Al margen de esas disputas políticas, el nepotismo y la negligencia al interior de las fuerzas armadas resulta un tema incómodo
Desde el arresto del general Jesús Gutiérrez Rebollo y otros dos mandos militares presuntamente vinculados con el Cártel de Juárez, en febrero de 1997, no se había registrado un caso de corrupción que involucrara a la cúpula castrense. Aunque en el sexenio peñista, los casos de Tomás Ángeles Dauahare y Eduardo León Trawitz fueron precedentes ominosos.
Entonces, el gobierno de Estados Unidos amagaba con negar la certificación a México sobre sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico. Ahora, las presiones de la administración Trump para que el gobierno mexicano acelere sus acciones contra el tráfico de fentanilo y las vías de financiamiento del crimen organizado han surtido un primer resultado contundente.
Aunque no está sujeto a las investigaciones en la trama que involucra a sus sobrinos políticos, el almirante Rafael Ojeda Durán, extitular de la Semar ha sido un protagonista involuntario de este episodio del combate a la corrupción y la impunidad. Muchos de sus enemigos ahora han encontrado la oportunidad de saldar cuentas del pasado obradorista (…) que incluso tendrían vinculación con la sucesión del 2024.
¿Y el nepotismo? ¿Y la negligencia del alto mando militar, en el control de los puertos y las aduanas del país desde hace cuatro años? Las acciones para inmovilizar el contrabando de combustibles importados corren en un carril distinto de la revisión de los nexos familiares y empresariales del extitular de la Semar.
Hace 11 meses, el exsecretario de la Marina Armada pasó a retiro y mantiene una discreta actividad pública. Apenas el pasado fin de semana se dejó ver en el Country Club de la Ciudad de México, al que ingresó como socio residente apenas hace tres meses. Además de una inversión millonaria, los aspirantes a una membresía en el centenario club deben contar con la recomendación de cinco asociados; dos de ellos con al menos 25 años de antigüedad.
El almirante fue postulado por Fernando Lemmen-Meyer Sandoval, presidente de la Federación Mexicana de Golf, y los empresarios David Ignacio Espinosa Guzmán, de Tradeco, y Octavio Pérez Salazar, enlace de la Coparmex con las Fuerzas Armadas durante el sexenio pasado.
Ingeniero, formado en la Heroica Escuela Naval Militar y retirado del servicio, Pérez Salazar fue presidente ejecutivo de la Amexgas y de acuerdo con informes de inteligencia que circulan entre mandos castrenses, también mantiene una relación cercana con Rafael Antonio, el hijo menor del extitular de la Semar.
En el desarrollo de un boyante modelo de negocios, sus esfuerzos estarían complementados con Anthropos Politeia, una firma de consultoría encabezada por el politólogo itamita Rubén Pederzin que desde el último bienio ofrece servicios especializados en el ámbito marítimo portuario, principalmente la gestión de títulos, permisos y autorizaciones.
Concentrados en los recintos fiscales que se instalarán en el Corredor Transístmico, su último emprendimiento está en Progreso, Yucatán. A mediados del sexenio pasado, promovieron el proyecto de la armadora italiana Fincantieri para construir dos mega diques de mampostería para reparar, remodelar y dar mantenimiento de cruceros, grandes buques de carga y buques petroleros y gaseros.
Su proyecto tomó un segundo aire con el arribo del morenista Joaquín Huacho Díaz Mena a la gubernatura, quien impulsa la reconversión del puerto de altura. Antes tuvo el impulso del entonces mandatario panista, Mauricio Vila Doval, y ahora cuenta entre sus principales promotores al secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
Ojeda Durán es originario de Xalapa, Veracruz. En aquella entidad del Golfo, el excanciller tiene uno de sus principales bastiones y ambos habrían caminado juntos, en la definición de la candidatura presidencial del 2024.
Al margen de esas disputas políticas, el nepotismo y la negligencia al interior de las fuerzas armadas resulta un tema incómodo. Peligroso si se comienza a filtrar información sobre los altos mandos de la Semar y la Sedena, tanto los activos como aquellos actualmente en situación de retiro.