Paradojas de la política, seis años después de que una trama de corrupción derrocara al gobierno del PP, otra más hace temblar los cimientos del PSOE. Lo dicho, en todas partes se cuecen habas
Pensaba escribir sobre la irresponsabilidad del diputado federal, Cuauhtémoc Blanco, quien fue captado, el día en que se inició el periodo extraordinario de sesiones en la Cámara, de vacaciones en Milán, Italia, pero la verdad voy a abstenerme de hacerlo, no por nada sino, lo confieso, por miedo. Como están las cosas el legislador vacacionista, que libró la solicitud de desafuero por abuso sexual hacía su media hermana, podría demandarme por andar revelando algo de lo que no tengo duda pero tampoco prueba. La demanda podría ser por violencia política de género futbolístico ya que el ‘Cuau’ está considerado un héroe balompédico nacional. Con un seleccionado que tuviera el talento que él tuvo para jugar al futbol, la Selección Mexicana, no andaría arrastrando la cobija de cara al Mundial y ganaría con facilidad la Copa Oro. ¡Gulp! Ahora caigo que si sigo hablando mal del futbol mexicano puedo suscitar la furia y convocar a una demanda en mi contra por parte de sus dirigentes máximos: Mikel Arriola e Ivar Sisniega, expelotari y expentatleta, respectivamente, que de futbol sólo saben que la pelota es redonda y los dólares verdes.
Mejor me voy remontar al año 1607 en la España de don Quijote de la Mancha, situaré a lectoras y lectores en el capítulo XIII de la segunda parte de la inmortal novela de Cervantes, cuando el hidalgo cincuentón, enfundado en una armadura anacrónica y tan esquelético como su caballo, se encuentra con su cofrade el Caballero del Bosque. Mientras los caballeros se cuentan su vida y sus amores, sus escuderos: Sancho y el del Bosque, apartándose un poco de ellos, se quejan de la vida que llevan al lado de los andantes caballeros; pasando frío, calor y hambre, con la esperanza de los premios prometidos: a Sancho el gobierno de una ínsula y al del Bosque un canonicato dado que el talante de su amo era eclesiástico. En contraste el carácter de don Quijote “es meramente lego” —según lo define Sancho.
Durante su coloquio el escudero de el del Bosque le revela a Sancho que su amo “tiene más de loco que de caballero”. A lo que Sancho replica: “No hay camino tan llano que no tenga algún tropezón o barranco; en otras casas cuecen habas, y en la mía a calderadas”. Lo que significa que si el Caballero del Bosque sufre de demencia, el de la triste figura es un orate contumaz. Por demás está en decir que de este diálogo, como de muchos otros de la paradigmática novela, se desprende un refrán que ha llegado hasta nuestros días: En todas partes se cuecen habas.
Y el refrán nos lleva al cocimiento de habas en la España actual donde se ha descubierto una trama de corrupción que puso a temblar al gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) quien llegó al poder en el 2019 con la promesa de combatir la corrupción y que ahora enfrenta una investigación por presunta trama de sobornos que involucra al secretario de Organización del partido, Santos Cerdán León, a José Luis Ábalos, ministro de Fomento del 2028 al 2021 y al que fuera su asesor, Koldo García quienes recibieron sobornos por 620,000 euros, por adjudicación de contratos ferroviarios, construcción de carreteras y compra de material sanitario durante la pandemia.
¿Podrá el presidente Pedro Sánchez sortear la crisis?
Paradojas de la política, seis años después de que una trama de corrupción derrocara al gobierno del PP, otra más hace temblar los cimientos del PSOE. Lo dicho, en todas partes se cuecen habas.
Punto final
Habrán notado lectoras y lectores como aludí y eludí el tema del fantasma que recorre México, el fantasma de la censura. Remataré mi texto citando de memoria a Carlos Monsiváis en el décimo quinto aniversario de su desaparición física: “Hay personajes de la política que no están en contra de las libertades sino de su ejercicio”.