Al actual gobernador del Banco de México le quedan sólo dos reportes inflacionarios más del Instituto Nacional de Estadística y Geografía antes de que tome definitivamente sus maletas y se vaya a Suiza a presidir el Banco de Pagos Internacionales. Agustín Carstens no podrá llevarse en su equipaje una inflación anualizada en línea con la … Continued
Al actual gobernador del Banco de México le quedan sólo dos reportes inflacionarios más del Instituto Nacional de Estadística y Geografía antes de que tome definitivamente sus maletas y se vaya a Suiza a presidir el Banco de Pagos Internacionales.
Agustín Carstens no podrá llevarse en su equipaje una inflación anualizada en línea con la meta del propio banco central. No parece posible siquiera que pudiera dejar colgado en el pizarrón de los reportes una medición del Índice Nacional de Precios al Consumidor por debajo de 6 por ciento.
No será culpa de este funcionario de vuelos internacionales. Al contrario, se ha mostrado intransigente con el alza de los precios, y por lo que se ve de aquellos que se quedan a tomar decisiones al interior de la Junta de Gobierno, la mayoría no dudará en restringir más la política monetaria si no se nota pronto una convergencia de la inflación hacia la meta.
Por lo pronto, durante la primera quincena de este mes, el registro de la inflación general resultó la más alta en una década. Y la inflación anualizada está en 6.30%, totalmente fuera del rango aceptable.
Poco ayudan al objetivo de regresar a la meta inflacionaria los precios de los energéticos que no sólo acumulan un impresionante nivel anualizado de 16%, sino que durante la primera quincena de este mes tuvieron un brinco en los precios de más de 4 por ciento.
Es un fenómeno mundial que suban los precios de los energéticos, pero aquí en México la sobrerreacción que se alimentó con el mote del gasolinazo ayudó a potenciar su efecto inflacionario.
Los precios de los energéticos, al menos de las gasolinas en Estados Unidos, tienden a estabilizarse durante esta segunda mitad del mes, y ojalá que se les note en la inflación de octubre y noviembre.
El gobierno y sus tarifas tampoco ayudan mucho a mantener la inflación a la baja.
Hay alimentos como las frutas y verduras que han mantenido aumentos también de dos dígitos. La buena noticia de ese sector primario es que los productos agropecuarios mostraron una baja en sus precios de 1.52% durante la quincena de referencia.
En medio de todo, los precios de los servicios se mantienen dentro de los cauces de la meta inflacionaria, en buena medida porque la economía no tiene el dinamismo suficiente como para absorber un incremento mayor.
Pero así como a Carstens le quedan dos reportes más, la mensual de octubre y la primera quincena de noviembre, es el mismo tiempo que tiene aquel que vaya a ser propuesto y sometido a la ratificación del senado para acoplarse a la silla de gobernador.
Parece mucho pedir que se haga un proceso de selección abierto a la sociedad, como se hace incluso en el Estados Unidos de Donald Trump. Aquí será una designación personalísima del presidente Enrique Peña Nieto.
Salvo que se tratara de alguien verdaderamente fuera de lugar, una designación política absurda, no parece que el Senado pudiera llevarle la contra en ésta al Presidente.
Sólo que a diferencia del candidato presidencial del PRI, que es un asunto que sólo compete a ese partido, la gubernatura del Banco de México sí merece la transparencia que puede marcar la diferencia en los mercados financieros.
