En vísperas del último debate presidencial, profusamente circulan videos y archivos que buscan denostar a Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador, por distintas razones pero con el mismo objetivo: minar su integridad. “Ya hay demasiada evidencia que no se puede soslayar”, clamó anoche Ernesto Cordero Arroyo, presidente de la mesa directiva del Senado de … Continued
En vísperas del último debate presidencial, profusamente circulan videos y archivos que buscan denostar a Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador, por distintas razones pero con el mismo objetivo: minar su integridad.
“Ya hay demasiada evidencia que no se puede soslayar”, clamó anoche Ernesto Cordero Arroyo, presidente de la mesa directiva del Senado de la República a las afueras de la SEIDO, donde presentó una denuncia de hechos sobre la presunta red de lavado de dinero y tráfico de influencias que tendría en el centro a los Anaya. Al abanderado presidencial del frente opositor, sin duda, pero también a su esposa, Carolina, y a su suegro, el empresario queretano de origen español, Donino Martínez Díez.
Casi al mismo tiempo, circulaba profusamente en las redes sociales copia de la denuncia presentada por el abogado fiscalista Alejandro Ponce Rivera hace dos meses contra AMLO y Beatriz Gutiérrez Müller, por los probables delitos de lavado de dinero, operaciones con recursos de procedencia ilícita. Sin ingresos comprobables en los años recientes —acusó— el abanderado presidencial izquierdista y su esposa tendrían un patrimonio inmobiliario de sospechoso origen.
Ese material habría servido para soportar las acusaciones que Meade Kuribreña formuló contra AMLO en el primer debate, pero nadie lo levantó mediáticamente. Tampoco hay muchas posibilidades de que tenga impacto en las próximas horas. Pero allí están las push polls y los videos —uno de ellos, de Manuel Cossío, de Radar Digital— para denostar a Morena.
Anoche, el senador Cordero Arroyo acudió a la sede la PGR para interponer una denuncia contra el abanderado presidencial de Por México al Frente, por supuesto peculado, enriquecimento inexplicable y delincuencia organizada.
Si bien los anayistas creen haber encontrado una ruta de escape, con su denuncia sobre el “pacto de impunidad” presuntamente alcanzado por AMLO y Los Pinos, entre los estrategas de Meade saben que las sospechas sobre la honestidad del ex jefe nacional del PAN le han permitido a su candidato cerrar la brecha y llegar prácticamente empatados al último tramo de la contienda presidencial.
En cualquier caso, el “caso Anaya” y la respuesta del comando frentista han eliminado las propuestas de campaña formuladas por ambos. Y ahora el debate gira en torno al videoescándalo protagonizado por Juan Carlos Barreiro, hermano del empresario investigado por la PGR por presunto lavado de dinero.
En este video, Juan Carlos Barreiro describe la forma en que su hermano habría hecho negocios en Querétaro con Anaya y en lo particular, señalaron que usaron información privilegiada para comprar terrenos a precios bajo precio y luego venderlos en millones de pesos, de los cuales el abanderado panista recibía una parte.
El hermano de Manuel Barreiro revela que Anaya se acercó a un grupo de empresarios “por dinero” y que éstos hicieron “algo” para hacerle llegar muchísimo dinero. Esta afirmación podría implicar a Anaya en el delito de uso indebido de dinero privado en su campaña.
La difusión de la primera parte de esa acusación digital dio elementos a Meade Kuribreña para llamar “vulgar ladrón” a Anaya. “Se clavó una lana (y) lo cacharon”, sentenció. Y el presidente del Senado de la República cree que la filmación aporta suficiente evidencia para que la PGR abra una investigación en contra del político panista.
Anaya acusó al presidente de la República, Enrique Peña Nieto de estar detrás de este nuevo ataque en su contra para desacreditarlo. Y ofreció crear una fiscalía especial para investigar la Casa Blanca y otros casos polémicos, como los de Ayotzinapa, Tlatlaya y Apatzingán.
EFECTOS SECUNDARIOS
ARTIFICIOSOS. Primero, las guayaberas. Los productores del tercer debate presidencial rechazaron la petición de los representantes de los candidatos presidenciales para usar la vestimenta peninsular. Y ahora, crece la preocupación por el “contacto físico” que los contendientes pudieran tener en el encuentro. ¿Fake news? El consejero electoral Roberto Ruiz salió al paso de los comentarios y explicó que los representantes de los candidatos presidenciales acordaron que permanecerán en sus lugares durante el programa televisivo. “Por alguna razón se desvirtuó esa regla”.
AGRAVANTES. En vísperas del debate de Mérida, The New York Times refirió la parálisis que redujo al caso Odebrecht a un mero castillo de naipes en México. Las pesquisas iniciadas por el entonces fiscal, Santiago Nieto Castillo, fueron archivadas, de acuerdo con el reportaje, y las averiguaciones iniciadas durante el paso de Raúl Cervantes en la PGR duermen en sueño de los justos porque “el PRI no puede arriesgarse a que aflore otro escándalo de corrupción antes de las elecciones de julio”. La consulta del expediente de la Fepade y la revisión de otros documentos y registros de transferencias sugieren que los sobornos a directivos de Pemex serían hasta por 16 millones de dólares, mucho más de lo indicado por la firma brasileña. “La indignación por un encubrimiento podría ser menos dañina para el partido que la exposición de más corrupción en un juicio”.