El próximo 6 de junio, salvo Coahuila e Hidalgo, que sólo acudirán a votar por diputados federales, el resto del país renovará a sus autoridades locales. De esas 30 entidades, la mitad renovará a los gobernadores
Reflejo fiel de la demografía del país, el listado electoral tiene una mayoría femenina. Y su rasgo más característico es que casi la mitad de los empadronados son ciudadanos menores de 25 años.
Una lectura lineal de esa realidad apuntaría a que los candidatos y los partidos que participan en “la elección más grande de la historia” considerarían a las jóvenes como un segmento prioritario. Ni las plataformas programáticas y la propaganda de campaña corroboran esa hipótesis.
La estadística electoral corrobora que la participación es mayor entre las mujeres que entre los hombres, tendencia que se ha acrecentado en los comicios federales del siglo XXI.
Con respecto a la edad, los niveles de participación se concentran en la población de 40 a 79 años. Y en la revisión de los datos, tanto los mayores de 80 años como los jóvenes de 20 a 39 años son los que tienden a participar menos.
Otros desgloses corresponden con el perfil socio-económico y debe entenderse que la apatía y la no participación electoral son distintas para cada segmento poblacional y que por ende, obedecen a múltiples motivaciones.
Un tercio de los 93.5 millones de votantes inscritos en la Lista Nominal son menores de 29 años. La única fuerza partidista que ha apostado por conquistar su voto es Movimiento Ciudadano, aunque su apuesta por mayores libertades está constreñida a entornos urbanos y soslaya las realidades generadas por la nueva normalidad. Morena —articulado como movimiento social, más que como formación partidista— tampoco ha ido más allá del discurso asistencialista para acercarse a ellos.
Atentos a los discursos antisistema, los primovotantes del 2021 no tienen referencia de AMLO como luchador social en Tabasco, ni como dirigente perredista, ni como jefe de Gobierno del extinto Distrito Federal. Los nacidos en la última década del siglo XX tampoco podrían referir hechos significativos de la historia reciente, como los atentados a las Torres Gemelas o el funesto rescate del Fobaproa, por hablar de asuntos locales.
Los nativos digitales —desapegados a las identidades partidistas tradicionales y a las instituciones, sin oportunidades de trabajo y desarrollo en el corto plazo— definirán el futuro del sistema electoral con su voto… o su abstención.
El próximo 6 de junio, salvo Coahuila e Hidalgo, que sólo acudirán a votar por diputados federales, el resto del país renovará a sus autoridades locales. De esas 30 entidades, la mitad renovará a los gobernadores.
El Estado de México, Veracruz y la Ciudad de México son las tres entidades más pobladas del país. En sus territorios hay 350 municipios y vive 28% de la población del país.
En el extremo opuesto están Colima, Baja California Sur y Campeche, que elegirán gobernador, alcaldes y diputados locales, pero apenas concentran 2% de la población nacional.
Efectos secundarios
REALIDADES. Luis Rubio acaba de publicar “La nueva disputa sobre el futuro”, que a partir del arribo de AMLO al poder y la contingencia sanitaria por la Covid-19 enumera los retos que afronta el país. Con un Ejecutivo federal más preocupado por el pasado, instalado en un conveniente revisionismo histórico, el autor concluye que el destino de la nación está en manos de sus ciudadanos, más que del gobernante en turno.