El presidente López Obrador acumula dos eventos que han puesto a prueba a su gobierno y en los que ha salido reprobado ante el grueso de la población
Para nadie es un secreto que Andrés Manuel López Obrador le tiene tirria a los periodistas, claro, menos a esos que le dicen que parece corredor de Kenia por lo que aguanta… A esos y a quienes se le parecen seguramente que los debe adorar.
Pero el señor presidente debe entender que la luna de miel tiene fecha de caducidad, estar en los cuernos de la luna es perentorio y tarde que temprano se dan caídas y resbalones que generan fracturas y lesiones severas.
De hecho, en su primer año de gobierno tiene dos descalabros mayores que se han dado casi de forma continua, me refiero al “culiacanazo” y a la masacre de Bavispe.
Dos eventos que han puesto a prueba al Gobierno Federal y dos eventos en los que ha salido reprobado ante el grueso de la población, incluso ante algunos de sus seguidores.
Y es aquí donde todas esas agresiones a los comunicadores de repente cobran factura, lo vemos en muchos periodistas y muchos medios de comunicación que le han perdido el respeto al ejecutivo y todo por una sencilla razón, en la vida todo es “de ida y vuelta”.
Se identifican fácilmente los que no dejan pasar ningún error oficial, cualquier detalle es señalado; quizá al presidente no le importe mucho por su todavía regular aceptación, pero no queda la menor duda que comienzan a inquietarse muchos y muchas que le dieron su confianza, y los señalamientos como la gota que perfora la roca, poco a poco hacen su trabajo.
Ejemplos de textos fuertes hay muchos, uno de ellos el de Denise Dresser el pasado sábado, donde lo menos que le dice es “Presidente perturbado, paranoico, conspirador y con delirio de grandeza”.
Un párrafo fue lapidario y aquí lo transcribo: “Cuestionar la Cuarta Transformación es tan impío como quemar la bandera o pisotear la efigie de la Virgen de Guadalupe o tomar el nombre de Dios en vano. Ante López Obrador no se vale dudar; es necesario persignarse. A AMLO no se le puede exigir; es necesario arrodillarse”.
Así de fuerte y así de intensos son algunos textos que deben de comenzar a molestar seriamente a AMLO y sobre todo a esos que piensan que más que un presidente es un mesías.
Pero el tema central siguen siendo las malas decisiones, sigue siendo querer hacer un nuevo México, hacer las instituciones a su modo aunque sean igual, pero con diferente nombre.
La seguridad con una Guardia Nacional que se está convirtiendo en su auténtico dolor de cabeza, pues por un lado logra hacer enojar a muchos miembros del Ejercito y hace una Guardia Nacional cuyos uniformes, y lo digo de forma literal, le quedan grandes.
Desaparece un sistema de salud que viene funcionado como el “Seguro Popular” para dejar sin atención a millones de mexicanos que ya la tenían y hoy día mueren por la falta de atención.
Un país que su economía se encuentra en alerta máxima, pues se da poca inversión, no hay interés del mundo por aplicar en México y lo peor, comienzan a irse grandes empresas a buscar nuevos horizontes donde les ofrezcan mayor estabilidad.
Así las cosas, el presidente no entiende que lo es de todos los mexicanos, pero solo gobierna para quienes lo adoran, sino es así simplemente él ve enemigos.
De ida
Si alguien está pensando que la masacre de Bavispe es historia, les puedo asegurar que no, estamos viendo cómo comienza a crecer la indignación entre los afectados, entre esas familias que viven en apartadas tierras de Sonora y de Chihuahua.
Ya vemos a los congresistas norteamericanos declarando la importancia de tomar partido y enfrentar al crimen organizado en México, y lo dicen por una sencilla razón: el gobierno de nuestro país no lo está haciendo y ya se dijo que no se hará.
Así que las cosas que no están nada fáciles para nadie, y nadie es nadie.
De vuelta
La solicitud de ayuda de la gobernadora Claudia Pavlovich al FBI para ampliar las investigaciones de la masacre de Bavispe ha generado mucho ruido político.
Aseguran que se debe a encuentros que se dieron con el embajador de los Estados Unidos, Christoper Landau, y con el gobernador de Arizona, Doug Ducey.
Aunque otros dicen que simplemente es porque la federación no le quiere entrar y pretende dejar la papa caliente en el Gobierno de Sonora. ¿Será?
Aserrín
Pues será el sereno, pero si sumamos la violencia en los pueblos de la sierra sur de Sonora, Guaymas, Empalme y más recientemente Hermosillo, nos podemos percatar que nuestro estado dejo la tranquilidad hace mucho.
La pregunta es… ¿hasta dónde puede llegar toda esta violencia descarnada?
Víctor Mendoza Lambert director de Grupo Entre Todos.
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