Es increíble que en México se sigan comercializando autos que no cumplen con los niveles mínimos de seguridad. Hoy parece que está claro para todos que no seguirá la ampliación del programa hoy no circula y que el próximo 30 de junio será el último día en que entraban en esta restricción los autos con … Continued
Es increíble que en México se sigan comercializando autos que no cumplen con los niveles mínimos de seguridad.
Hoy parece que está claro para todos que no seguirá la ampliación del programa hoy no circula y que el próximo 30 de junio será el último día en que entraban en esta restricción los autos con engomado cero y doble cero.
Y a pesar de que para esos días habrá terminado el ciclo escolar, vamos a regresar a una normalidad del caos vial que llevará la contaminación a niveles muy altos durante esos días en que no tengamos la suerte de que llueva.
Las normas emergentes, temporales, anunciadas por la autoridad federal para controlar de mejor manera los niveles de emisión de contaminantes confirman que la mejor alternativa es comprar un auto nuevo y no tener varios autos viejos.
Recobraron su valor las unidades nuevas, ése que habían perdido cuando se igualaba su tenencia a la de un auto contaminante de más de 10 años de antigüedad.
Sin embargo, ésta no es la mejor estrategia para la ciudad. De entrada, la implementación de la nueva norma no estará a tiempo para el 1 de julio, faltan solamente 20 días y ni siquiera se han publicado las reglas en los diarios oficiales locales de los estados de la llamada Megalópolis.
Una norma ambiental, por más estricta que sea, no ensancha las calles y no evita que se den atascos de varias horas. No mejora la calidad del transporte público y no evita los cálculos de que en menos de cuatro años habrá 2 millones de autos más circulando en el gran Valle de México.
Los que van a ganar a partir de ahora son los fabricantes y distribuidores de autos nuevos. Tienen la oportunidad de desplazar las unidades que hoy ya no están vendiendo a los niveles de antes en Estados Unidos.
Allá, con la gasolina tan barata, están de vuelta los grandes motores y han desplazado los autos compactos y subcompactos hechos en México. Así que hay oportunidad de colocar esa producción de manera local. Tendrán que implementar estrategias de promoción, precio y crédito para hacerlo.
Pero al mismo tiempo, la industria automotriz mexicana necesita respetar en el mercado nacional las mismas reglas que siguen en otros países a los que exportan. Por ejemplo, en la seguridad de sus autos.
Es increíble que en México se sigan comercializando autos que no cumplen con los niveles mínimos de seguridad. Y los seguirán vendiendo durante algunos años más, mientras no entre en vigor una Norma Oficial Mexicana de reciente aprobación que tardará el resto de la década en aplicarse.
Desafortunadamente, ésos serán los autos más demandados en la renovación del parque vehicular con las nuevas reglas del hoy no circula, porque pasan la verificación y son los más baratos del mercado, sin importar que se trate de trampas sobre ruedas.
Hoy, con la confirmación de que se acaba la restricción a la circulación vehicular a raja tabla, viene un nuevo impulso del mercado de autos nuevos. Lo que hay que cuidar es que además de ser poco contaminantes, no sean un peligro para sus ocupantes.
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