Excluidos de esta convocatoria, empero, unos pocos han merecido el reconocimiento público del Primer Mandatario, entre ellos FunSalud, Fundación Teletón y la Fundación Slim
Haber realizado un acto heroico y mostrar una conducta ejemplar son los requisitos que debieron cumplir los aspirantes a la condecoración Miguel Hidalgo, que entregará el gobierno de México para premiar al personal de salud de la Administración Pública Federal, que trabaja en la atención de la emergencia sanitaria provocada por la Covid-19.
Divididas en tres categorías, los reconocimientos –de acuerdo al plan original– serían entregados por el Ejecutivo federal en el marco de los festejos patrios. Una modificación a la convocatoria amplió el plazo de registro para las candidaturas a las 7,150 preseas Grado Banda hasta el próximo 20 de septiembre; mientras, es inminente la designación de los 58 galardonados con la presea en Grado Collar, y 500 en Grado Cruz, además de la entrega de placas a los hospitales Covid habilitados por las autoridades sanitarias desde el pasado 23 de marzo.
Pacientes, médicos y enfermeras de las instituciones del sector salud fueron emplazados para postular al personal que –a su juicio– son merecedores de este galardón, el más alto entregado por el Estado mexicano a sus ciudadanos para premiar servicios prestados a la patria. Uno de los funcionarios con mayores nominaciones es el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez.
En las antípodas, muchos que desde trincheras distintas a la Cuarta Transformación han dedicado importantes recursos –materiales y humanos– para mitigar los efectos de la peor debacle económica y sanitaria en un siglo en nuestro país. Excluidos de esta convocatoria, empero, unos pocos han merecido el reconocimiento público del Primer Mandatario, entre ellos FunSalud, Fundación Teletón y la Fundación Slim.
También dentro del aparato gubernamental hay exclusiones. Allí está la historia del grupo de alumnos y profesores del Laboratorio Nacional en Sistemas Embebidos, Diseño Electrónico, Avanzado y Microsistemas del Instituto Tecnológico de Morelia. Justo hace seis meses fueron contactados por los directivos del área médica del Hospital General de Zona 83, luego de que comenzaran a repartir líquidos sanitizantes entre taxistas y centros de salud de la capital michoacana.
En ese nosocomio, de segundo nivel adscrito al IMSS, poco después sería declarado hospital Covid y entre su inventario tenía tres ventiladores volumétricos, en desuso. ¿En el Tec Morelia podían revisarlos y repararlos? La tarea fue asignada al investigador Juan Alfonso Salazar Torres, quien con tres estudiantes de Ingeniería en Mecatrónica, cumplió con la encomienda, sin retrasos ni pretextos. Esos equipos habían permanecido embodegados, por lo que su rehabilitación fue relativamente sencilla.
La delegación del IMSS-Michoacán y la directiva del Tec Morelia firmaron un acuerdo para reparar respiradores en mal estado. Por esa acción administrativa y un comentario de director de esa institución, Zoé Robledo, en la conferencia mañanera –que quiso ser desmentido torpemente por el gobernador Silvano Aureoles– antes de un mes habían llegado 176 ventiladores de distintos lugares del país. Esos equipos –sin importar el resultado final– fueron sometidos a un riguroso proceso de desinfección, antes del diagnóstico: 80 eran “reparables” pero por ser modelos obsoletos –fueron adquiridos hace una década– ha sido difícil encontrar las refacciones; otros 45 ventiladores reparados ya fueron entregados, tras de ser calibrados en SLP, y 51 están en espera de refacciones y la certificación de Cofepris.
Mientras trabajaban en el laboratorio del Tec Morelia a marchas forzadas, la Cancillería comenzó a recibir las primeras entregas de ventiladores, procedentes de Estados Unidos y China. Y rehabilitar los viejos aparatos pasó a ser una tarea no prioritaria.
El personal docente, los alumnos y los egresados de la institución educativa –todos voluntarios– invirtieron su tiempo y su dinero para proteger su seguridad personal al igual que el personal médico que colabora directamente en la atención clínica de los pacientes dentro de los hospitales Covid de la Red IRAG. Del grupo original, que llegó a integrar a medio centenar de técnicos, ahora sólo quedan 15 especialistas bajo la coordinación del doctor Alfonso Salazar Torres, quienes esperan que el IMSS consiga el presupuesto para completar su tarea. De una presea Hidalgo o un apoyo económico del Conacyt, ni hablar.
Efectos secundarios
PERFILADAS. En aras de la paridad, al menos la mitad de las nominaciones a las 15 gubernaturas que estarán en disputa el año próximo, en las elecciones concurrentes con la federal intermedia del sexenio lopezobradorista, deberán ser para mujeres morenistas. Y ya se perfilan precandidatas bien posicionadas: las senadoras Imelda Castro, para Sinaloa y Alejandra León Gastélum, para Baja California; la diputada federal Claudia Yáñez Centeno-Cabrera, para Colima; y la actual alcaldesa de Los Cabos, Armida Castro, para Baja California Sur, donde el PAN buscará retener el Ejecutivo estatal y tiene entre sus principales prospectos a la senadora Lupita Saldaña. En Tlaxcala, Morena iría con la exsenadora Lorena Cuéllar… o con una candidata externa: la empresaria Dulce Silva. Por esa misma vía, Morena podría optar por incluir a la alcaldesa de Escobedo, Clara Luz Flores, para Nuevo León.
CONTAGIO. Chile está a la vanguardia en América Latina, en lo referente a políticas públicas para desincentivar el consumo de producto con exceso de nutrientes críticos. Aquella nación sudamericana, al igual que México, instauró un IEPS a las bebidas azucaradas, que en el 2014 aumentó de 13% a 18%, mientras que Argentina ya discute la posibilidad de decretar un etiquetado frontal. Para el Laboratorio de Datos contra la Obesidad, ninguna iniciativa de esta naturaleza tendrá éxito si no es parte de políticas públicas integrales.