La llamada UMA tendría que operar de forma similar a las unidades de inversión. La criopreservación es un método mediante el cual se somete regularmente a organismos vivos a condiciones de frío extremo para preservar sus condiciones y poder reanimarlo en el futuro. Esta técnica está en pañales para el uso médico, pero tiene una … Continued
La llamada UMA tendría que operar de forma similar a las unidades de inversión.
La criopreservación es un método mediante el cual se somete regularmente a organismos vivos a condiciones de frío extremo para preservar sus condiciones y poder reanimarlo en el futuro.
Esta técnica está en pañales para el uso médico, pero tiene una larga trayectoria de uso en el Congreso mexicano.
La criogenización de las iniciativas ha permitido a una gran cantidad de legislaturas deshacerse de una gran cantidad de planteamientos incómodos y de promesas que mueren en la memoria de los electores.
Rara vez logran sacar de sus tanques de nitrógeno líquido del archivo legislativo alguna iniciativa que puedan volver a la vida parlamentaria.
Pero lo acaban de hacer en el Senado y al parecer con éxito. Casi un año después de haber recibido la reforma por parte de la Cámara de los Diputados, los revisores aprobaron la desindexación del salario mínimo.
Es una reforma constitucional que da vida, hasta ahora en enunciado, a la Unidad de Medida y Actualización (UMA), que sustituirá al minisalario al momento de fijar multas y pagos diversos.
Hoy la UMA tiene un valor inicial de 70.10 pesos, idéntico al salario mínimo nacional vigente, pero su actualización es algo que se mantiene en suspenso.
Lo deseable de tener una medición aparte de las multas y los salarios es que los costos se calcularan sólo con base en el aumento inflacionario y que los salarios pudieran emprender una carrera de recuperación de su poder de compra.
La UMA debería rezar el reglamento que se tiene que diseñar; tendría que ser idéntica a las Unidades de Inversión (Udis), que fueron estos instrumentos ideados en plena crisis de los 90 para mantener el valor de los ahorros y para salvar miles de créditos que se volvieron impagables a las tasas de esos tiempos.
Esto es, una multa, un contrato hipotecario, una actualización debería estar atada a la inflación a nada más que esa medición experta que hace el Inegi. Salvo que claro, no le crean que los precios están tan bajos y quieran algo más copeteado.
Calcular un factor de actualización de la UMA superior a la inflación será desconocer la medición misma del Índice Nacional de Precios al Consumidor y descalificar lo que hace el Inegi.
En todo caso, los más abusivos y que quieran ganar más con sus multas podrían especificar que se tiene que pagar la UMA más una cantidad porcentual adicional.
Por lo que hace al salario mínimo, su incremento tiene que ser gradual para evitar que cierre la pinza de las presiones inflacionarias. Porque una de las tenazas que ya ejerce presión viene del tipo de cambio y la de un aumento repentino del poder de compra aprisionaría el lado de los productos más básicos.
Un aumento ideal de los salarios debería dar una mayor disponibilidad para el gasto habitual, permitiría a millones tener requerimientos básicos que hoy desconocen, pero otro porcentaje debería destinarse al ahorro para el retiro.
Es difícil que, en un país donde se ve como un impuesto el juntar dinero para retirarse, esto pudiera tener una buena recepción, pero la pregunta es si las autoridades están para hacer solamente aquéllas cosas que les dejen buena imagen y popularidad, rentabilidad política y muchos votos; o bien para hacer lo correcto.
Les suplico no me respondan esa pregunta.
Minuto a minuto
