A lo que el expresidente dice que preferiría morir electrocutado. Esa es la mas clara evidencia de que en solo 6 años, Donald J Trump logró cambiar radicalmente la cultura política de los Estados Unidos de Norteamérica, particularmente la de los conservadores
Hace solo unos días, que el expresidente Donald Trump visitó de nuevo el Capitolio al que no había vuelto, desde que perdió su reelección, en 2020.
Aunque, con el mismo propósito, de promover la unidad de los legisladores Republicanos en torno suyo, esta histórica reunión fue muy diferente.
En contraste con su primera visita en 2016, cuando aún desconocido por muchos, Trump fue a pedir apoyo, hacer promesas y tratar de unificar al partido, ahora se presentó arrogante y amenazante, con poder absoluto sobre el partido y sobre aterrorizados legisladores, conscientes de que su carrera política, depende de su lealtad, -falsa o por supervivencia- y de abrazar la mentira del “fraude electoral” nunca probado; infundados ataques contra el Presidente Joe Biden, a quien acusan de ordenar acciones y procesos judiciales “con fines políticos” (a pesar de estar sustentados en numerosa evidencia irrefutable) “para impedir el retorno de Trump a la Casa Blanca,” distorsionando la realidad de una inflación, ya bajo control.
Tanto Trump como los republicanos, no ven en el juicio y consignación de Hunter Biden, hijo del presidente Biden, una muestra de imparcialidad del sistema de Justicia; lo consideran “un acto preparado para desviar la atención.”
El triste y vergonzoso encuentro, dominado por servilismo, temor y besamanos nunca visto en el Congreso de Estados Unidos, de legisladores -convencidos o arrepentidos- postrados y venerando al primer aspirante presidencial en 248 años de historia, convicto criminalmente por 34 de 91 cargos que enfrenta en Cortes Federales de Washington DC, Florida y Georgia, derivados de múltiples intentos de golpe de estado fallidos y de abuso de poder, Trump urgió a quienes no le son leales, a “actualizarse o renunciar”.

En una mezcla de fascinación de unos e hipocresía de otros, le cantaron el “Happy Birthday” anticipado a Trump, por su cumpleaños 78, regalándole un bat y una pelota del juego de beisbol del Congreso.
Luego, con devoción y en silencio, escucharon el mensaje del exPresidente, como de costumbre, cargado de ataques a “bastardos” del Departamento de Justicia, a la “horrible ciudad” de Milwakee, sede de la convención nacional republicana que habrá de formalizar su candidatura y ataques a republicanos que votaron en su contra en los juicios politicos.
De acuerdo a fuentes, convencido o mordiéndose la lengua, el Speaker Mike Johnson incurrió en su mayor mentira, asegurando que “el presidente Trump se ha convertido en símbolo de lucha contra la corrupción, sin mencionar mas de dos mil millones de dólares que envió el príncipe Mohammed bin Salman, gobernante de facto de Arabia Saudita a Jared Kushner, su yerno y casi mil millones de dólares a él, amén de otras sumas que ha recibido de 8 países, violando la Constitución.
Elogió “su “lucha contra el Estado Profundo”, argumento central para el despido masivo de mas de 84 mil funcionarios de carrera que planea sustituir por empleados 100% leales a él, encima de la Constitución y sobre el uso del sistema judicial como arma política” que Trump hizo, y de lo que sin bases, ahora culpa a Joe Biden.
Como era de esperarse, Johnson repitió la mentira de Trump sobre la “elección robada,” anunciándole su apoyo a una iniciativa que daría al presidente en funciones, autoridad para mover su caso de injerencia electoral del estado de Georgia, a una Corte Federal, que lo absuelva.
Algunos legisladores incondicionales, propusieron cortar el presupuesto a la oficina del Fiscal Jack Smith, que lo investiga o abrir investigaciones contra Alvin Bragg, el Fiscal que presentó los 34 cargos criminales de los que fue encontrado culpable.
Rasgando sus vestiduras, calificaron las elecciones y fallos del jurado como falsos, hablando de “inflación y desempleo,” cuando el mas nuevo informe señala que la inflación fue del 3.3% en Mayo, cuando se sumaron 272,000 empleos, en lo que
coincide un reciente reporte del Banco Mundial señala la “impresionante fortaleza y residencia de la economía estadounidense”, los republicanos abrazan con mas devoción, las enseñanzas de su maestro: mentiras, cinismo e hipocresía, planteando una version distorsionada de todo.

En la reunión, los republicanos no escatimaron formas de agradar al primer expresidente convicto criminalmente, en la historia de Estados Unidos y quien, -como pocos criminales-, enfrenta consignaciones simultáneas en 3 entidades, que pelea con apoyo de un ejército de abogados, cuyos honorarios paga, aunque parezca mentira, con millonarios fondos de su campaña electoral, la venta de estampillas, tenis, perfumes, biblias y una gran cantidad de parafernalia.
La reunión con los legisladores de las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos, concluyó con un “homenaje” a sus simpatizantes, los terroristas domésticos que asaltaron violentamente el Capitolio para detener la certificación de la victoria de Joe Biden.
Aparentemente obsesionado con al muerte, Trump cansado, asegura “quieren sentenciarlo a la pena de muerte” o advierte, sobre lo que teme sería otra humillante derrota, diciendo que “si fallamos en obtener el apoyo masivo de patriotas, me llevarán y se moverán al siguiente objetivo, que son ustedes …”.
En sus mitines políticos pregunta: “que pasaría si el barco se hunde por el peso, con una poderosa batería que, bajo el agua, podría electrocutar, aunque también se podrían morir a causa de tiburones alrededor.”
A lo que el expresidente dice que preferiría morir electrocutado. Esa es la mas clara evidencia de que en solo 6 años, Donald J Trump logró cambiar radicalmente la cultura política de los Estados Unidos de Norteamérica, particularmente la de los conservadores.
De una nación que -a pesar de problemas y tensiones partidistas comunes- siempre, o casi siempre se guió por la verdad, la buena fe, respeto a la Constitución, reglas y protocolos heredados de los Padres Fundadores, la transformó radicalmente, bajo su único término.
Primer presidente que llega a la Casa Blanca sin experiencia en el gobierno o la milicia, Trump desafió reglas y normas, tras encontrar y explotar fisuras en la sociedad Americana, su gobierno y sistema político, que explotó para gobernar de una forma impulsiva, caprichosa y poco convencional, mas de acuerdo a sis intereses personales, gestión durante la cual la verdad, fue la primera víctima, seguida de la honestidad y respeto a la Constitución.

Su reelección, genera una alarma general, a medida que se conoce mas su Project2025 o Proyecto 2025, su plan de gobierno, que, con el argumento de Estado Profundo, pretende despedir mas de 80,000 empleados de carrera en el gobierno, para implementar políticas radicales, inspirado en el plan de Viktor Orban, Primer Ministro de Hungría, reformar la Constitución que ahora prohíbe el desplazamiento de tropas en territorio estadounidense, usar la pornografía para eliminar enemigos políticos, declarar como inferiores a padres o madres solteros, a homosexuales y LBGTQ calificándolos como enemigos del estado y desatando una persecución contra todos los que lo investigaron, acusaron y enjuiciaron, desde el presidente Biden hasta fiscales y jueces estatales.