También dentro de la Cuarta Transformación se cuecen habas digitales. Allí está, por ejemplo, el posicionamiento del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón
Para acrecentar su imagen a través de las redes sociales, nadie como la pareja que gobierna Nuevo León. Indiscutiblemente, Mariana Rodríguez fue un pilar en la construcción de la candidatura del exsenador emecista Samuel García, quien en la gubernatura ha desplegado una peculiar estrategia de comunicación, con más errores que aciertos.
¿Los más recientes? Sus actividades pesqueras, en las vacaciones navideñas. Y el pasado fin de semana, su “adopción por un día” de un menor de edad, cuya atención es responsabilidad de la organización Capullos, de Monterrey. Las historias en el Instagram de la primera dama regiomontana desataron una polémica, sobre los protocolos aplicados por el DIF estatal.
También dentro de la Cuarta Transformación se cuecen habas digitales. Allí está, por ejemplo, el posicionamiento del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, sobre la enajenación del patrimonio cultural de Banamex.
“Debería pasar a propiedad nacional para su preservación”, planteó el funcionario en su cuenta de Twitter. ¿A título personal o a nombre del gobierno de la República?
“Podría ser una retribución al enorme e injusto apoyo que hemos dado los contribuyentes por los cuantiosos pagos anuales para cubrir los pagarés del rescate bancario”, deslizó, con lo que generó una oleada de expresiones digitales, tanto de repudio como de respaldo.
Ebrard Casaubón regresa al tema que hace dos décadas lo acercó con AMLO: la denuncia pública de lo que en su momento fue considerado como el “atraco del siglo”, el Fobraproa aprobado en el sexenio zedillista.
Sus detractores digitales no hicieron ese ejercicio de memoria.
Popularidad no es sinónimo de reputación. Y en el debate digital a menudo los argumentos son lo de menos, sobre todo en un país con una clase política bajo la sombra de una sola persona.
Las benditas redes sociales no distinguen entre personajes de amplia trayectoria y los que alguna vez alguien llamó “ambiciosos vulgares”, que aparecen cerca de las épocas electorales.
Y luego están las métricas. Recientemente apareció un ranking digital sobre políticos que encabezan la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y el canciller Ebrard Casaubón. Entre sus peculiaridades, ubica al diputado federal Gerardo Fernández Noroña mejor que la presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República y exsecretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
¿Esos números no mienten? Fernández Noroña es conocido por más personas que la exsecretaria de Gobernación, pero tiene más negativos. Sánchez Cordero ahora está en el Top 10, con mejor posicionamiento del que tuvo cuando fue la huésped principal del Palacio de Covián.
¿La receta? Una actitud proactiva en Twitter y la plena conciencia de no buscar otra posición política. ¿La diferencia? Los equipos a cargo de las huellas digitales de los presidenciables son onerosos —Ebrard y Sheinbaum cuentan con asesores dedicados al análisis diseño e implementación de mensajes— aunque no tan sofisticados. La exministra es su propia community maganer.
Efectos secundarios
EXIGENTES. Por la ausencia presidencial, Adán Augusto López Hernández tuvo una semana estelar, casi perfecta. Y no lo fue porque en la reunión de embajadores y cónsules apenas tuvo una intervención testimonial no obstante que el programa oficial ofrecía un intercambio entre los diplomáticos mexicanos con el responsable de la política interna. Entre ellos hubo expresiones críticas sobre las exposiciones de los funcionarios federales —descrita como mera propaganda ideologizada, que ni con el PRI sucedía—, pero sobre todo al protagonismo de la subsecretaria Martha Delgado.
PRIORIDADES. La comisionada presidenta del INAI, Blanca Lilia Ibarra Cadena, y su homólogo Adrián Alcalá Méndez, estuvieron la semana pasada en Valparaíso, Chile, invitados por la Unión Europea. Allí, Ibarra Cadena formuló una crítica que resonó hasta el Zócalo capitalino. “El respeto al ejercicio de las libertades y los derechos humanos debe estar por encima de cualquier intento de menoscabarlos; es una agenda prioritaria”, sostuvo en ese encuentro hemisférico para discutir los pactos sociales necesarios para la recuperación sostenible de la región postpandemia. “Es necesario reafirmar el esquema democrático como régimen político y forma de gobierno en América Latina”, subrayó.