Viven en la nostalgia del futuro. Florestán En el México de los presidentes imperiales, éstos, que eran superiores a todos los demás mexicanos de banqueta y surco, jamás se enfermaban, eso era una debilidad de los mortales. Por eso nunca se supo qué problemas de salud tuvo el general Lázaro Cárdenas, si es que padeció … Continued
Viven en la nostalgia del futuro. Florestán
En el México de los presidentes imperiales, éstos, que eran superiores a todos los demás mexicanos de banqueta y surco, jamás se enfermaban, eso era una debilidad de los mortales.
Por eso nunca se supo qué problemas de salud tuvo el general Lázaro Cárdenas, si es que padeció alguno. De Manuel Ávila Camacho se rumoró que había tenido una delicada crisis que lo tuvo postrado más de una semana, pero nada se dijo. Tampoco se mencionó nada de los presidentes Miguel Alemán o Adolfo Ruiz Cortines, que ya era de edad avanzada cuando llegó a Los Pinos.
Del primero que se conoció algo fue de Adolfo López Mateos, que sufría terribles migrañas derivadas de un problema neurológico que lo llevó a la tumba en 1969. Los insoportables dolores de cabeza se los curaba con puños de aspirinas con las que se llenaba los bolsillos.
Gustavo Díaz Ordaz fue operado de un desprendimiento de retina y Luis Echeverría sufría de dolores renales que solo permitía que los atendiera su hermano Eduardo, el médico. José López Portillo padeció sinusitis.
Miguel de la Madrid no tuvo enfermedad conocida ni crisis. Lo suyo era el cigarro que al final le produjo un enfisema pulmonar del que murió en 2012. De la Madrid fue el único presidente fumador de los últimos seis. El otro fue López Mateos del cual, siendo precandidato, Abel Quezada, el inolvidable caricaturista, hizo una campaña de publicidad: El Tapado fuma Delicados, y López Mateos, que fue destapado candidato por Ruiz Cortines, efectivamente, fumaba Delicados.
A Carlos Salinas lo operaron de apendicitis en diciembre de 1993 y a Ernesto Zedillo de una rodilla.
Vicente Fox se sometió a una intervención de la columna vertebral y Felipe Calderón entró dos veces al quirófano militar por una lesión en el hombro que se produjo al caer de una bicicleta, y la otra por una rodilla dañada en una cascarita en Los Pinos.
Y al presidente Enrique Peña Nieto lo han operado dos veces: de un nódulo tiroideo y de la vesícula.
Yo soy de los que dicen que debemos conocer el estado de salud física de los candidatos presidenciales, que al serlo convierten el tema de interés público, por encima de la privacidad.
Y si no, que se lo pregunten en Estados Unidos que aún no saben, bien a bien, qué padece Hillary Clinton, a sus 68 años.
RETALES
1. QUE SÍ. Miguel Mancera me confirmó ayer que sí va por la candidatura presidencial de un frente que encabece el PRD, pero que no se afiliará a éste, pese a la petición de su tocayo Barbosa;
2. PLEITO. Sigue vivo el pleito del consorcio constructor de la Línea 12 en tiempos de Ebrard, por 5 mil millones de pesos que, aseguran, el Gobierno de la Ciudad de México, que no reconoce, les debe por aquel desastre; y
3. ALINEACIÓN. Con los seis designados del presidente Peña Nieto, los otros seis de Mancera y los cuatro pendientes del Congreso quedó la alineación de los cien constituyentes de la Ciudad de México que se instala mañana.
Nos vemos mañana, pero en privado
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