“Las tendencias desde entonces marcan una ventaja a nuestro favor. Vamos a ganar con más de 10 puntos de ventaja”, promete
La idea surgió de la abanderada frentista al gobierno de Morelos, Lucy Meza, quien desde que buscaba la candidatura dentro de la 4T convocó a foros ciudadanos sobre seguridad. Ahora en la oposición, ha llamado a sus homólogos Santiago Taboada, de la CDMX; Eduardo Rivera, de Puebla, y Pepe Yunes, de Veracruz, para forjar una alianza de gobernadores.
¿El propósito? Coordinar esfuerzos para asegurar a la capital del país y sus estados conurbados. La mesa para la construcción de la paz, que es el modelo morenista, quedaría rebasado por un esquema de colaboración que se construiría desde lo local… con el respaldo de la administración federal.
¿Y el aval de las fuerzas federales? El acuerdo entre los candidatos frentistas se firmaría la próxima semana, con Xóchitl Gálvez como testigo de honor, y de acuerdo con la candidata morelense, está basado en una premisa esencial: la oposición está dispuesta a repetir el modelo de colaboración alcanzado en la CDMX hace tres años, tras su triunfo en la Ciudad de México.
Blindar a la megalópolis —reconoce— implicaría un trabajo conjunto con los mandatarios de Hidalgo, Tlaxcala y el Estado de México; los tres de origen morenista. “Delfina (Gómez), Lorena (Cuéllar) y Julio (Menchaca) fueron compañeros de bancada en el Senado. Y estoy segura de que tendrán la altura de miras de trabajar por el interés común”. Recientemente, la mandataria tlaxcalteca propuso un mecanismo interinstitucional para alcanzar ese propósito… pero no llamó a los gobernadores de otras fuerzas políticas (Mauricio Kuri, de Querétaro, o de Diego Sinhué, de Guanajuato; ambos del PAN) para sumarse.
La inseguridad es la principal preocupación de los electores. En Morelos, el cierre de la Central de Abastos en Cuautla —la segunda más grande del país— y de más de 2,000 negocios en el oriente de la entidad, llevó a Meza a proponer un acuerdo para la reactivación económica, que aceptaron firmar los líderes de las cámaras empresariales con una condición: abatir la incidencia delictiva.
Después de su renuncia a Morena, la exsenadora quiere sumar a la oposición. Y con el respaldo del PRD —partido en el que inició su carrera política en 1997—ahora busca la revancha, después de que el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, la excluyera de la encuesta para definir al coordinador estatal de los comités para la defensa de la Cuarta Transformación. La interna —dice— estaba arreglada para que ya fueran Víctor Mercado o Margarita González Saravia se quedaran con la nominación.
Entre las bases morenistas, la legisladora y el coordinador de política y gobierno de la Oficina del Presidente, Radindranath Salazar concitaban amplios respaldos, pero fueron llamados a la obediencia. Delgado le prometió una posición en el gabinete federal, si se hacía a un lado. Al tiempo que acudía a los tribunales, Meza consultó con sus simpatizantes sobre su futuro político.
Ahora, como abanderada de la coalición PAN-PRI-PRD, está lista para encarar la última etapa de la campaña, tras de alcanzar el punto de inflexión —dice— hace dos semanas. “Las tendencias desde entonces marcan una ventaja a nuestro favor. Vamos a ganar con más de 10 puntos de ventaja”, promete.
PROTAGONISTAS. Mientras la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial avalaba la inclusión de Cuauhtémoc Blanco en la lista de candidatos plurinominales de Morena a San Lázaro, en las salas de cine de las principales ciudades de Morelos comenzó a exhibirse un corto en el que se parodia al exfutbolista, frágil e impotente, que es sacado del campo. ¿Su relevo? La senadora Lucy Meza.
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