Hasta donde sé, la tripulación del misterioso avión venezolano fue enjuiciada en Argentina por actos de terrorismo. Aquí en México no se dijo ni pío sobre el aterrizaje en Querétaro
JUAN RAMÓN DE LA FUENTE,
SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES:
Álgido: momento crítico.
Diccionario de la Real Academia
Al momento de escribir estas líneas, el Consejo de Seguridad de la ONU sostiene una reunión de emergencia, mientras los países del Medio Oriente, donde se ubica alguna de las 19 bases militares estadounidenses, alistan sus precauciones ante un eventual ataque iraní.
Las distintas naciones ya empiezan a ocupar posicionamientos frente al suceso; aun cuando la gran mayoría aboga por la reanudación de las pláticas de paz, del lado ruso las cosas no se ven tan serenas. Dmitry Medvedev, consejero en materia de seguridad de Vladimir Putin, declaró que Rusia está dispuesta a proporcionar armas nucleares a Irán. De hecho, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghch, este lunes se encuentra en Moscú para entrevistarse con el presidente ruso, a fin de “mantener una alianza estratégica (…) y coordinar sus posiciones” (TWP, 22/6/2023).
No podía faltar el posicionamiento de Hamas y los hutíes, quienes forman parte del Eje de Resistencia de Irán a lo largo y ancho del Medio Oriente; llaman a una yihad y no cabría esperar algo distinto.
Imagino que la posición mexicana será votar a favor de la paz a través de las negociaciones y no por medio de la fuerza, como ahora lo plantean tanto EUA como Israel.
Uno pensaría que ahora que el presidente Donald Trump tiene otro punching bag en Irán, nos dejaría un rato en paz, pues no, don Juan Ramón. Me temo que la presión subirá de tono; lo digo por lo que han expresado Hamás y los hutíes, así como por algunos hechos del pasado bastante inquietantes.
Mire, señor secretario, los grupos islámicos del Eje de Resistencia, más temprano que tarde organizarán algún golpe terrorista en alguna ciudad y/o estructura crítica estadounidense. Para mover a sus militantes y el dinero necesario podrían recurrir a sus contactos latinoamericanos, bien sean oficiales o clandestinos. Le hablo de las relaciones “amistosas” que ya tienen con Cuba y Venezuela, para las cuales México podría resultar un instrumento involuntario.
Usted me dirá que México nunca se prestaría a servir a Hamás ni a Irán y le creo. El problema es otro y por ello le recuerdo un par de eventos por demás sospechosos:
En marzo de 2022 se inauguraron los vuelos internacionales en el AIFA, con un vuelo Caracas-CDMX. El avión, de la línea venezolana CONVIASA, fue piloteado por Gholamreza Ghazemi, miembro de la Guardia Iraní; como si en Venezuela no hubiera más pilotos para cumplir con la encomienda…
Cuatro meses después se dio un álgido episodio, del cual dimos cuenta en este espacio (El misterioso caso del avión venezolano, 8/7/2022 y 11/7/2022). En resumen: un avión de la línea venezolana EMTRASUR (matriz de CONVIASA) aterrizó en Querétaro para supuestamente recoger carga.
Al salir de Querétaro, la aeronave se dirigió a Argentina y luego a Uruguay, pero en este último país ya no fue recibido y tuvo que regresar al primero, donde ya se habían prendido las alarmas. La tripulación -cinco iraníes y 13 venezolanos- nunca pudieron dar una explicación coherente del motivo de su viaje. Primero declararon que era avión de carga, siendo que los paquetes eran mínimos como para fletar un jumbo; además, tenía colocados todos los asientos y carecía de compuertas.
Segundo, el avión era propiedad de Mahan Airlines, de origen iraní y principal medio de transporte de la Fuerza Quds, una división de la Guardia Revolucionaria Islámica especializada en guerra asimétrica y operaciones de inteligencia militar.
Tercero, la autoridad argentina descubrió que todos los miembros de la tripulación pertenecían al Servicio Bolivariano de Inteligencia de Venezuela o bien a la Fuerza Quds. ¿Adivine quién piloteaba el avión? El mismísimo Gholamreza Ghazemi…
El gobierno argentino también detectó que los miembros de la tripulación cambiaron tanto sus nombres como los manifiestos aéreos en los distintos puntos que habían tocado. Entre dichos puntos había una parada en Ciudad del Este, Paraguay, en la frontera con Brasil, donde se sabe que operan células que financian el terrorismo internacional.
Hasta donde sé, la tripulación del misterioso avión venezolano fue enjuiciada en Argentina por actos de terrorismo. Aquí en México no se dijo ni pío sobre el aterrizaje en Querétaro.
A lo anterior habría que agregar que los grupos terroristas se han vinculado al crimen organizado para blanquear los fondos que reciben de quienes no quieren aparecer en la lista de donantes. Y si a eso le suma que los narcos mexicano controlan un montón de rutas seguras para atravesar nuestro país rumbo a Estados Unidos, pues la cosa se mira, por lo menos, complicada.
Pues sí, señor secretario, cuando se trata de terrorismo islámico, las relaciones tan amistosas que la 4T ha sostenido con Venezuela, lo mismo que la movilidad del crimen organizado a lo largo y ancho del país, meten a México en honduras -y muy serias- con EUA.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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