La decisión, en la última reunión, de recortar la tasa en medio punto porcentual no fue unánime, uno de los cinco miembros de la Junta de Gobierno de Banxico votó a favor de un recorte de veinticinco puntos base
La semana pasada Banxico dio a conocer su séptimo anuncio de política monetaria del año con un recorte de medio punto en la tasa de fondeo para ubicarla en 4.50% como era ampliamente esperado por el mercado.
Con este recorte, la tasa de fondeo ha bajado de 8.25 a 4.50% en los últimos 12 meses, siguiendo la tendencia mundial de fuertes reducciones en las tasas de interés de corto plazo. Como comentamos en la edición de Sin Fronteras previa al anuncio de Banxico, la atención del mercado estaba en el tono y contenido del comunicado de Banxico que acompaña la decisión de política monetaria en la búsqueda de pistas sobre el rumbo futuro de la tasa de interés de referencia.
En este sentido, tanto el tono como el contenido confirmaron, en la opinión de este columnista, que el ciclo de bajas se encuentra cercano a su fin y que no hay mucho espacio para que las tasas sigan bajando al mismo ritmo de los últimos 12 meses.
Una de las señales más claras en este sentido fue que la decisión de recortar la tasa en medio punto no fue unánime ya que uno de los cinco miembros de la Junta de Gobierno de Banxico votó a favor de un recorte de solamente un cuarto de punto.
Asimismo, el comunicado hizo referencia explícita al repunte en la inflación y los retos que esto implica para las decisiones futuras de política monetaria. Aunque Banxico no parece tan preocupado por el impacto del reciente repunte en los datos de inflación en las expectativas de mediano y largo plazos –que se mantienen en línea con la meta de Banxico– el banco se mantendrá vigilante sobre la tendencia de corto plazo.
En las últimas semanas se ha dado un debate interesante sobre las razones detrás de un repunte inflacionario que se da en medio de un desplome en la demanda agregada.
Por un lado, hay quienes argumentan que el repunte fue provocado principalmente por la escasez en algunos productos provocado por las disrupciones en las cadenas de suministro causadas por la pandemia. Esto implicaría que el repunte podría ser transitorio y quedaría atrás conforme las cadenas de suministro se normalicen.
Por el otro lado, hay especialistas que argumentan que el repunte se debe principalmente al alza del tipo de cambio y sus efectos de segunda ronda aunado a los fuertes incrementos salariales de principio de año.
Los que están de este lado del argumento no ven el repunte de la inflación como algo transitorio e inclusive anticipan un alza adicional conforme la demanda agregada se recupere.
Lo más probable es que ambos lados tengan algo de razón, pero Banxico no se puede dar el lujo de mantener una postura muy acomodaticia considerando que su mandato único es la estabilidad de precios y que el impacto de la reducción en las tasas sobre la actividad económica es limitado considerando la baja bancarización de nuestro país.
En este sentido, las expectativas del mercado ahora reflejan que Banxico podría realizar dos recortes adicionales de un cuarto de punto cada uno en lo que resta del año para dejar la tasa de referencia en 4.0%, lo cual ubicaría a las tasas reales (la tasa nominal menos la inflación) muy cerca de cero y el diferencial con la tasa de referencia de la Fed en cuatro puntos porcentuales. Este diferencial podría ayudar al peso a mantener su nivel en el corto plazo, siempre y cuando se mantenga un escenario favorable de aversión al riesgo a nivel global.
Política dovish
- 4.50 por ciento se encuentra la tasa de referencia de Banxico.
- 3 reuniones de política monetaria faltan por realizarse este año.
Un voto en contra
La decisión, en la última reunión, de recortar la tasa en medio punto porcentual no fue unánime, uno de los cinco miembros de la Junta de Gobierno de Banxico votó a favor de un recorte de veinticinco puntos base.