Desde 2019, López Obrador provocó en Pemex la pérdida de 257 millones de pesos por hora
López Obrador dejó Pemex produciendo lo mismo que en 1979, con un modelo estatista agotado, campos de producción en declive, sin dinero ni tecnología para la inversión, lo cual sí estaba garantizado en la reforma energética de 2013, que él canceló al llegar al poder.
Pero la mayor preocupación de la 4T no es Pemex,sino que la credencial del INE deje de ser la identificación oficial, para vengar así el fraude que,según López Obrador le hizo el INE en las presidenciales de 2006.
México empezó a pagar los 120 mil millones de dólares de deuda de Pemex, que se disparó con la llegada al poder del Grupo Tabasco y la eliminación de la reforma de 2013, que mejoró la competitividad y productividad, atrayendo inversiones y tecnología.
Desde 2018, el tabasqueño López Obrador se apoderó de Pemex con su paisano Octavio Romero, en la idea de que el petróleo vivía aún la gloria del siglo pasado, aunque es de primaria que, en cinco años, inicia la caída en la demanda global del petróleo.
Desde 2019, López Obrador provocó en Pemex la pérdida de 257 millones de pesos por hora. Y cerró con el peor desplome en 10 años: perdió 620 mil millones de pesos en 2024. Lo explicó, entonces, el especialista Enrique Quintana:
“¿Es acaso imaginable una empresa cuyas pérdidas en un trimestre sean de 562 mil 200 millones de pesos?
Esto significa que cada día transcurrido en los primeros tres meses del año, Pemex perdió 6 mil 178 millones de pesos. O por cada hora que pasaba, la pérdida fue de 257 millones de pesos. Las cifras parecen de fantasía”.
El pago de 120 mil millones de dólares de deuda de Pemex pegará en el principal logro del Grupo Tabasco en el poder: el reparto de dinero fresco a cambio de votos, mediante los programas sociales, que brotan como hongos, pero ya sin la lluvia de lana de antes.
Pemex es la empresa petrolera más endeudada del planeta, y su deuda representa el 5.7 por ciento de nuestro PIB y, pagarla, significa que el Estado mexicano tendrá menos recursos, por ejemplo, para salud, educación y hasta para la generación de electricidad.
La deuda incluye los 20 mil millones de dólares que debe a sus proveedores: una cifra de locura, porque es el doble de lo que recibió Pemex este año para inversión. Se trata de un hueco financiero casi insalvable para el gobierno.
Curioso que, aun con el desastre que dejó en Pemex, el tabasqueño Romero sigue derritiendo el Presupuesto Federal: ahora como director del Infonavit, donde al agrónomo le dieron 288 mil millones de pesos para que construya viviendas.
Claro, es del Grupo Tabasco.
(Canela Fina toma vacaciones y se reincorpora a la edición diaria el 21 de julio. Gracias)