Blinken llega con el discurso de buscar fortalecer la asociación económica, crear empleos, aumentar la competitividad global y reducir la pobreza y la desigualdad
Así aparece la agenda de los temas comerciales y energéticos más importantes del país durante esta semana, en una pendiente de descenso que va del diálogo bilateral a la arenga en la plaza pública.
La realidad es que no se da mucho de alto nivel en estos tiempos en la política mexicana. Y como muestra ahí está el Congreso, donde prevalecen las obedientes bancadas presidenciales y se mantiene ese sospechosismo, aprovechando que Santiago Creel es el presidente de los diputados, de un acuerdo inconfesable entre la dirigencia del PRI y el régimen para mantener la militarización del país.
Uno de los funcionarios de más alto rango en el gobierno de Joe Bien decidió venir a México, a este llamado Diálogo Económico de Alto Nivel. Y no hay duda de que viene porque hay amenazas claras a la relación bilateral por parte del propio López Obrador y el ala más retrógrada que le acompaña en el tema energético.
Jura el canciller Ebrard que el tema energético está fuera de la agenda de pláticas de hoy, pero es imposible que pretenda el gobierno mexicano hablar de una futura industria de semiconductores en este país, cuando ni siquiera son capaces de garantizar que las empresas tendrán la garantía de un suministro de energía limpia y a precios competitivos, ni tampoco dar por sentado que habrá respeto a las inversiones en apego a los acuerdos internacionales.
Es verdad que el reclamo de Estados Unidos en materia energética se atiende hoy en un diálogo bilateral, pero también es un hecho que tiene más peso la postura radical que encabeza el propio Presidente.
Por un lado, están el propio canciller Ebrard y la secretaría de Economía, Tatiana Clouthier, que aseguran que se puede llegar a un acuerdo satisfactorio para no entrar en los terrenos de la disputa legal contemplada en el T-MEC. Y del otro lado están los duros, que están mucho más cerca del Presidente alimentando ese discurso caduco del nacionalismo monopólico de los energéticos.
Blinken llega con el discurso de buscar fortalecer la asociación económica, crear empleos, aumentar la competitividad global y reducir la pobreza y la desigualdad. Y llega acompañado del subsecretario de Energía.
Con este encuentro empieza la semana, en ese alto nivel, para después bajar al terreno del discurso patriotero que esperamos todos este viernes.
Porque finalmente llegó esta semana del esperado 16 de septiembre, día clave en el calendario cívico mexicano que eligió el presidente López Obrador para fijar su personalísima postura ante el reclamo de los países norteamericanos por el trato desigual que reciben sus empresas.
Así el camino de alto nivel del diálogo diplomático de hoy, donde deben privar los argumentos y las advertencias de las consecuencias, dará paso a un discurso encendido, que puede ir en el camino de halagar a las bases del Presidente o bien a provocar un pleito mayor en América del Norte.
Camino al diálogo
El encuentro
El alto nivel es el título que se lleva el encuentro que hoy tendrán el secretario de Estado de EU, con el presidente López Obrador y con el canciller Marcelo Ebrard.
Un acuerdo
El canciller Ebrard y la secretaría de Economía, Tatiana Clouthier aseguran que se puede llegar a un acuerdo satisfactorio para no entrar en los terrenos de la disputa legal contemplada en el TMEC.