Una pléyade de choferes, asistentes personales y asesores acompañan a los 128 senadores de la República. Con sueldos privilegiados, bonificaciones extraordinarias y laxas cargas laborales, esa burocracia dorada transita entre las oficinas de los legisladores
Una pléyade de choferes, asistentes personales y asesores acompañan a los 128 senadores de la República. Con sueldos privilegiados, bonificaciones extraordinarias y laxas cargas laborales, esa burocracia dorada transita entre las oficinas de los legisladores, el staff de las comisiones y el personal especializado de los institutos de investigación, los centros de estudios y el Canal del Congreso.
En la vieja normalidad, esa élite y un cúmulo de “enlaces legislativos” de las dependencias federales, de los gobernadores y de los grupos de interés convivía en las oficinas de los senadores y el recinto legislativo.
¿Y el servicio de carrera? Muchos de los asesores parlamentarios en la LXII Legislatura federal llegaron a la casona de Xicoténcatl más por lealtades que por sus capacidades profesionales. Ese era el caso de Rafael Caraveo Opengo, quien debía su breve experiencia como funcionario público —en Sedesol— a su antiguo patrón en una maquiladora campechana, José Luis Lavalle Maury.
Excompañeros suyos en aquellos años recuerdan que el contador público y abogado campechano nunca desobedeció una instrucción de su jefe. Y ahora que se hizo pública su declaración ante la autoridad judicial sobre su participación en la recepción de efectivo, presuntamente filmados por Francisco Olascoaga por instrucciones de Emilio Lozoya Austin, validan la versión de que actuó por instrucciones superiores.
Caraveo Opengo aceptó haber recibido en el 2013 al menos 15 maletas de dinero del excolaborador del entonces director general de Petróleos Mexicanos. Además de los videos, estarían los recibos elaborados por Olascoaga y otra evidencia que confirmaría los viajes realizados —a veces en compañía de Guillermo Gutiérrez Badillo, exsecretario particular del también entonces senador Francisco Domínguez Servién; en otras ocasiones, por otros colaboradores de otros legisladores del blanquiazul— a las oficinas de la antigua casa de campaña de Enrique Peña Nieto, en Montes Urales.
El monto de los presuntos sobornos y su destino final —si fue para beneficio de los legisladores panistas, previa discusión de la reforma energética, o para financiar campañas electorales— justamente es el objetivo central de las pesquisas de la FGR.
Como hace dos meses —tras de que fuera divulgado el video— Lavalle Maury negó haber instruido a su excolaborador en el Senado y su exsocio en diversas empresas, para trasladar las maletas repletas de numerario. Y reclamó a la Fiscalía por no haber aceptado su testimonio. “Ningún delincuente confeso manchará mi nombre”, aseguró luego de que se conociera la declaración preparatoria del exdirector de Pemex.
Por los dichos de Lozoya Austin, pero también por la evidencia disponible, la FGR indagó sobre los staffers de los senadores panistas cercanos a Ernesto Cordero Arroyo, entre ellos Lavalle Maury, Pancho Domínguez Servién, Francisco Javier Cabeza de Vaca, Salvador Vega Casillas y Roberto Gil Zuarth.
Caraveo Opengo y Gutiérrez Badillo, hay evidencia robusta, eran cercanísimos a sus respectivos jefes. Igual Olascoaga, quien despachó en el piso 45 de la Torre Pemex; en la casona de la Anzures, donde se repartían otras cosas, lo hacía Froylán Gracia García. Además de cercanía con Lozoya, Olascoaga era tratado con confianza por los staffers de los senadores panistas.
Los equipos de Vega Casillas y Gil Zuarth también han sido indagados. En el 2012, Gil Zuarth llegó al Senado de la República, al igual que Ernesto Cordero y José Luis Lavalle Maury. El exsecretario de Hacienda arrancó esa Legislatura como coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, mientras que los exabogados de Vázquez Mota fueron designados presidentes de comisión: el chiapaneco, de Justicia, y el campechano, de Administración.
Para el desahogo de los asuntos de esas comisiones, los legisladores llamaron a sus más cercanos: Reyes Rodríguez Mondragón fue designado secretario técnico de la comisión presidida por Gil Zuarth, y Rafael Caraveo Opengo, de la instancia encargada del manejo presupuestal de la Cámara Alta. Este último también tuvo trato frecuente con Carlos Treviño Medina.
Rodríguez Mondragón y Roberto Gil Zuarth se conocieron en el ITAM y estrecharon sus vínculos en Madrid, cuando ambos estudiaron sus posgrados. Hace tres lustros comenzaron a colaborar en la Secretaría de Gobernación, cuando el abogado itamita fungió como subsecretario de Fernando Gómez-Mont, en el 2010. Ambos se integraron a la secretaría particular de la Oficina de la Presidencia, en el 2011, y durante la campaña presidencial estuvieron en el primer equipo de Josefina Vázquez Mota.
Olascoaga, desde entonces, frecuentaba a los staffers panistas. Caraveo Opengo acompañó a su jefe durante su permanencia en el Senado de la República; Rodríguez Mondragón apenas estuvo un periodo ordinario de sesiones como secretario de la Comisión de Justicia; en marzo del 2013 fue electo magistrado del Tribunal Electoral.
Efectos secundarios
POSTURAS. El gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, contaría con el respaldo de sus homólogos si decidiera buscar la dirigencia nacional del PAN, el próximo año. Justamente contra el bloque de mandatarios aliancistas iría la legisladora tlaxcalteca Adriana Dávila Fernández, quien desde ahora anticipa que no buscará la candidatura al gobierno de aquella entidad del Altiplano.
ORÍGENES. A las preocupaciones ciudadanas por la contingencia sanitaria y la crisis económica se impone el descontento popular por la impunidad. Y es que —de acuerdo con expertos en seguridad— de cada 10 extorsiones cometidas en México, sólo se castiga una. Se estima que 92.4% de los delitos en el país quedan en la impunidad, siendo Sinaloa (99%), Guerrero (98.4%), San Luis Potosí (97.8%) y Ciudad de México (97.7%) las zonas más afectadas por la falta de justicia y donde los delitos por extorsión van al alza.
@aguirre_alberto