El precio del petróleo Brent tocó 71 dólares el 25 de enero, su nivel más alto desde diciembre del 2014. Sin embargo, durante las últimas semanas, el precio ha venido disminuyendo y, a partir del 5 de febrero, ha tenido una caída más marcada que ha llevado al barril de crudo a 62.20 dólares. Aunque … Continued

El precio del petróleo Brent tocó 71 dólares el 25 de enero, su nivel más alto desde diciembre del 2014. Sin embargo, durante las últimas semanas, el precio ha venido disminuyendo y, a partir del 5 de febrero, ha tenido una caída más marcada que ha llevado al barril de crudo a 62.20 dólares.
Aunque esto significa una caída de 12%, el nivel actual aún representa un incremento acumulado de 42% con respecto al mínimo de los últimos 12 meses, registrado en junio del año pasado.
Este incremento acumulado se explica por dos factores fundamentales: un aumento en la demanda mundial de petróleo impulsado por la sólida recuperación en la actividad económica a nivel global y la extensión de los recortes de la OPEP.
El aumento observado durante diciembre y parte de enero que llevó los precios de 63 a 71 dólares se explica por un factor especulativo relacionado a la posibilidad de futuras disrupciones en la oferta como consecuencia de riesgos geopolíticos.
La incertidumbre sobre los niveles de producción en países como Libia (que está exenta de los recortes mientras se recupera de su guerra civil), Irán e Irak contribuyó a este súbito incremento. En cuanto a la demanda global de crudo, la Agencia Internacional de Energía estimó un crecimiento de 1.6% en el 2017 y de por lo menos 1.4% en el 2018. Esto significa una demanda adicional de alrededor de 1.5 millones de barriles diarios.
La combinación de este mayor crecimiento con una oferta restringida temporalmente por la extensión del plazo para mantener recortes en la producción de sus países miembros por parte de la OPEP, por 10 millones de barriles diarios, ha puesto un sólido piso a los precios del crudo.
Aunque el incremento en los precios del petróleo es un detonador importante de nueva oferta de crudo por parte de países que tienen costos de extracción más altos, el alza no se da de un día para otro.
En este sentido, el incremento en la oferta por parte de los países que no son miembros de la OPEP ha sido inferior al millón de barriles diarios.
En el caso de Venezuela, la producción diaria ha caído a su nivel más bajo en 30 años. Sin embargo, el precio del petróleo también parece tener un techo sólido cerca de los 70 dólares. Entre más tiempo se mantenga el nivel de precios por arriba de los 60 dólares, habrá un mayor aliciente para que los productores de mayor costo aumenten su oferta.
Un caso muy claro son los productores de shale oil en Estados Unidos (EU), donde el número de pozos en producción ha venido aumentando de manera considerable en los últimos meses. Aunque los niveles de producción no han aumentado al mismo ritmo que el número de pozos, la oferta de crudo en Estados Unidos ha venido acelerando su incremento.
De acuerdo con datos Baker-Hughes, el número de pozos en activo en Estados Unidos pasó de 529, a principios del 2017, a 738, en noviembre, y a 975 la semana pasada. Mientras tanto, la producción diaria de petróleo ha aumentado de 8.9 millones de barriles, en enero del 2017, a 9.8 millones, en diciembre del año pasado, y a 10.27 millones en la segunda semana de febrero. Esta cifra representa un nuevo máximo histórico para la producción de crudo en EU, que cayó de un pico de 9.7 millones de barriles diarios en mayo del 2016 a un mínimo de 8.5 millones en septiembre del mismo año.
En los últimos dos meses la producción ha aumentado, con un incremento de casi 470,000 barriles diarios. Conforme la prima por riesgo geopolítico se mantenga baja, los precios del petróleo muy probablemente oscilen cerca de los 60 dólares. Sin embargo, un incremento en la prima por riesgo llevará los precios arriba de los 70 dólares y aumentos en la producción por parte de la OPEP podrían llevar los precios a niveles cercanos a los 50 dólares.