Los grandes empresarios avalaron la idea de Federico Reyes-Heroles y Eduardo Bohórquez de levantar una “super encuesta” que pusiera en su lugar a las “mediciones de propaganda” —financiadas por el PRI y el gobierno peñista— y precisara las tendencias de los demóscopos serios, que habían matizado los medios informativos. A la hora de conseguir el … Continued
Los grandes empresarios avalaron la idea de Federico Reyes-Heroles y Eduardo Bohórquez de levantar una “super encuesta” que pusiera en su lugar a las “mediciones de propaganda” —financiadas por el PRI y el gobierno peñista— y precisara las tendencias de los demóscopos serios, que habían matizado los medios informativos.
A la hora de conseguir el financiamiento, empero, faltaron patrocinadores. Edmundo Berumen, socio de Reyes-Heroles en la revista Este País, originalmente había proyectado el levantamiento de 30,000 cuestionarios —su medición y dos espejos, con sendas casas encuestadoras— pero al final sólo Coparmex entró en el proyecto. Así, la Encuesta Electoral 2018, “inédita y de gran alcance y cobertura”, fue levantada, justo un mes antes de las votaciones.
Con el diseño final y la intervención de Ipsos, fueron recopiladas 13,000 entrevistas en 750 secciones electorales, 10 veces más que cualquiera de las encuestas publicadas hasta ahora por los diarios capitalinos. Y a diferencia de esos ejercicios previos, para recopilar las opiniones de los ciudadanos utilizaron tabletas, sin simular la urna electoral.
Un millón de dólares es el costo estimado de esta “super encuesta”, aunque sus patrocinadores evitaron hablar al respecto. Tampoco explicaron su decisión de aplazar 72 horas la difusión de los resultados. ¿Acaso buscaron un mayor impacto, en la víspera del tercer debate presidencial?
El trabajo de campo resultó titánico, en más de un sentido: los encuestadores de Berumen e Ipsos visitaron 25,584 domicilios, pero 1,344 ubicaciones estaban desocupadas o no eran viviendas. En las que sí hallaron habitantes encontraron 10,115 casos en los que se negaron a atender sus peticiones. Este rechazo fue reportado como una tasa de no respuesta de 41.7 por ciento.
En las 14,125 viviendas, empero, también hubo rechazo, por lo que sólo se pudieron completar 13,317 entrevistas y tal fue reportado como una “tasa de no-respuesta al nivel del informante”, de 5.7 por ciento.
El ejercicio financiado por Coparmex presenta dos datos electorales: uno refleja las preferencias electorales al día y otro proyecta cómo votarían los entrevistados el próximo 1 de julio. En cualquier escenario, malas noticias para aquellos que argumentaban que las encuestas publicadas no habían retratado bien las preferencias electorales: la “super encuesta” también da una ventaja de 2-1 para AMLO sobre su más cercano contendiente. Y tampoco dejaría dudas sobre el segundo lugar, ya no recogió los efectos del “caso Anaya” ni reflejará los saldos del debate de Mérida.
En el desagregado de la información, sólo en una de las cinco circunscripciones en las que se divide electoralmente al país —la segunda, que comprende ocho entidades del Bajío y del noreste del país— hay un escenario de alta competencia. Allí, de acuerdo con esa información, es donde Morena obtendría menos diputados y senadores.
Los autores de la “super encuesta” no explicaron las razones por las que incluyeron al PSD y al Partido Humanista en la definición del próximo Congreso de la Unión, a pesar de que esas formaciones políticas carecen de registro político nacional.
Esa pequeña distorsión, empero, no altera los escenarios: la bancada obradorista alcanzaría 42 por ciento de las curules en San Lázaro, según la estimación de los empresarios. Y en la Cámara Alta serían la primera minoría, con 60 de los 128 escaños. De las nueve gubernaturas en disputa, seis quedarían para Morena: Chiapas, CDMX, Morelos, Puebla y Tabasco; mientras que Guanajuato quedaría con el PAN y Jalisco iría para el Movimiento Ciudadano. Hay dos entidades —Veracruz y Yucatán— con empate. En el Congreso, el PAN sería la fuerza política con más posiciones, después de Morena.
El PAN refrendaría su condición de primera fuerza en Guanajuato, donde su candidato, Diego Sinhué, registra una ventaja de tres a uno frente al candidato morenista, Ricardo Sheffield, mientras que el PRI se desvanecería en aquella entidad. Otro fenómeno —en términos electorales— ocurre en Tabasco, donde el abanderado del obradorismo, Adán Augusto López Hernández, tiene más de 30 puntos de ventaja.
La “super encuesta” de los empresarios poco ayuda para desvelar uno de los grandes debates de las campañas del 2018: si los votantes indecisos podrían marcar la diferencia el día de las elecciones. De ellos depende si hay un gobierno dividido o carro completo, con todo lo que implica… ¿Cuáles serían los controles y equilibrios de AMLO, si arrasa el próximo 1 de julio?
Los encuestadores, sin importar su cliente, han anticipado un nuevo mapa en la distribución del poder político. Y la inutilidad —esta vez— de las coaliciones en las elecciones federales. El PRD Y Nueva Alianza estarían en franja de riesgo.
EFECTOS SECUNDARIOS
INESPERADOS. Los aranceles a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México y Canadá, impuestos por la administración Trump, provocarán un daño colateral: la industria de la construcción tendrá que lidiar con la incertidumbre sobre el precio de cada metal que, además de las demoras, podría encarecer las obras públicas en Estados Unidos. Trump ordenó un arancel de 25 por ciento para las importaciones de acero y un impuesto de 10% sobre el aluminio foráneo.