El estado de las cárceles mexicanas es un terrible autorretrato del estado que guarda el Estado mexicano. Juan Pablo García Moreno, coautor informativo de esta columna, me acerca la siguiente descripción numérica del problema: En México existen 389 centros penitenciarios, 298 de carácter estatal, 74 municipales y 17 de nivel federal, entre ellos tres penales … Continued
El estado de las cárceles mexicanas es un terrible autorretrato del estado que guarda el Estado mexicano.
Juan Pablo García Moreno, coautor informativo de esta columna, me acerca la siguiente descripción numérica del problema:
En México existen 389 centros penitenciarios, 298 de carácter estatal, 74 municipales y 17 de nivel federal, entre ellos tres penales de máxima seguridad, uno de ellos el de Tamaulipas cerrado para remodelación.
Las 389 cárceles de México tienen un cupo previsto de 206 mil 379, pero albergan a poco más de 250 mil.
La sobrepoblación es uno de los problemas mayores de las cárceles de México. De acuerdo con la información más reciente, el penal del Altiplano está a 99% de su capacidad. En Puente Grande caben mil 40, hay mil 391. El penal “Noreste” de Matamoros, que está cerrado, tiene cupo para 836 internos, y llegó a tener mil 168.
¿Por qué están sobrepobladas las cárceles mexicanas?
Porque están presos miles de mexicanos que deberían estar libres.
El uso y el abuso de la prisión preventiva es una de las principales causas de la sobrepoblación. En 2013, los internos sin condena ascendían a 41.3 por ciento de la población (100 mil 300 personas). Dos de cada cinco internos no tenían la sentencia condenatoria y aún así permanecieron en la cárcel.
Dos años después, en 2015, la situación no había mejorado. Estaba presa sin sentencia 42% de la población carcelaria (104 mil 613 personas).
La otra gran tanda de presos absurdos es la de los retenidos relacionados con la mariguana. Entre 2006 y 2014 fueron detenidos por consumo de mariguana, que no está prohibido en la ley, 156 mil personas.
En el año 2012, 60% de los presos por delitos del fuero federal había sido consignado por delitos contra la salud. De estos, 58.7% por delitos relacionados con mariguana (fuente: Encuesta a población en reclusión,
CIDE 2012).
Con solo una revisión seria de estas dos grandes tandas de presos, y con la liberación de los no peligrosos, podría terminarse con la sobrepoblación carcelaria, una de las mayores cadenas de injusticia y violación de derechos humanos del sistema penitenciario mexicano.