Fabiola es pasante de la carrera de Derecho, gracias a una aplicación para móviles ha encontrado el sueldo que no ha percibido por sus estudios en estos primeros meses de recién egresada. Sueldo que para algunos le ha “quitado” a un taxista con una familia que mantener y sin los conocimientos tecnológicos que lo puedan … Continued
Fabiola es pasante de la carrera de Derecho, gracias a una aplicación para móviles ha encontrado el sueldo que no ha percibido por sus estudios en estos primeros meses de recién egresada. Sueldo que para algunos le ha “quitado” a un taxista con una familia que mantener y sin los conocimientos tecnológicos que lo puedan acercar a una aplicación como Uber.
Esto es el reflejo de una sociedad que ha sido gobernada con el instinto de crear grupos de economía emergente, seguidores, y olvidándose de la educación y avances en la tecnología con el objetivo de lograr una economía con servicios de primera calidad.
Vemos cómo los taxistas, principalmente radiotaxis y taxis de sitio, se manifiestan en las calles o atacan a los choferes de Uber casi siempre liderados por algún personaje con tintes políticos. Los usuarios de Uber, y previamente de taxis, no entendemos bien todo el contexto socioeconómico, político y cultural y tachamos a estos taxistas de vándalos y más, cuando ellos solo defienden su postura de la forma como lo entienden y saben hacerlo. Estos taxistas que son padres de familia y con una casa a la cual deben llevar el dinero de manutención, están alejados de conocimientos tecnológicos como muchas otras personas en nuestro país y no llegan a comprender el concepto de estos servicios. A eso también tenemos que sumar que las autoridades y, en algunos casos, los usuarios, hemos permitido tantas concesiones para que trabajen en esas condiciones que se nos hacían tan normales y ahora que comparamos con servicios como Uber, tachamos de lamentables.
Bienvenidos servicios y tecnologías de este tipo, que brinden empleos y oportunidades en nuestro país, que apoyen a jóvenes como Fabiola mientras ganan experiencia laboral. Pero, también debemos estar conscientes de la brecha que existe entre los conocedores de estas aplicaciones, que conectan servicios mediante la tecnología con la educación, y la poca cultura tecnológica de ciertos grupos de transporte que han vivido por décadas de esa forma.
No se trata de defender una postura o la otra, yo me inclino por la del mejor servicio, facilidad y tecnología. Lo que sí es responsabilidad de un país y su gobierno, es brindar la mejor y más completa e innovadora educación a las nuevas generaciones para que en un futuro se llegue a converger en servicios de calidad que nos conviertan en un país de primera con base en la innovación y la tecnología. El debate ahora está en cómo pueden convivir ambos servicios, pero en realidad el debate debe de centrarse en cuál es la razón por la que no estamos preparados para admitir servicios de primera y cómo prepararnos para aprovechar estos servicios de conexión.