A dos meses del sismo de 8.1 grados que devastó al Istmo de Tehuantepec, ¿borrón y cuenta nueva? El anuncio de la representación de Sedatu en Oaxaca de un “segundo censo” provocó que los damnificados de Jalapa del Marqués bloquearan el tránsito vehicular en la carretera federal, a la altura del kilómetro 190. La bronca, … Continued
A dos meses del sismo de 8.1 grados que devastó al Istmo de Tehuantepec, ¿borrón y cuenta nueva? El anuncio de la representación de Sedatu en Oaxaca de un “segundo censo” provocó que los damnificados de Jalapa del Marqués bloquearan el tránsito vehicular en la carretera federal, a la altura del kilómetro 190.
La bronca, en primera instancia, para las autoridades del gobierno de Alejandro Murat Hinojosa. Pero los reclamos también son para Bansefi, por la promesa incumplida de reponer las tarjetas clonadas y entregar las pendientes, además de los recursos destinados al programa de Empleo Temporal, por Sedesol.
Oaxaca, a diferencia de Chiapas, fue el escenario del despliegue de media docena de secretarios de Estado tras de los infaustos sucesos del pasado 7 de septiembre. La coordinación de los esfuerzos oficiales recayó en la Secretaría de Gobernación, pero sobre todo en el subsecretario René Juárez Cisneros. En el levantamiento censal intervinieron funcionarios de los sectores agropecuario y medioambiental, mientras que la atención de albergues para los damnificados fue encargada a personal de Salud.
Médicos y enfermeras de todo el país fueron al Istmo. Entre ellos, estudiantes y maestros del Instituto Politécnico Nacional. Era un asunto de solidaridad en múltiples vías, pues además de los dos centros de estudios radicados en la capital oaxaqueña, un cúmulo de egresados de esa institución son originarios de la zona afectada, particularmente de Juchitán, El Espinal y Asunción Ixtaltepec, el Cerro Blanco donde casi no quedaron casas de pie.
Las brigadas politécnicas se instalaron en el Comisariado Ejidal. Y comenzaron a recorrer los caseríos alejados de la cabecera municipal. En uno de los recorridos del Ejecutivo, una joven irrumpió entre la comitiva presidencial y se quejó de la falta de apoyos del director general de la institución quien —acusó— ni siquiera había apoyado con transporte a los voluntarios.
Allí empezó la embestida contra Fernández Fassnacht, quien este fin de semana concluye el periodo para el que fue designado y espera la ratificación. En su contra, además de los politécnicos que participaron en las tareas de rescate, surgieron “voces independientes” y una facción legislativa de izquierda, que aboga por la autonomía de esa institución que congrega a 125 mil alumnos y 100 mil trabajadores.
Hace 10 días, tras de una consulta electrónica sobre la probable revalidación del mandato de Fernández Fassnacht, un contingente de alumnos y maestros marchó a Los Pinos con la única consigna de exigir que no haya reelección.
El movimiento disidente —de acuerdo a un reporte que circula en el Palacio de Cobián— involucra a sindicalistas y directivos de las escuelas de Medicina, Ciencias Biológicas y Homeopatía. Y es que los aspirantes “internos” al cargo están encabezados por el director de la ENCB y el secretario de gestión estratégica, Primo Alberto Calva Chavarría; mientras que el extitular del SAT y el actual director de la Comisión Federal de Electricidad, Jaime Francisco Hernández, —ambos vinculados al grupo de José Antonio Meade— son los “externos” más mencionados aunque estén desarraigados y estén al margen del proceso sucesorio.
Calva Chavarría estuvo en la lista de aspirantes, tras la renuncia de Yoloxóchitl Bustamante. De la misma forma, el exdiputado priista Víctor Alcérreca; el exsecretario de Extensión, Óscar Escárcega, y el director de infraestructura del Grupo Aeroportuario México, Raúl González Apaolaza, estarían a la espera de la designación presidencial.
Y como aquella ocasión, nadie sabe si será en la SEP donde se definirá la dirección general del IPN. Hace tres años, el entonces rector de la UNAM, José Narro Robles, asumió una posición favorable a Fernández Fassnatch que al final resultó definitiva respecto del cabildeo realizado por el exdirector de la institución, Enrique Villa Rivera, actual secretario de Educación en Sinaloa.
Sinaloense, vinculado al chilorio power, Villa Rivera habría asegurado que no tiene preferidos en este proceso sucesorio, en respuesta a las versiones que lo ubican detrás de la campaña contra la reelección del actual director general del Politécnico. “Si Narro puede opinar esta vez, lo hará a favor de Escárcega”, refieren otras fuentes que además apuntan al palomeo que el ex también funcionario federal habría obtenido en el Palacio de Cobián.
En cualquier caso, sostienen, Fernández Fassnatch no ha acordado con el titular de la SEP, quien habría encargado el seguimiento de estos asuntos a los subsecretarios Otto Granados Roldán, de Planeación, y Salvador Jara, de Educación Superior.
En segundo caso quedó la autonomía, que se convirtió en la demanda más sentida de la comunidad politécnica y estuvo latente en el movimiento que derivó en la renuncia de Yoloxóchitl y llevó a los estudiantes a las puertas del Palacio de Cobián.
EFECTOS SECUNDARIOS
DEFORESTACIÓN. En el 2016, según el Consejo Mexicano, se perdieron 250 mil hectáreas de bosque, de las cuales dos terceras partes —más de 150 mil hectáreas, una superficie equivalente a la Ciudad de México— están ubicadas en el sureste, particularmente en Chiapas y la península de Yucatán. Los focos rojos están prendidos en Campeche, donde se perdieron 54 mil 761 hectáreas de selva tropical.
REMITENTE. La licitación para asignar el contrato de la terminal intermodal del NAICM quedó en el limbo, pero el golpeteo mediático contra el consorcio encabezado por la firma portuguesa Mota-Engil, se ha intensificado. Y a todo esto, ¿de parte de quién?