Pero el indicador de mercado más importante a seguir en lo que resta de las campañas y sobre todo en torno al dos de junio será, por mucho, el tipo de cambio
Cuando faltan apenas 26 días para la jornada electoral y cuando vemos que el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador redobla la apuesta de su intervencionismo en este proceso, ¿qué podrá influir más en los mercados, los datos financieros o la tensión por las elecciones?
Algunos de los datos más importantes económico-financieros que habremos de conocer en estas poco más de tres semanas que faltan para el 2 de junio, se darán a conocer este jueves.
Primero, a las seis de la mañana, el Inegi dará a conocer el resultado inflacionario de abril pasado y difícilmente no confirmará que se mantienen algunas presiones importantes en los diferentes índices que han frenado el proceso de desinflación.
Pero ese mismo día, la Junta de Gobierno del Banco de México habrá de dar a conocer su decisión de política monetaria, que como sabemos en este país la tarea casi única del banco central es cuidar el poder de compra de la moneda procurando, justamente, una inflación baja y estable.
Pero en el camino hay una apuesta en marcha que amenaza la estabilidad de la inflación y de los mercados financieros. El súper peso se ha convertido en el objeto del deseo de los que buscan una repentina corrección y a eso le apuestan.
La de este jueves es la última reunión de decisión de política monetaria del Banxico antes de las elecciones y las apuestas van a que se mantenga la tasa de interés sin cambios en el actual 11 por ciento.
El banco central no tiene un objetivo de nivel cambiario, no parece mantener las tasas altas para apreciar al peso que tanto le gusta sobrevaluado al presidente López Obrador, pero el diferencial del costo del dinero con Estados Unidos ha alimentado un mercado altamente especulativo.
A pesar de que hasta hoy el proceso electoral se ha mantenido en la ruta legal, la realidad es que López Obrador lo hace parecer frágil y la duda de una intervención mayor, sobre todo en la jornada electoral y las horas posteriores, pueden encender las alarmas financieras.
Si alguien pregunta si habría algún interés en los mercados de que hubiera inestabilidad electoral o postelectoral que moviera el tipo de cambio y eso generara ganancias a los que tienen apuestas de depreciación del peso, la respuesta es sí.
Una nueva baja en la tasa de interés referente por parte del Banco de México este jueves podría desanimar un poco esas apuestas, pero ese no es el papel del banco central.
Se ha generado una burbuja cambiaria que es frágil a los movimientos externos, como lo vimos tras el conflicto Irán-Israel, pero también es altamente sensible a los factores internos, por ahora los políticos y en su momento lo serán los macroeconómicos, con la herencia fiscal que dejará este gobierno.
Entonces, como fechas establecidas, los datos económicos más importantes antes de las elecciones serán, sin duda, los que tienen que ver con la inflación y la política monetaria, tanto este jueves como la inflación de la primera quincena de mayo.
Pero el indicador de mercado más importante a seguir en lo que resta de las campañas y sobre todo en torno al dos de junio será, por mucho, el tipo de cambio.