Efectivamente tenía un par de días que había recibido una comunicación escrita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden
En medio del brillo de los otros datos del presidente Andrés Manuel López Obrador, en su mensaje del 4to Informe de Gobierno, brincó la nota con aquello de la carta de su amigo.
Efectivamente tenía un par de días que había recibido una comunicación escrita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
De hecho, se trataba de una respuesta a la misiva que López Obrador le había enviado el 2 de agosto pasado, aquella en la que le advertía a su homólogo del norte que México no se vende y que integración no significa sumisión. Ciertamente en un tono no de amigos.
La carta del amigo Biden no fue para apoyarlo en su informe y engrosar ese mundo paralelo del Presidente donde vamos requetebién, la comunicación del Presidente de Estados Unidos claramente fue para poner en números lo que se puede perder si la 4T tomara alguna decisión radical en relación con el pacto comercial trilateral.
Ese dato del amigo Biden de 348,000 millones de dólares de comercio bilateral en lo que va del año que citó López Obrador fue el recordatorio del tamaño descomunal que ha alcanzado la relación bilateral gracias a los acuerdos comerciales que heredó este régimen.
Fue la cifra puesta sobre la mesa de lo que implicaría poner en riesgo la relación comercial si se mantiene esa posición populista y dogmática de reclamar una violación de la soberanía energética, cuando lo que realmente ocurre es una violación al T-MEC por el trato discriminatorio que se da a las empresas privadas, en especial a las extranjeras.
El amigo Biden hace ver al Presidente mexicano cómo el comercio bilateral se recuperó de forma acelerada tras la peor parte de la pandemia, algo que no ha ocurrido con el resto de la economía mexicana.
Estados Unidos recuperó sus niveles de consumo rápidamente y además ha privilegiado las importaciones de los mercados diferentes al chino, lo que ha sido una gran ventaja para los exportadores mexicanos.
La carta del amigo Biden antecede a la visita, dentro de una semana, del secretario de Estado de ese país, Anthony Blinken, quien viene personalmente a atender el diferendo comercial energético y a conocer de primera mano la intensión del mensaje presidencial del 16 de septiembre que había prometido que sería incendiario.
Es más que evidente que desde aquel mensaje en Puerto Vallarta, Jalisco, del 21 de agosto cuando habló de la defensa de la soberanía y los traidores a la patria, el propio presidente López Obrador ha moderado de manera más que notable su belicosidad hacia Estados Unidos y Canadá, lo que adelantaría un mensaje sí populista pero no rupturista el día del desfile de Independencia.
El canciller Marcelo Ebrard anticipó hace poco más de una semana que habría un acuerdo con Estados Unidos en materia de respeto a las inversiones del sector energético antes de tener que llegar a un panel de solución de controversias.
La intensión de la amable respuesta escrita de Joe Biden debe ser que eviten un pleito estos dos socios importantes que valen todos esos miles de millones de dólares en comercio bilateral. Vamos, en resumidas cuentas, que en La Casa Blanca quieren contar con el amigo López Obrador.
Los datos de La Casa Blanca
Comercio bilateral
En lo que va del año el comercio bilateral entre México y Estados Unidos asciende a 348,000 millones de dólares, efecto de los acuerdos comerciales.
Recuperación
El comercio bilateral se recuperó de forma acelerada tras la peor parte de la pandemia, algo que no ha ocurrido con el resto de la economía mexicana.
T-MEC
Lo que realmente ocurre es una violación al T-MEC por el trato discriminatorio que se da a las empresas privadas, en especial a las extranjeras.