Supongo que detectar intermediarios requiere otro enfoque en el combate a las drogas y otro tipo investigaciones, más cercanas a las tareas de inteligencia, de esas que los militares guardan celosamente porque siempre se filtran
LIC. OMAR GARCÍA HARFUCH,
PRÓXIMO SECRETARIO DE
SEGURIDAD Y PROTECCIÓN CIUDADANA:
+El día en que yo no exista,
no va a mermar el tráfico de drogas.
Joaquín “El Chapo” Guzmán
De pena ajena el arresto de Ismael “El Mayo” Zambada y de Joaquín Guzmán López ocurrido el jueves pasado, sin que el gobierno mexicano fuera informado hasta su consumación total. Y de más pena ajena que la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, proporcionara información incorrecta e insuficiente en la mañanera del viernes.
¿Qué podemos esperar del tan sonado arresto?
La administración Biden hizo carambola de tres bandas, don Omar, pues en tiempos electorales arresta a dos de los most wanted criminals relacionados con la producción y trasiego de fentanilo. Además, el FBI, la DEA y el Departamento de Justicia podrán sopear a gusto a ambos delincuentes, a cambio de beneficios.
Pero para México me temo que no habrá nada bueno.
Primero habría que despejar la incógnita de si “El Mayo” fue llevado con engaños a EUA e, incluso peor, si fue secuestrado o si Zambada decidió acogerse a los beneficios de los gringos, habida cuenta de su avanzada edad y mal estado de salud. La primera versión no me cuadra; uno se pregunta dónde estaban los guardaespaldas.
Según veo la situación, la bronca no es quién va a sustituirlos, sino cómo el CS va a gestionar los movimientos telúricos que se generarán entre sus propias células y frente al CJNG.
En el primer caso, se esperarían reacomodos al interior del Cártel de Sinaloa (CS), entre los seguidores de los “Los chapitos” y los de Zambada, conocidos como “Los Mayos”; la violencia con la cual se darán los reacomodos dependerá en gran medida de si fue una traición de Guzmán o una entrega voluntaria de “El Mayo”.
Al respecto, celebro que la SEDENA haya enviado a 200 elementos de élite a Sinaloa y a zonas de Durango y Baja California, aunque me pregunto si tal cantidad son suficientes. Nada más acuérdese enfrentamientos ocurridos cuando fue arrestado Alfredo Beltrán Leyva, “allá por 2008, por una supuesta delación de “El Chapo” mayor.
En cuanto al segundo caso, el enfrentamiento con el CJNG, anunciaría la intensificación de la violencia en Chiapas y Guerrero, por lo menos.
Dicen los que han estudiado al crimen organizado que la producción y trasiego de fentanilo no va a parar deteniendo a los capos, porque los cárteles son estructuras de negocio muy aceitadas. InSigtht Crime proporciona dos análisis sumamente interesantes al respecto, en los cuales enfatiza que “los carteles mexicanos son apenas una pieza de una red mucho más amplia y llena de matices tras la producción, el transporte y la distribución de fentanilo ilícito”.
En ambos reportes (2/02/2024 y 14/05/2024), esta “fundación dedicada al estudio de la principal amenaza a la seguridad nacional en Latinoamérica y el Caribe” demuestra que hay muchos actores -legales e ilegales- que participan en las etapas iniciales para la obtención, compra y transporte de los precursores. También al final de la cadena hay múltiples actores que se dedican a la distribución final del fentanilo en EUA y Europa. O sea, todos ellos son parte sustancial de la cadena del fentanilo, no nada más los cárteles.
Estos actores, los intermediarios, muy pocas veces llaman a la atención pública. Son los que “se encargan de vincular a distintos actores en múltiples países, y actúan como un puente entre el mundo mayoritariamente legal de la producción química y el hampa de México”, indica InSight Crime.
Los intermediarios son de cuatro tipos: los que conectan proveedores con compradores de precursores; los que operan como mayoristas de sustancias químicas, almacenándolas y distribuyéndolas; los que funcionan como minoristas robando a empresas químicas legales; y los que operan con pequeños productores.
El primer tipo de intermediarios tiene un amplio conocimiento sobre las regulaciones para la importación de sustancias químicas, así como de qué sustancia puede sustituir a otra en caso de encontrar dificultades. Casi todos ellos mantienen “contrato de exclusividad” con algún cártel, porque diversificar su cartera de clientes es, curiosamente, más costoso y aumenta el riesgo.
Con excepción del caso de Zen Li Ye Gon, hace 18 años, no recuerdo que SEDENA, la Guardia Nacional, la FGE o la SSPC hayan arrestado a ningún intermediario de ningún nivel. Si se detiene el flujo de precursores, sería de esperar que bajara la producción de fentanilo y a ver cómo le hace EUA con los adictos antes de que le estalle un problema de salud pública.
Supongo que detectar intermediarios requiere otro enfoque en el combate a las drogas y otro tipo investigaciones, más cercanas a las tareas de inteligencia, de esas que los militares guardan celosamente porque siempre se filtran.
Por último, reparta Lorazepamvo Diazepam entre algunos miembros de la clase política.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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