Cuando a los mercados financieros se le acaban las matemáticas para hacer sus predicciones, echan mano de las fechas cabalísticas y octubre es una de esas aduanas que suelen cumplir al pie de la letra con los peores temores
Cuando a los mercados financieros se le acaban las matemáticas para hacer sus predicciones, echan mano de las fechas cabalísticas y octubre es una de esas aduanas que suelen cumplir al pie de la letra con los peores temores.
Octubre es, de entrada, mes de reportes de las emisoras que cotizan en los mercados bursátiles. Es momento de determinar si se cumplirán las expectativas anuales y con base en eso planear el siguiente. También es el inicio del año fiscal en Estados Unidos, con lo que eso puede implicar.
Muchos inversionistas empiezan a acomodar sus portafolios con miras al cierre del año. Además de que el décimo mes ya tiene esta fama de ser muy malo en el ámbito financiero y eso colabora en que se generen profecías autocumplidas.
Pero en particular este mes de octubre que iniciamos sí trae, para mala fortuna de los indicadores financieros, su propia cauda de problemas.
Más allá de la mala suerte y las creencias, octubre del 2019 trae consigo los riesgos para la economía global de la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Ambas partes quieren aparentar que las diferencias entre ambos no están afectando su desempeño económico. Pero la realidad es que hay un deterioro económico global como consecuencia de este enfrentamiento.
Y es justamente el cúmulo de señales de una eventual recesión en Estados Unidos lo que también acumula malos augurios a los mercados.
A octubre también habrá que cargarle la tensión política creciente entre demócratas y republicanos por el posible proceso de destitución que quieren abrir en contra del presidente estadounidense, Donald Trump, por su posible uso electoral de un asunto de política exterior del gobierno. Específicamente de su relación con Ucrania.
El último día de este mes está programado que ocurra un hecho que habrá de afectar al planeta entero, si las cosas se mantienen como hasta hoy. El día de Halloween será también el día en que se dé un rompimiento sin acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea. Lo que parece viable es que consigan una prórroga, mas no un buen acuerdo.
Sume a octubre el final del plazo para que los demócratas ratifiquen el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y las dudas sobre la relación trilateral sin este nuevo pacto.
Octubre, pues, ha sido en la historia un mes de muy malos resultados financieros en todo el mundo. Y esos episodios acaban por alimentar la leyenda y la mala fama del mes. Como sea, la Gran Depresión de 1929 inició el 29 de octubre de ese año con el Jueves Negro.
En 1987, el lunes 19 de octubre, se dio el primer bandazo que culminó con una muy recordada crisis bursátil en México y en otras partes del mundo.
¿Se acuerdan del Efecto Dragón? Bueno, ése fue de octubre de 1997. La Gran Recesión del 2008 tuvo sus peores episodios entre septiembre y octubre.
Y bueno, nada menos, en octubre del año pasado el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores tuvo su peor caída en 10 años. Y eso porque el gobierno del entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, eligió octubre para cancelar el aeropuerto de Texcoco, una pifia de la que no nos hemos levantado.
En fin, que octubre tiene su historia y si bien no todos los décimos meses de los años anteriores han sido tan catastróficos en materia financiera, aquellos que sí han sido de terror son suficientes para crear esta leyenda negra.