En el cierre del gobierno de López Obrador, Pemex reportó mil millones de dólares en envíos de crudo a la isla. La ruina económica definitiva de Venezuela, provocó que Cuba estableciera a México como su nuevo proveedor energético y financiero regional
Caen los viejos referentes del chavismo: Correa, Kirchner, Evo. Ortega está enfermo y Maduro vive acorralado. Pero Cuba, el anciano chamán de la aldea populista, sigue tutelando el desmantelamiento de la democracia regional.
La isla es el santuario ideológico de la 4T. Por eso Sheinbaum tomó la decisión de Estado de mandar, en el último mes, 39 buques tanque con 10 millones de barriles de petróleo, para que la dictadura sobrelleve el día a día, y ahorre las reservas.
En el cierre del gobierno de López Obrador, Pemex reportó mil millones de dólares en envíos de crudo a la isla. La ruina económica definitiva de Venezuela, provocó que Cuba estableciera a México como su nuevo proveedor energético y financiero regional.
Es regla aceptada: los grupos políticos de izquierda que llegan al poder en la región, pagan tributo a Cuba por adiestrar a sus cuadros durante años, para que sepan cómo modificar el modelo de gobierno. Pero no sólo es dinero: también es respeto histórico.
La secretaria del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, Carolina Rangel Gracida, fue a La Habana, el dos de mayo pasado, y firmó con el Partido Comunista de Cuba un convenio para “aprender e intercambiar información”.
Tras la caída del Muro de Berlín, Cuba cayó en bancarrota y dejó de financiar guerrillas. Cambió el diseño. Ordenó a los líderes amaestrados por años, cambiar la estrategia: ganar elecciones democráticas y luego destruyeran el Estado de Derecho.
En 2006, Fidel Castro ensalzó a López Obrador en su reflexión habitual en el periódico Granma. Escribió que “López Obrador será la persona de más autoridad moral y política de México cuando el sistema se derrumbe y, con él, la mafia del poder”.
Morena abrevó de La Habana. Y, desde que ganó, le retribuye con aportes millonarios de convenios blindados al acceso a la información. También con gestos simbólicos: el gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, dio el discurso central de las Fiestas Patrias.
Y, el 28 de mayo pasado, fue inaugurado en la CDMX el Centro México-Cuba Benny Moré, que es la punta de lanza de La Habana para asesorar a la 4T en la ideologización socialista de la educación, la cultura y las artes, a nivel de barrios.
En el populismo de Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador, Honduras, los centros cubanos como el Benny Moré, adoctrinaron a los sectores populares, las escuelas y universidades públicas: la instrucción va dirigida a los niños, adolescentes y jóvenes.
El régimen cubano está diseñado para planificar a plazos larguísimos. Lo que aquí llaman “el movimiento”, y que hoy es Morena, es un ejemplo: La Habana lo empezó a pastorear hace décadas, con disímiles recursos.
Ya con la presidencia, el “movimiento” le está pagando.