Pero un bloque de comisionados asumió esa declaración como una afrenta de Monreal Ávila y por intercesión de Julieta del Río, pidió que la cita se concretara a la brevedad
Durante tres meses, su autenticidad estuvo en duda. Y es que la propuesta de reingeniería del Inai, elaborado por la ponencia de la comisionada Norma Julieta del Río Venegas, sólo fue compartido con un puñado de altos funcionarios, incluida Rosa Icela Rodríguez.
El resto de los integrantes del Pleno del Instituto conoció un resumen ejecutivo del estudio. Y aunque hubo insistentes peticiones —tramitadas en la Plataforma Nacional de Transparencia— se mantuvo a buen resguardo.
En diciembre del año pasado, cuando buscó llegar a la presidencia del Inai, Del Río Venegas planteó por primera vez su proyecto de reingeniería. Ante las denuncias por presuntos gastos suntuosos y una burocracia abultada, dicha propuesta se convirtió en un borrador sobre un recorte de 20% al presupuesto de la institución, incluida la reducción en la integración del Pleno, que pasaría de siete a cinco asientos y la eliminación de casi un centenar de mandos medios.
La duplicidad de funciones y el exceso de personal, pero sobre todo una cultura del resentimiento —heredada desde que se fundó el IFAI, hace 20 años— serán los temas de la reunión que finalmente sostendrán los comisionados del Instituto con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez.
El pasado lunes, a las10:30 horas, el presidente comisionado del Inai, Adrián Alcalá, informó a sus colegas que durante el fin de semana —sin precisar la fecha— había recibido un mensaje de la oficina de la secretaria Rodríguez Velázquez con información sobre una reunión de trabajo, agendada al mediodía del miércoles 16.
La cita, confirmó la comisionada Norma Julieta del Río Venegas, sería para “intercambiar posiciones” sobre la reforma a los organismos autónomos. Y se habría precipitado —de acuerdo con otros comisionados, consultados al respecto— tras de que el coordinador de la bancada morenista en San Lázaro, Ricardo Monreal Ávila, declarara que “antes de diciembre” quedaría sancionada la reforma constitucional que elimina los órganos autónomos.
Antes, la reforma judicial y el estamento que integra la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas. En noviembre —marca la agenda legislativa del primer periodo ordinario de sesiones— llegará el paquete económico y con él, una nueva estructura organizativa para la administración pública federal.
Pero un bloque de comisionados asumió esa declaración como una afrenta de Monreal Ávila y por intercesión de Julieta del Río, pidió que la cita se concretara a la brevedad.
Por instrucciones superiores, la secretaria de Gobernación escuchará a los comisionados del Inai. Ese diálogo fútil tendrá al menos un efecto catártico. Pero la instrucción presidencial ahora tendrá una doble ejecución. Y es que la desaparición de los órganos autónomos sigue una ruta parlamentaria. Otra, paralela, es la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública que contempla la transformación de la actual secretaría de la Función Pública en la nueva Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno.
Efectos secundarios
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