El combate a la corrupción es una de las tareas en las que 54% de los ciudadanos reprueban a la 4T; le deseo el mayor de las suertes en su nueva encomienda. La va a necesitar
EN C. RAQUEL BUENROSTRO,
SECRETARIA ANTICORRUPCIÓN
Y BUEN GOBIERNO:
No se puede tapar el sol
con un dedo.
Refrán popular
Debo confesarle, doña Raquel, que al estar tan atento a la Reforma al Poder Judicial y luego a la iniciativa sobre la supremacía constitucional, así como sus nocivas implicaciones para el país, no seguí los cambios ocurridos la Secretaría de la Función Pública, la cual se ha convertido en la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno (SABG).
Como se decía hace algunos sexenios, “contemos también lo bueno”, así que empecemos por lo que en principio se ve positivo en la nueva SAGB. Es de celebrar que la dependencia a su cargo cambie el enfoque correctivo por uno preventivo, así como que tenga una acción transversal a todo el aparato gubernamental. La SABG también ofrece la mayor de las transparencias, sobre todo con miras a que el INAI desaparezca, así como incrementar el número de trámites a realizar vía digital para evitar parte de la corrupción.
En el mismo cajón de lo favorable está la intención de modificar la Ley de Adquisiciones, la cual demora las contrataciones, ya que está llena de candados. Pero nada más imagínese de que tamaño es la corrupción y la astucia para perpetrarla, pues con todo y esa ley, los funcionarios públicos amañan las contrataciones. Ojalá que también tenga usted el respaldo político para poner un alto a las asignaciones directas que fueron tan frecuentes en el sexenio pasado.
Ahora pasemos al resto de lo anunciado como objetivos prioritarios y que genera dudas.
Mire, se supone que la SABG va a acompañar los trabajos faltantes del Tren Maya, así como la ampliación al servicio de tren de carga. Ya que la SABG buscará “blindar los programas desde su inicio”, ojalá que ponga usted un poco de orden y todo se realice a partir de un proyecto ejecutivo, con los costos bien calculados y, sobre todo, los beneficios a alcanzar. A ver cómo le va con los militares en esta obra y todas las que ellos tendrán a su cargo.
Por otro lado, cabría la pregunta de si ese acompañamiento incluye que los expedientes de contrataciones también queden sellados, como ocurrió por decisión presidencial con los llevados a cabo el sexenio pasado. Por cierto, y considerando que se triplicó el costo inicial estimado del Tren Maya hasta llegar a 450 mil millones de pesos, ¿no piensa echarles una revisadita? Por cierto, doña Raquel, las empresas militares que controlan los aeropuertos, hoteles, parques temáticos, etc., etc., ¿quién las audita?
Por lo que hace a su intención de apretarle las tuercas a los Órganos Internos de Control (OIC), me temo que su labor va a ser titánica. Un mal ejemplo es el OIC de la Secretaría del Bienestar; recientemente un ciudadano preguntó cuántas personas estaban registradas por entidad en los padrones de beneficiarios de los programas sociales y la Secretaría respondió que ¡no contaba con esa información! Asimismo, en las revisiones de la Auditoría Superior de la Federación se encontró que en dichos programas no había datos confiables en cuanto a los indicadores de éxito. Pues sí, si no sabe la Secretaría a quién le da el dinero, pues mucho menos si sirve para algo.
Y hablando de la Auditoría Superior de la Federación, no veo en la presentación de la SABG que se busque una coordinación con dicho ente. Me queda claro que la Auditoría depende de la Cámara de Diputados, pero como sea es importante que la Secretaría haga algo con los hallazgos negativos de las auditorías. En particular cabría que la SAGB pusiera atención a las auditorías de desempeño, en la cuales se analiza no solo si los recursos públicos se usaron limpiamente, sino si se cumplieron los objetivos de la obra o programa.
Entiendo que este tipo de auditorías sacan ronchas políticamente hablando; ya ve cómo le fue al Auditor Especial, Agustín Caso, cuando expuso que la cancelación del NAIM costaría 300 mil millones de pesos, tres veces más de lo aseverado por el entonces presidente; rápidamente, el titular de la ASF, David Colmenares se disculpó por el “desaguisado” y despidió a Caso. Por cierto, en el programa de auditorías para la Cuenta Pública del gasto ejercido el año pasado, ninguna de las tres megaobras aparece listada y desde que Colmenares encabeza al organismo, ha habido una marcada tendencia a la baja en las denuncias de hechos, el número de auditorías y los pliegos de observaciones.
Entiendo que el comportamiento de la ASF no tiene nada que ver con usted, pero sí nos habla de que la vocación de MORENA no es precisamente la transparencia ni la rendición de cuentas, una vez que cooptan a los organismos externos. Y ese el panorama al que usted se enfrentará.
El combate a la corrupción es una de las tareas en las que 54% de los ciudadanos reprueban a la 4T (El Financiero, 2/5/2024).
Le deseo el mayor de las suertes en su nueva encomienda. La va a necesitar.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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