En su propio escrito El Mayo perdió lo que buscaba y desaprovechó la oportunidad de mencionar que cuando llegó a territorio estadunidense lo estaban esperando agentes federales del gobierno de Joe Biden
Con lo dicho el martes por el fiscal Alejandro Gertz Manero, permeó la idea de que la exigencia de Ismael El Mayo Zambada para que el gobierno mexicano interceda en su favor ante el estadunidense estaba satisfecha desde tiempo atrás.
Pero ayer con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, uno de los abogados que llevan en México la defensa consular, Juan Manuel Delgado, difirió de lo dicho por Gertz y aseguró que no está colmada la petición.
Distinguiéndola de la extradición, el litigante enfatizó que lo que piden es la “repatriación inmediata” de Zambada, arguyendo violación a sus derechos humanos y a la soberanía nacional.
Su estrategia parece inspirada en el caso del general Salvador Cienfuegos, sin considerar que contra este prominente militar lo único que tenía Estados Unidos eran inverosímiles chismes de narcotraficantes y descabelladas interpretaciones de la DEA.
La defensa de El Mayo, como señalé ayer, cometió el error de no hacer imputación alguna en su argumentación a las autoridades estadunidenses, pese a que sus agentes federales estaban esperando al personaje en el aeródromo de Santa Teresa, Nuevo México, para detenerlo.
Alegan violación a los derechos humanos, para lo cual tendrían que inculpar a alguna dependencia oficial o a servidores públicos mexicanos y no solo a “un particular” (Joaquín Guzmán López, quien lo emboscó, sometió, secuestró y entregó en territorio estadunidense). En ese tema, lo que les queda a Zambada y sus abogados es levantar una inútil queja ante la chatarrizada CNDH de Rosario Piedra para que, como lo hizo con Mario Aburto, abogue por él.
Igual que los malos políticos cuando a falta de razón se envuelven en la bandera, El Mayo y sus abogados alegan una supuesta “violación a la soberanía nacional”, pero en su carta no hay un solo dato de intervención de agentes estadunidenses en su secuestro y traslado.
En su propio escrito El Mayo perdió lo que buscaba y desaprovechó la oportunidad de mencionar que cuando llegó a territorio estadunidense lo estaban esperando agentes federales del gobierno de Joe Biden.
Según el litigante Delgado, son tres las peticiones no satisfechas:
a) la “repatriación”, de la que Sheinbaum dijo que será la FGR la que decidirá lo que proceda (aunque acotó que ya Gertz había explicado la situación, lo que significa que, en el mejor de los casos, se trabaja en torno a la ilusoria extradición);
b) se exija a EU garantías de que no se le aplicará la pena de muerte, y
c) protesta y solicitud de que el proceso en EU sea declarado “ilícito”.
En su argumento, Delgado recurre al famoso “efecto corruptor” invocado por Arturo Zaldívar para liberar a Florence Cassez.
Sin embargo, una cosa es que Zambada haya “caído del cielo” en EU por la acción de un particular (como dice El Mayo mismo) y otra que el proceso por la acusación de diversos y graves delitos esté “viciado”, porque esencial y jurídicamente no lo está…