Yo quisiera que doña Claudia aprovechara esa mano extendida; no solamente para los españoles de allá, sino especialmente para los mexicanos de aquí
La Real Academia de la Lengua Española dice que la palabra concordia quiere decir “conformidad, unión”, pero en el apartado de sus sinónimos se despacha con la cuchara grande: “armonía, unión, acuerdo,consenso, avenencia, paz, reciprocidad, compañerismo, cordialidad, amistad y fraternidad”.
Si a mi me lo preguntan diría que todo eso, y más, es lo que NO ha habido en los últimos seis años entre los gobiernos de México y España, por cortesía del papá de Andy, con la simpatía y apoyo de la señora presidente con A. Todo ello basado en un complejo de inferioridad de Lopitos, que documentó una carta inspirada por la señora Beatriz Gutiérrez Müller, pero firmada por su entonces esposo Andrés Manuel López Obador cuando era presidente de México.
Y mire usted que la concordia en todos sus sentidos ha existido consistentemente entre los pueblos de México y España, incluso durante la dictadura franquista, en que no hubo relaciones diplomáticas con el régimen de Madrid. La acogida del exilio Español luego de la Guerra Civil y su asimilación a México, son la mejor prueba de fraternidad, avenencia, cordialidad y todo lo de arriba.
La carta de marras pedía al rey de España que le pidiera perdón a México por las barbaridades cometidas por los españoles en la Conquista. Desde luego, en una maniquea interpretación, que no admite ni menciona las barbaridades de los aztecas en ese episodio.
El premio Princesa de Asturias, establecido con el nombre de Príncipe de Asturias, se entrega desde 1981 en Oviedo cada año. El principado de Asturias es ocupado por el heredero al trono español y, puesto que la futura reina es Leonor, cambió de nombre. El galardón es de los más importantes en España y se otorga en ocho categorías: Comunicación y Humanidades, Investigación Científica y Técnica, Ciencias Sociales, Cooperación Internacional, Letras, Artes, Deportes y Concordia.
El viernes pasado, dos de esos premios fueron para México. El de artes para la fotógrafa de excepción -que en México hay tantos- Graciela Iturbide, y el de Concordia, que su nombre es todo un mensaje, al Museo Nacional de Antropología e Historia. Sí, ese magnífico orgullo de nuestro país, cuya envoltura fue genialmente diseñada por Pedro Ramírez Vázquez, y sus contenidos son una muestra de la enorme aportación de las culturas mexicanas. Pre Hispánicas.
A esas culturas se refirió de manera altamente elogiosa Leonor, Princesa de Asturias y futura reina de España, en su discurso, expresando su personal deseo, además, de adentrarse en el bosque de Chapultepec, y llegar -no lo dijo- al enorme paraguas invertido, en el centro del Museo.
En política nada es casual, y el premio Princesa de Asturias es parte importante de la política española. Que dos de los premios este año hayan sido entregado a mexicanos, así como la referencia simpática de la jovencita (19), en ensayo de ser reina mientra termina su adiestramiento militar obligatorio en la esfera de la aviación, es un mensaje de la Corona española a la presidente con A de México.
Es una invitación.Una mano extendida, que bien podría ser considerada en el cliché de perdón y olvido. Al mismo tiempo, una oportunidad más, para que la señora presidente se desmarque de la etiqueta heredada.
Yo quisiera que doña Claudia aprovechara esa mano extendida; no solamente para los españoles de allá, sino especialmente para los mexicanos de aquí.
Abrigo el temor de que no será así.
PILÓN: PARA LA MAÑANERA DEL PUEBLO (porque no dejan entrar sin tapabocas): El triunfo de Milei en las elecciones de Argentina el domingo, no es todo lo festivo para la ultra derecha como muchos consideran.
Sí, el 46 por ciento de los votos emitidos en favor del oficialismo es una cifra considerable; también lo fue el 10 por ciento que votó la miserable reforma judicial de la señora Sheinbaum en México para partirle la madre al amparo. ¿46 y 10 de qué total? ¿De la población o del padrón? Hagan sus cuentas, señores.
El abstencionismo de los mexicanos y el senshillito y carismático de los argentinos en las urnas, deja una clara evidencia. Los políticos de ahora, en todo el mundo, están atizando el fuego de la polarización, de que no hay más de dos sopas la de fideos o la de jodeos.
Cuando la de fideos se está acabando, por falta de presupuesto.
