En síntesis y sin echar las campanas al vuelo, al parecer la guillotina de Marco Rubio no cayó sobre el gobierno mexicano
LIC. OMAR GARCÍA HARFUCH,
SECRETARIO DE SEGURIDAD Y
PROTECCIÓN CIUDADANA:
+Cooperación: obrar juntamente con
otro para la consecución de un fin común.
Diccionario de la Real Academia
Nunca he sido, ni creo llegar a ser fan de la 4T, pero no deja de dar cierta tranquilidad que haya un reconocimiento a los esfuerzos realizados por nuestro país en materia de seguridad y migración, esperando que ello tenga impacto en la política arancelaria del mandatario estadounidense, Donald Trump.
Si se pudiera resumir en una frase lo expresado por Marco Rubio, Secretario de Estado de EUA, en la conferencia de prensa posterior a su reunión con la presidenta Sheinbaum, sería que la administración Trump ha visto “resultados concretos” de parte de la administración Sheinbaum. En otra parte de su alocución, Rubio declaró que en “los últimos ocho meses, jamás en la historia de ambos países ha habido el nivel de cooperación que existe en este momento”.
De ambas parte también se reconoció que todavía falta mucho por hacer y por ello han acordado llevar a cabo un Programa de Cooperación sobre Seguridad Fronteriza y Aplicación de la Ley, derivado del cual habrá un grupo de implementación de alto nivel que dará seguimiento a los trabajos y compromisos de las partes. El mismo Rubio enfatizó la importancia de la creación del grupo, al decir que no era sólo declarativo.
Por lo que dejaron ver los cancilleres, la seguridad fronteriza va más allá del cruce de ilegales; es decir, también supone combatir el tráfico de armas hacia México a fin de evitar que mediante compras simuladas en territorio estadounidense lleguen a nuestro país. Asimismo, revisar qué agentes aduanales son sobornados del otro lado de la frontera para permitir el ingreso de la droga a EUA, porque corruptos los hay de todas las nacionalidades.
Hasta aquí todo se oye muy favorable a México, pero el diablo está en los detalles. Se esperaría que, a través del mencionado grupo de alto nivel, la parte estadounidense continúe apretando las tuercas y haciendo nuevas exigencias al gobierno mexicano.
Por ejemplo, podrían determinar a qué área de nuestro Gabinete de Seguridad le pasarán la información de inteligencia que logren levantar; hasta donde entiendo, usted y la SEMAR son los interlocutores preferidos, pues habrían constatado que son menos frecuentes las filtraciones. Espero que tal preferencia no haga olas dentro del Gabinete de Seguridad. También podría EUA solicitar que sus agentes -no militares- participen como acompañamiento en los operativos de alto impacto.
Como sea, justo es reconocer que la relación binacional sí que ha tenido un cambio notable, por lo menos hasta ahora. Recordemos que en el sexenio lopezobradorista además de los “abrazos no balazos”, se cancelaron las operaciones conjuntas de la DEA con SEMAR y hasta se canceló el espacio para el avión de la agencia estadounidense.
Asimismo, se desmanteló la Policía Federal acusándola de corrupta; no dudo que hubiera policías federales que hubieran cedido a los sobornos, lo que lamento es no hubo detenciones. En ese entonces, se transfirieron sus facultades de la PF a la Guardia Nacional. Aun cuando los militares también tenían antecedentes de participar en el combate a las drogas, no llevaban la voz cantante, por lo que la Guardia tuvo que implementar una estrategia al respecto, cuyos resultados fueron bastante dudosos.
Lo anterior nos lleva a la Unidad Nacional de Operaciones (UNO), de la cual poco nos habla usted, don Omar. Como recordará, la SEDENA no deseaba que los policías federales se integraran a la Guardia Nacional y ahora que ésta ya formalmente recae en el ámbito de la Defensa, esos elementos policiales se quedaron aparentemente en el limbo. Me pregunto si algunos de ellos ya se han integrado a la UNO, junto con los nuevos reclutas que atendieron la convocatoria.
Dicha Unidad representaría “los dientes” que le hacían falta a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, pues su intención es ser la élite de la élite para operaciones especiales de alto impacto. Hasta ahora han tenido entrenamiento bastante intenso a cargo de especialistas mexicanos que previamente se han capacitado en el exterior, como en EUA, Colombia y España.
Ojalá, don Omar, nos pueda confirmar si la UNO pudiera ser la contraparte de los equipos especializados estadounidenses para dar golpes de precisión a los cárteles. El gran reto es conservar la confianza de los gringos y que los elementos de la UNO no sean tentados por la corrupción. ¿Cómo andan los controles de confianza?
En síntesis y sin echar las campanas al vuelo, al parecer la guillotina de Marco Rubio no cayó sobre el gobierno mexicano.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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