Si la presidenta decide enjuiciar a algún exfuncionario o funcionario actual, no habrá buen resultado entre la clase política
LIC. JESÚS RAMÍREZ CUEVAS,
COORDINADOR DE ASESORES,
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA:
+Dilema: situación en la que es necesario
decidir entre dos opciones igualmente
buenas o malas.
Diccionario de la Real Academia
“Hay algunos que quisieran vencernos, que quisieran que fracasáramos, ¿pero saben? Ni nos quebramos ni nos resquebrajamos”, expresó la presidenta Claudia Sheinbaum en su gira por Sinaloa el pasado viernes.
Nada más lejos de la verdad, Jesús, porque si le va mal a la 4T, le va mal al país, nos va mal a todos.
Además, con sus propios errores, la 4T ya tiene bastante. Aquí te comento algunos:
¿A quién se le ocurrió que sería buena idea que la doctora Sheinbaum criticara a EUA porque la fiscalía de aquel país llegó a un acuerdo con Ovidio Guzmán? No había ninguna necesidad de que lo calificara de incoherente por considerar a los narcos como grupos terroristas al tiempo que la fiscalía de Illinois negocia con el imputado. No había ninguna necesidad de generar la percepción de que se tiene interés en proteger a funcionarios corruptos y/o a algunos malandros, siendo que la presidenta Sheinbaum y el Gabinete de Seguridad han mostrado en los hechos que sí están combatiendo al crimen organizado…
Lo cierto, Jesús, es que el crimen organizado mexicano es un tema prioritario para EUA, así que sacará el mayor provecho posible de Ovidio, mientras éste busca evadir la pena de muerte. Tampoco cabía esperar que EUA permitiera a México participar de alguna manera en la negociación entre la fiscalía y el inculpado; nada más piensa que EUA quisiera hacer lo mismo en México. ¡Sería te-rri-ble-men-te inaceptable..!
Ahora que si con estas declaraciones nuestra mandataria intenta desacreditar las acusaciones que Ovidio llegue a verter sobre políticos mexicanos, pues también es una mala idea. Entiendo que la 4T está metida en un berenjenal porque festinó el juicio de Genaro García Luna, condenado con base en dichos y sin ninguna prueba material. Que conste que no creo que sea inocente, simplemente puntualizo la lógica del sistema judicial estadounidense. Esta misma lógica aplicará en el juicio de Guzmán, así que la 4T no está en condiciones de exigir pruebas de los dichos.
La contestación dada por Jeffrey Lichtman, abogado de Ovidio, a la presidenta Sheinbaum es una descortesía monumental, pero a eso se expuso la mandataria. Y sí, mister Jeffrey aprovechó que todos los medios están pendientes del desarrollo del juicio.
El segundo error de la semana fue la visita a Sinaloa (of all places, ¡Sinaloa!). Sé que las giras presidenciales se planean con antelación y que, en medio de tanta violencia en Culiacán, viene bien la inauguración de nuevas áreas del Hospital Pediátrico del IMSS Bienestar. Pero las giras también se pueden mover de fecha para no hacerlas coincidir con la primera audiencia de Ovidio; pésimo día para que a la presidenta se le viera con el impresentable de Rubén Rocha, caray. Para ser precisos, no hay ningún día bueno para que doña Claudia se reúna con ese gobernador. Me recordó cuando AMLO fue a saludar a la mamá de El Chapo…
Para concluir la semana de desaguisados, el presidente Donald Trump nos recetó una carta anunciando 30% de aranceles adicionales porque desde su punto de vista México no está haciendo lo suficiente para combatir el tráfico de fentanilo. El número de incautaciones y arrestos realizados en lo que va de la administración es notable, solo que no hay ningún capo; hay delincuentes de segundo y tercer nivel. Tampoco hay algún funcionario o político corrupto en la lista.
Lo de la droga podría ser un mero pretexto de Trump para seguir con su guerra comercial y reforzar la simpatía de sus adeptos, pero me temo que lo que quiere el estadounidense son cabezas. Con las labores de inteligencia de los últimos años, seguro que el Gabinete de Seguridad tiene información sobre políticos involucrados en prácticas indeseables; si antes no la usaron es porque vivíamos en el México de los “abrazos”.
No es difícil imaginar que si la presidenta Sheinbaum decidiera dar la orden a la Fiscalía General de la República en el sentido de que abra una carpeta de investigación en contra de algún político, el país se va a cimbrar. Si pertenece a algún partido de oposición, éstos la acusarán de parcial y de no ver lo que ocurre en su propia organización. Si es morenista, pues le recriminarán que no vaya por los de antes.
Si la presidenta decide enjuiciar a algún exfuncionario o funcionario actual, no habrá buen resultado entre la clase política. Pero te aseguro que Trump y los mexicanos le aplaudiremos a rabiar su compromiso en la batalla contra la corrupción y la delincuencia organizada.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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