La relación bilateral México-EUA es un juego en el cual los gringos quieren poner todas las reglas, apelando a las pésimas cartas dejadas por la pasada administración
JUAN RAMÓN DE LA FUENTE,
SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES:
El quemado, hasta el
jocoque le sopla.
Refrán Popular
Al parecer, usted es el destinatario del momento, dada la prominencia de la relación México-Estados Unidos. La presidenta Claudia Sheinbaum ya anunció que en los próximos días acudirá usted a Washington, D.C., para reunirse con el gabinete de Seguridad de la actual administración. Usted y los enviados mexicanos no la tendrán fácil por varias razones.
Empecemos porque además de rudos, los funcionarios estadounidenses están muy envalentonados con las tácticas amenazantes de Donald Trump. El director de la DEA, Terry Cole, alucina a las autoridades mexicanas; el zar de la frontera, Tom Homan es un convencido antiinmigrante; Kash Patel, director del FBI, anda muy ocupado haciendo una purga de quienes no son pro-Trump; y del director de la CIA, John Ratcliffe, qué se puede decir si anda espiando el territorio mexicano en su interés por tener “una acción más intensa en contra de los cárteles”.
Mire, don Juan Ramón, el combate al crimen organizado va tan en serio que el jefe del Comando Norte, Gregory Guillot, informó haber ordenado varios sobrevuelos, mientras que el Ejército estadounidense ya cuenta con un panel de 140 analistas para revisar toda la información que recopilen las distintas dependencias de seguridad.
De lo informado por los diferentes organismos estadounidenses al Capitolio y a los medios, lo que sabemos es que EUA ha ordenado el sobrevuelo de aviones no tripulados (drones) MQ-9 Reaper en territorio nacional. Estos aparatejos pueden volar a 15 mil metros de altura sin ser detectado; por ahora, las naves no están artilladas, pero cabe señalar que tienen capacidad para hacer ataques de precisión. De acuerdo con las fuentes consultadas por The New York Times, “los vuelos se adentran bastante en el México soberano”, pero no están autorizados a ninguna acción letal. La verdad, no hay que tragarse esto de que toda la información que obtiene la CIA de los sobrevuelos, la comparte con México; seguro que conservan la mayor parte porque, ni modo, no confían en el gobierno mexicano.
El jueves pasado comenté en este mismo espacio, las quejas y frustraciones del actual director de la DEA; de ser ciertos sus alegatos, razón no le falta. Y créame que no me hace la menor gracia que EUA ande espiando a México, pero tampoco la negligencia y corrupción con la que se condujo la pasada administración en lo relativo al crimen organizado,
Del lado mexicano acudirán a la reunión el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch; el titular de SEDENA, general Ricardo Trevilla y el de SEMAR, almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles. Hasta lo que se alcanza a ver, don Omar tiene una imagen aceptable en EUA, máxime que se ha esforzado mucho en dar resultados en tan poco tiempo, además del envío de 10 mil guardias nacionales a la frontera para contener la migración.
Pero usted y todos saben que los gringos no confían en el Ejército mexicano. El caso Cienfuegos los dejó más que escaldados; no solo fue la exoneración inmediata de México hacia el general, sino que el entonces secretario de SEDENA, Luis Crecencio Sandoval, había sido estrecho colaborador del primero. Sin embargo, tengo la impresión de que no es el caso de la SEMAR y me explico por qué.
Poco después de la liberación de Cienfuegos en México, The Washingto Post publicó un reportaje de casi una plana titulado Lo llamaban ‘El Águila’. Como los EUA perdieron a un aliado clave en México mientras despegaba el fentanilo. En aquel entonces comenté que TWP “se deshace en elogios hacia la integridad y el actuar decisivo del Almirante Marco Antonio Ortega Siu, famoso en un momento dado por haber logrado la detención de Joaquín “El Chapo” Guzmán y abatir a Arturo Beltrán Leyva. También logró, entre muchos decomisos, el de 50 toneladas de precursores y fentanilo. Desde 2009 hasta 2018, ‘El Águila’ y su equipo trabajaron con la mayor discresión, anotándose un éxito tras otro en colaboración con la DEA” (16/12/2022).
Desde el grupo de “El Águila” nunca hubo filtraciones; con otra, doctor De la Fuente, las tareas de inteligencia realizadas por la SEMAR eran muy valiosas y efectivas. Resultado: la DEA confiaba y trabajaba muy bien con la Marina. Pero llegó el 2018; “El Águila” se fue a la banca y México práctimente rompió relaciones con la DEA, al tiempo que rechazó equipo de alta tecnología para la detección de drogas en fronteras terrestres y puertos.
Creo que un as en la manga para México estaría en dar un mayor protagonismo a SEMAR en las conversaciones y, por supuesto, en el diseño de los planes y acciones que ambos países vayan a llevar a cabo. De lo que ustedes logren dependerá una buena parte del éxito de la tarea de Marcelo Ebrard, secretario de Economía, en la negociación sobre los aranceles.
La verdad, doctor De la Fuente, es que relación bilateral México-EUA es un juego en el cual los gringos quieren poner todas las reglas, apelando a las pésimas cartas dejadas por la pasada administración.
Ojalá pueda convencerlos de que esta baraja está nuevecita.
P.D. Esta columna se ausentará el jueves. Nos vemos el viernes.
Con la colaboración de Upa Ruiz
X: @upa_ruiz
X: @Lmendivil2015