Quintana Roo crece al 5.2% anual. Su ingreso per cápita ha pasado de 143 mil 584 pesos en 2010 a 151 mil 771 en 2015. Sus índices de pobreza e informalidad son menores a los nacionales. (Valeria Moy: “La ambivalencia de Quintana Roo”: www.animal político.com). Pero Quintana Roo ilustra también, como en un caso de … Continued
Quintana Roo crece al 5.2% anual. Su ingreso per cápita ha pasado de 143 mil 584 pesos en 2010 a 151 mil 771 en 2015. Sus índices de pobreza e informalidad son menores a los nacionales. (Valeria Moy: “La ambivalencia de Quintana Roo”: www.animal político.com).
Pero Quintana Roo ilustra también, como en un caso de libro de texto, el mecanismo de la complicidad de los congresos estatales en el sobreendeudamiento de sus gobiernos.
Cito de nueva cuenta a Juan Pablo García Moreno y Esteban Illades: http://www.nexos.com.mx/?p=28276.
La cuenta pública del año 2014 de Quintana Roo fue aprobada en una sesión de tan solo tres horas, con votos de PRI, PVEM y Panal, sin ninguna observación y con un superávit de ingresos que no contemplaba un préstamo de 3 mil millones de pesos, no incluido en el presupuesto de egresos del año, ni desglosado en la cuenta pública.
Similar complicidad de los congresos con sus gobernadores puede rastrearse en el endeudamiento de los 12 estados que tendrán elecciones este año, con la notable excepción de Tlaxcala.
García Moreno e Illades refieren otra anécdota quintanarroense sobre esta complicidad. Es la crónica de un festejo de octubre de 2010 presidido por el entonces líder de la bancada priista local, Luis González Flores:
Junto con él festejaban los otros 12 diputados del PRI, los tres del Partido Verde y el único representante de Nueva Alianza. La celebración tenía una causa particular: por segunda vez en menos de un año, el Congreso había autorizado al gobernador, Félix González Canto —sobrino de González Flores— la contratación de un préstamo multimillonario a pagar en 20 años.
El gobierno y el Congreso, a punto de ser relevados, habían añadido 5 mil 631 millones de pesos a la deuda del estado. Si en 2009 cada uno del millón 335 mil quintanarroenses hubiera tenido que cooperar para pagar la deuda estatal, hubiera desembolsado 2 mil 866 pesos. Para el año siguiente, esa misma persona habría tenido que aportar 7 mil 420 pesos de su bolsillo. La deuda, en un solo año, había subido casi 160 por ciento.
Para 2015, la deuda per cápita de los quintanarroenses había llegado a los 13 mil 840 pesos, un crecimiento de 500 por ciento.