Muchos republicanos estarán pendientes de la presentación de pruebas contra Trump y sus asesores, lo que finalmente podría empujarlos a reconocer públicamente su desacuerdo con acciones claramente criminales, deshonestas y maliciosas
En vísperas de otras históricas elecciones de medio término, un Comité bipartidista de la Cámara Baja del Congreso empezó a presentar su informe de la investigación acerca de la insurrección armada y asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021 que estuvo muy cerca de destruir la democracia norteamericana.
Ampliamente esperada, la presentación del reporte inició con la primera de seis audiencias televisadas en vivo, en horario estelar, con relevantes testigos de la Casa Blanca de Trump, intercalada con información sintetizada, directa, así como emocionales relatos de quienes vivieron esa experiencia, hablando de hechos, lugares, participantes, documentos clasificados y videos.
El Comité anunció que, además de toda la información que se ha difundido, habría “grandes sorpresas”, entre los que se espera, se haya incluido la consignación del expresidente Trump, al Departamento de Justicia, por delitos que garanticen uno o varios procesos criminales contra.
Y podría ser, porque justo hace días se anunció la consignación criminal con cargos de conspiración y sedición, de Enrique Tarrio, líder de la organización supremacista “Proud Boys” y sus lugartenientes Dominic Pezzola, Joe Biggs y Ethan Nordean.
En respuesta, nervioso y preocupado por más consignaciones y por el efecto que pueda tener en los numerosos procesos civiles y criminales que se siguen en su contra, el expresidente Trump exigió a sus seguidores republicanos, intensificar su campaña contra el presidente Joe Biden, a quien acusan de implementar una política de “fronteras abiertas” con la intención de “reemplazar a los electores blancos, por votantes de color, más obedientes y dóciles, para mantenerse en el poder, abrazando la “denuncia” de supremacistas blancos en la controversial manifestación de Charlottesville, VA.
De acuerdo con la más reciente encuesta de la Universidad de Quinnipiac, los estadounidenses consideran que la mayor amenaza a este país sigue siendo interna; 58% cree que la democracia está en riesgo, 53% que la división política empeorará y 57% no cree en la presunta “expansión” de fraude electoral que denuncia los republicanos.
Gradualmente se presentarán los más de 1.000 testimonios, entrevistas grabadas, 125.000 récords, documentos clasificados, fotografías y videos obtenidos por el Comité, venciendo la obstrucción y recursos legales interpuestos por Trump y sus aliados, que querían mantenerlos en secreto, igual que la nominación de “electores” clandestinos alternos, por el ilimitado abuso de la fuerza de los poderes Ejecutivo y Legislativo, federal y estatal, para imponer la voluntad de Trump sobre el voto popular de los estadounidenses.
Cassidy Hutchinson, funcionaria de nivel medio de la Casa Blanca, durante la administración Trump, es uno de los testigos estelares, luego de haber colaborado, testificando y aportado una gran cantidad de documentos, de gran ayuda para reconstruir la conspiración criminal, identificar el papel de John Eastman, Rudy Giuliani, Sidney Powell y otros protagonistas, así como sus intereses y planes.
La investigación que inició el Departamento de Justicia, apunta a Mark Meadous, exjefe de Gabinete de Trump.
El Congreso refirió al Departamento de Justicia a Meadows, a quien se investiga también por voto doble, así como a Peter Navarro, Dan Scavino y Stephen Bannon, a quienes declaró en desacato al Congreso, con cargos criminales, pero solo Navarro fue arrestado por conspiración criminal para defraudar a Estados Unidos. El juicio contra Bannon, por desacato, iniciara el mes de julio.
Las audiencias buscan destacar como el expresidente Trump, incurrió en múltiples crímenes y violaciones constitucionales, rechazando principios que han regido la transferencia pacífica del poder durante más de dos siglos y encabezando un complot apoyado por militares retirados, terroristas domésticos, grupos supremacistas y nacionalistas blancos, multimillonarios, líderes religiosos y otros grupos radicales, para derrocar a un presidente legítimamente electo, por lo que sugiere legislar para prevenir futuros asaltos al poder, como este.
Se especula que Mike Pence podría testificar sobre la presión de Trump, para que le asistiera en los intentos de descarrilar la confirmación definitiva, así como Marc Short, su exjefe de Gabinete.
Existe una gran expectativa sobre la posibilidad de que al final de la presentación de su reporte, el Comité Selecto Bipartidista de la Cámara Baja, consigne a Donald Trump al Departamento de Justicia, acusándolo, de sedición y otros delitos, por encabezar una conspiración para tratar de arrebatar ilegalmente el poder a un presidente elegido democráticamente.
La mayoría de los estadounidenses espera escuchar más información convincente sobre el liderazgo y participación de Trump en los intentos de golpe de estado, que les convenza de la necesidad de detener y procesar criminalmente a Trump y a sus cómplices.
El liderazgo republicano confía recuperar la mayoría en una o las dos Cámaras del Congreso en las próximas elecciones de medio término lo que tradicionalmente ocurre y ahora más probable por el encarecimiento de la gasolina, la inflación y la eventual recesión.
Muchos republicanos estarán pendientes de la presentación de pruebas contra Trump y sus asesores, lo que finalmente podría empujarlos a reconocer públicamente su desacuerdo con acciones claramente criminales, deshonestas y maliciosas.
Los republicanos tratarán de responder el alud de testimonios, entrevistas -incluyendo a Ivanka Trump, Jared Kushner y exfuncionarios de Trump, con otro “reporte” en el que insistirán en rechazar la legitimidad del Comité y argumentarán que es necesario prestar atención en los asuntos de interés nacional, que ellos consideran son:
1.- La prohibición del aborto.
2.- La revocación de leyes sobre derechos de género.
3.- Eliminación de restricciones en la venta de armas de fuego.
4.- Tratar de reducir los precios de petróleo y gasolina.
Las supuestas fechorías de Trump van desde un inédito abuso de poder, violaciones a la Constitución, corrupción, ocultamiento de diálogos en persona y por teléfono con Vladimir Putin y Kim Jung un, destrucción de documentos clasificados, remoción injustificada de funcionarios honestos, miles de muertes por su mal manejo de la Pandemia, chantaje a Ucrania, intervención ilegal en procesos electorales estatales, violación de leyes de financiamiento de campañas, amenazas, intimidación, instigación a la violencia y posible sedición, hasta el aparente robo de miles de dólares en obsequios de gobiernos extranjeros a Estados Unidos, que, como 15 cajas de información sensitiva que se habían “perdido”, podrían aparecer en Mar-a-Lago.
*Texto publicado en LA Times y reproducido con autorización del autor
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