La inseguridad jamás será resuelta mientras nuestros legisladores no dejen de hacerle al payaso con los Tupper Challenge y termos de café hecho en casa
El Ejército Mexicano tiene dislocados 52 mil soldados en campos y ciudades para enfrentar al crimen organizado, y el gobierno que toma posesión el 1 de diciembre anunció el reclutamiento de 50 mil efectivos más para dedicarlos a tareas de seguridad pública.
Se podrá volver hasta a las épocas de las levas… pero la inseguridad jamás será resuelta, mientras nuestros legisladores no dejen de hacerle al payaso con los Tupper Challenge y termos de café hecho en casa, y legislen a favor del aumento del salario a los policías.
Es un círculo vicioso creado por los legisladores.
Por ejemplo:
- De los dos mil 457 municipios del país, el 18 por ciento carece de policías.
- El 70 por ciento de los municipios cuenta con 20 elementos.
- Los policías municipales ganan dos mil 650 pesos mensuales.
- Las policías municipales de México ocupan el segundo lugar entre las más corruptas y uno de los primeros 10 entre las más ineficientes del mundo, y la más ineficaz de América Latina.
- El 75 por ciento de las policías municipales están infiltradas por la delincuencia organizada.
Pero:
- El Congreso propicia esa debilidad. No legisla a favor de dignificar la labor de los policías: permite que sean mal remunerados y tampoco asigna recursos suficientes para su capacitación. El Congreso no hace ver a la policía como profesión respetable y respetada.
- Morena, PAN, PRD y MC tienen impugnada en la Corte la Ley de Seguridad Interior, que busca que los soldados salgan de sus cuarteles, solo si la capacidad de las fuerzas locales resulta insuficiente para hacer frente a amenazas de seguridad interior en el país.
Sí: es un círculo vicioso creado por los legisladores, quienes no hacen leyes ni aprueban presupuesto para que las policías municipales funcionen, pero tampoco quieren que los soldados sustituyan a las policías municipales.
Ah, pero buscan ahorrar dinero al Estado llevando comida en botes de plástico a sus escaños y café hecho en casa a sus curules. Los diputados ganan 150 mil pesos mensuales y los senadores 103 mil; mientras que tienen ganando dos mil 650 a los policías.
El propio secretario de Defensa, general Salvador Cienfuegos, ya aclaró que “nosotros no pedimos estar fuera de los cuarteles, no nos sentimos a gusto, ninguno de los que estamos aquí estudiamos para perseguir delincuentes, nuestra función es otra y se está desnaturalizando”.
Encima, de arcas inconfesables y bien provistas es financiada una miríada de organizaciones que desacreditan al Ejército. Para los soldados todo el rigor de la ley, los policías ganan dos mil pesos y… para los delincuentes, manga ancha.
En fin:
Los pájaros tirándole a las escopetas.
Por Rubén Cortés