Hay un nuevo espacio de discusión para las drogas prohibidas en México. La Suprema Corte ha juzgado el consumo recreativo de la mariguana como un derecho humano. El gobierno federal y el Congreso han abierto sendas consultas públicas sobre la política a seguir en la materia. Una mayoría considerable de la población responde en las … Continued
Hay un nuevo espacio de discusión para las drogas prohibidas en México. La Suprema Corte ha juzgado el consumo recreativo de la mariguana como un derecho humano.
El gobierno federal y el Congreso han abierto sendas consultas públicas sobre la política a seguir en la materia. Una mayoría considerable de la población responde en las encuestas que está a favor de la legalización de la mariguana terapéutica, y ha descendido el número de los que se oponen a la mariguana recreativa, aunque siguen siendo una mayoría sólida de más de 60 por ciento.
En el número de la revista Nexos que ha empezado a circular y estará online esta medianoche, pueden leerse materiales particularmente oportunos para el momento.
En particular, la propuesta de regulación para el mercado de la mariguana, que permitiría a la vez incorporar a los productores, proteger a los consumidores, descriminalizar a los portadores y regular el mercado en una lógica ajena a la de la promoción comercial. Es la propuesta de Catalina Pérez Correa y Jorge Javier Romero.
Luisa Conesa ofrece un recuento de las ineluctables consecuencias legales del fallo de la Suprema Corte, y Lisa Sánchez una cuidadosa cirugía de las diversas posiciones de los países que discutirán en abril la política de drogas de la ONU. De todo puede hablarse ahí, menos de un consenso.
Sorprendente será para muchos el artículo más provocador o inesperado del número: la exploración hecha por Saúl López Noriega, a partir de un estudio de la Secretaría de Gobernación, sobre la posibilidad legal de que México, en ejercicio de su derecho al estupefaciente, legalice la producción de amapola con fines técnicos, científicos y sanitarios para cubrir sus necesidades hospitalarias de analgésicos terminales.
Juan Carlos Garzón Guevara y Julian Wilches nos recuerdan con elocuencia el increíble camino de sangre que ha dejado tras de sí la prohibición de la coca en América Latina.
Finalmente Steve Rolles emite una señal desde el futuro:
Señores prohibicionistas: en materia de drogas sintéticas de última generación, la fiesta no ha hecho sino empezar. ¿Van a prohibir la química?
La discusión informada sobre las drogas en México no ha hecho también sino empezar, pero ha dejado de ser el monopolio del ciego prohibicionismo policiaco y el rutinario prohibicionismo médico.