de la hortaliza involucra a más de 33 mil productores, 85 empacadoras y 170 importadoras; en EU crea 57 mil empleos, produce 9 mil 200 millones de dólares y origina otros mil 500 millones en impuestos.
Para el susodicho Consejo Nacional Agropecuario, no todo está perdido, ha señalado que el arancel aún está en evaluación, lo cual nos hace pensar que en 90 días todo puede cambiar según el humor con el que se levante el “terrorista arancelario”, Donald Trump, quien está hundiendo a su país en el caos y en una probable recesión y al mundo en la incertidumbre. Su persona pierde más popularidad que Luis R. Conriquez al dejar de cantar narcocorridos.
Punto final
Imposible soslayar el décimo aniversario de la muerte de Eduardo Galeano (1940-2015), uruguayo, periodista y escritor de verdadera izquierda. Autor de 35 libros, la mayoría destacados por su buena prosa de apretada síntesis; el más emblemático ‘Las venas abiertas de América Latina’. Aficionado al balón pie, se designó a si mismo como limosnero del fútbol que recorriera los estadios del mundo suplicando: ‘una buena jugadita por el amor de Dios’. Gran charlista en una de sus conferencias dijo: ‘Estudiando las estadísticas internacionales más serias pude comprobar que el mundo está destinando cinco veces menos dinero a la cura del mal de Alzheimer, que a los estímulos para la sexualidad masculina y a las siliconas para la belleza femenina. O sea que de aquí a unos años vamos a tener viejas de tetas enormes y viejos de pene duro pero ninguno conseguirá recordar para que sirven’.
Minuto a minuto
