El contenido del mensaje presidencial ya lo conocemos, es el guion que escribió desde antes de llegar al poder y que no se va a modificar ante la realidad de un país en crisis
Hoy toca la ceremonia política a la que el presidente Andrés Manuel López Obrador le habrá de poner un tinte electoral. El montaje de hoy en Palacio Nacional no es para informar, es para ensalzar su movimiento.
El contenido del mensaje presidencial ya lo conocemos, es el guion que escribió desde antes de llegar al poder y que no se va a modificar ante la realidad de un país en crisis, sanitaria, de seguridad y económica.
La preocupación número uno en estos momentos es la contención de la pandemia, pero ahí es un hecho que no tendremos cifras confiables ni estrategias certeras. Será con los años que podremos conocer el verdadero tamaño de lo que México tuvo que enfrentar con la COVID-19.
En materia de seguridad el juego estadístico es descarado, a grado tal de presumir una baja en el robo a transeúntes, cuando casi todo el mundo estaba en su casa por la pandemia.
Y en materia económica, la ventaja es que las fuentes de información son autónomas. Tanto el Inegi como el Banco de México nos dan cuenta de la realidad de un país en una crisis profunda.
Con todo y eso, el presidente López Obrador no tiene empacho en señalar que la economía va bien. Y en contra de todo sentido común, adelanta una recuperación económica rápida este mismo año en forma de “V”.
Sin embargo, fue el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, quien se encargó de dar cuenta del estado que guarda la nación en materia económica. Y el panorama, aun descrito por esta fuente oficial, no es nada alentador.
En este informe adelantado de cómo está realmente la economía, el secretario Herrera primero le pone en encabezado: La peor crisis en México desde 1932. Después, la mala noticia: se acabaron los ‘guardaditos’ para tratar de equilibrar las finanzas y por lo tanto el Paquete Económico del 2021 tiene que reflejar la realidad de que los ingresos han caído.
Ya no habrá recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestales, ese que se construyó durante varios sexenios, porque la mitad se la acabaron sin crisis en el 2019 y la otra mitad, ya con crisis, este año. Tampoco habrá más recursos disponibles del Fondo de Estabilización de las Entidades Federativas y las coberturas petroleras tendrán que ser a un nivel mucho menor que el actual.
Y después la conclusión del informe: Con esos números de la peor crisis en los últimos 90 años, no queda más remedio que recortar el presupuesto.
A este, el único informe acercado a la realidad que dará la 4T en este inicio de septiembre, le faltaron algunos detalles importantes como saber de dónde sacarán más recursos para complementar el gasto de los programas asistencialistas del presidente que no se recortan.
Quedaron dos preguntas sin respuesta: ¿qué van a hacer con esa bomba de tiempo llamada Pemex? Y, ¿se quedará Arturo Herrera en Hacienda para ver cómo se acaba de derrumbar la economía?