La cancillería del país oriental, enterada de la intención de la primera dama de participar en la ceremonia y los actos de Estado, informó a su contraparte que los eventos que tuvieron lugar en el Palacio Imperial sólo estaban convocados 200 jefes de Estado e integrantes de casas reales al Seiden, el mítico salón de ceremonias del Palacio Imperial
Unos van. Otros vienen. El patio de honor y el salón de recepciones del Palacio Nacional han vivido una frenética actividad, en las semanas recientes. En visita de Estado, los presidentes de Cuba, Costa Rica y Panamá han sido recibidos por su homólogo, Andrés Manuel López Obrador.
Beatriz Gutiérrez Müller no participó en los actos protocolarios para recibir al mandatario costarricense, Carlos Alvarado, hace 10 días. De hecho, desde el 15 de octubre, su agenda pública sufrió una sensible reducción de actividades, por causas de fuerza mayor: atender un entrenamiento intensivo, en vísperas de su viaje a Tokio, donde acudiría con la representación del presidente de México a la entronización del emperador Naruhito, el pasado martes 22.
La cancillería del país oriental, enterada de la intención de la primera dama de participar en la ceremonia y los actos de Estado, informó a su contraparte que los eventos que tuvieron lugar en el Palacio Imperial sólo estaban convocados 200 jefes de Estado e integrantes de casas reales al Seiden, el mítico salón de ceremonias del Palacio Imperial.
Desde el 19 de octubre, Gutiérrez Müller ya no estuvo localizable en México. Un día después, la secretaria Olga Sánchez Cordero también emprendió un viaje al Lejano Oriente. La representante del gobierno mexicano tuvo que recibir una guía sobre los rituales y tradiciones de la ascensión al Takamikura (trono imperial del emperador), que de acuerdo con el personal de la cancillería enterado de estas cuestiones, se extendió a asuntos de vestimenta y alimentos.
De acuerdo con pasajeros de business class, estuvo acompañada por el teniente coronel encargado de su seguridad a bordo del vuelo AM 57, que inició el domingo 20 y aterrizó en Narita a las 6:20 de la mañana, tiempo local. El regreso lo hizo sola. Su guardia estuvo en clase turista.
Este fin de semana, en Tokio estarán la presidenta de la mesa directiva de San Lázaro, Laura Rojas, y el senador morenista Salomón Jara, para participar en la cumbre de líderes parlamentarios de los países adscritos al G20. Hace tres semanas ambos copresidentes de delegación, junto con una veintena de legisladores federales, estuvieron durante una semana en Belgrado, con motivo de la 141 Asamblea de la Unión Interparlamentaria, el foro global de parlamentos en donde participan 178 países del mundo que encabeza la diputada morenista Gabriela Cuevas Barrón.
A Estrasburgo, la semana pasada, viajó la senadora Citlalli Hernández. Y el pasado fin de semana, un contingente de 40 legisladores participó en la interparlamentaria México-Estados Unidos, en San Diego, California.
Vienen las interparlamentarias con Canadá, dentro de 10 días. Siguen Japón, Australia, India, Corea del Sur, Sudáfrica y Turquía. El único evento internacional de este tipo en el que México sería anfitrión es la cumbre de los países del mecanismo Beijing+25.
La legisladora panista tuvo una participación discreta en el Foro de Mujeres Parlamentarias, donde habló de los avances registrados en materia de paridad e igualdad sustantiva en México, donde actualmente dos mujeres presiden los órganos directivos del Congreso de la Unión.
Rojas estaba en espera de la notificación de que efectivamente encabeza la delegación mexicana —compuesta por una veintena de diputados federales y senadores— para ejercer plenamente en esas funciones. Ésta nunca llegó, no obstante, las insistentes llamadas de la diputada panista, el senador oaxaqueño Salomón Jara, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado, oficialmente fue reconocido como jefe de la delegación mexicana.
A pesar del desaire, la presidenta de la Mesa Directiva estuvo en la primera ronda de oradores… en su calidad de presidenta de Parlamento. Después de ese breve discurso, acudirá a un taller con sus homólogos y de inmediato regresará a México para acudir a la sesión ordinaria. Ya no se quedará a escuchar al senador perredista, quien planea iniciar su alocución en zapoteco, su lengua materna.
El conflicto, empero, sigue latente. La reunión interparlamentaria México-Estados Unidos fue el 25 de octubre en San Diego, California. Y el Foro de Presidentes de Parlamentos del G20, se llevará a cabo el 4 de noviembre en Japón. Las delegaciones mexicanas serán encabezadas por Jara.
EFECTOS SECUNDARIOS
VALIENTES. En México, el cáncer de mama es la segunda causa de muerte de mujeres; cada año se detectan cerca de 23,000 nuevos casos. Se va octubre, mes en el que se crea conciencia sobre esta enfermedad, la cual, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, representa alrededor de 6,000 muertes anuales. Aquí en México, organizaciones como Fundación KIO, que dirige Patricia Guerra, promueve actividades para asistir a las pacientes y sus familias. A través de su plática Pasa la Voz, Guerra inició una campaña dirigida a mujeres y hombres para generar una cultura de prevención y atención a esta enfermedad. Parte de esta campaña consiste en entregar a la gente globos rellenos en los que hay que buscar una pequeña bolita que ejemplifica, de manera muy cercana, un tumor de cáncer de mama. Durante esta plática y actividades, Erika Domínguez, encargada de Planeación Estratégica y Comunicación Corporativa de KIO Networks, compartió su testimonio como sobreviviente.
ASOCIADOS. Luis Carlos Urzúa dirige las Redes Sociales Progresista en NL y a nivel nacional es uno de sus principales financiadores junto el director juegos y sorteos de Segob, José Luis Calvo. ¿Será?
OBJETIVOS. La Unidad de Inteligencia Financiera revisa las cuentas bancarias del exgobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero. Y en esas pesquisa surgió nuevamente el nombre Henry Paul Hughes Alcocer, quien fue acusado con 19 personas más incluido su hermano, a la sazón exsecretario de finanzas de Guerrero, por el delito de lavado de dinero.
FESTIVIDADES. Hace un cuarto de siglo arrancó operaciones el organismo Normalización y Certificación (NYCE), en apoyo de la aplicación y verificación de las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) para sectores como electrónica, telecomunicaciones y de tecnologías de la información, entre otros. Así, el reto del organismo encabezado por Carlos Pérez Munguía, mismo que enfoca sus esfuerzos en la certificación y en consolidar su liderazgo en materia de evaluación de la conformidad en más de 80 sectores industriales de la economía, tales como combustibles, dispositivos de seguridad automotriz, insumos para la construcción, turismo, medicamentos y dispositivos médicos.
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